En la decimoquinta edición del foro México Cumbre de Negocios, ante directivos de poderosas firmas extranjeras de sectores clave de la economía internacional, personeros locales de la cúpula empresarial y política, revivieron la campaña de lodo en contra de Andrés Manuel López Obrador.
Reunidos el pasado 24 de octubre en San Luis Potosí, ya no les bastó la gastada cantaleta de que el presidente nacional de Morena es la reencarnación de Hugo Chávez, porque ahora, inmunes ante el ridículo, le adjudicaron a López Obrador afinidad con Corea del Norte. Y con la desaparecida Alemania del Este. Es en serio.
En la reunión, José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Hacienda y aspirante a la candidatura priísta a
Si vemos a alguien que quiere regresar a que sea el Estado el que maneje el desarrollo económico del país; si vemos a alguien cuyas políticas suenen entre norcoreanas, de Alemania del Este o venezolanas… no representa la mejor alternativa para que el país crezca en adelante
Por su parte, Claudio X. González Laporte, presidente de Administración de Kimberly Clark afirmó:
Daríamos un paso hacia atrás si hubiera la elección de un populista en nuestro país
González Laporte, quien fuera asesor del entonces presidente Carlos Salinas en inversión extranjera, agregó:
Aquí ya no se vale sentarnos para atrás. Ya llegó el momento y tenemos que entrarle duro
En modo alguno es novedoso el tono amenazante de este adalid del atraso y el conservadurismo, pues en 2006 fue uno de los artífices de la campaña sucia en contra de López Obrador.
En efecto, como presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios patrocinó a Dick Morris y Antonio Solá, publicistas especializados en propaganda sucia, autores del mensaje “López Obrador es un peligro para México”.
Cito al inolvidable Jaime Avilés:
Morris era una pieza de la extrema derecha estadunidense (…) había sido enviado a México a ayudar a Calderón para que este, en cuanto se sentará en los pináculos del poder, iniciara la privatización de Pemex y aplicara la estrategia del Pentágono para militarizar al país. Solá pertenecía a la ultraderecha española, que creía ver en Aznar la reencarnación de Francisco Franco…
Basados en la máxima de Joseph Goebbles, padre de la propaganda nazi:
Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad
Meade Kuribreña y Claudio X. González pretenden desatar la histeria conservadora que, suponen, sobrevive en algunos segmentos de la población. Y asustar con el petate del muerto a relevantes ejecutivos de compañías extranjeras.
No en balde, ante las antes referidas calumnias del empresario, el propio López Obrador respondió:
Claudio X. González, quien destapó a Meade y siempre me ataca, es un salinista megacorrupto que participó en el fraude electoral de 2006
Según el secretario de hacienda, las reformas promovidas por el gobierno de Peña Nieto en las áreas de energía, telecomunicaciones, sector financiero y educación son ejemplos de políticas públicas que impulsan el crecimiento y el desarrollo. Pero soslaya que precisamente por este tipo de políticas se han incrementado la pobreza y el deterioro económico y social en el país.
Y oculta que precisamente por dejar al libre juego de las fuerzas del mercado la economía, es decir, porque el Estado desprotegió al aparato productivo, desde hace 35 años el crecimiento económico de México ha sido casi nulo.
En vez de defender a trasnacionales y a ejecutivos corruptos de México, como hace Meade, López Obrador propone poner en el centro de su política económica el combate a la corrupción, eliminar los privilegios de la alta burocracia y apoyar a pequeños y medianos empresarios, quienes generan 75 por ciento de la riqueza nacional.
También postula apoyar al campo y a los campesinos para que el país produzca los alimentos que consume y así reactivar la economía rural y rescatar regiones que, por el abandono de los gobiernos del PRI y el PAN, hoy se encuentran a merced del narcotráfico.
Y que la inseguridad no sea más un asunto de soldados y policías, sino de expertos en educación, salud, alimentación, empleo, cultura.
En suma, López Obrador plantea impulsar el renacimiento de la nación a partir de 2018, cuando venza en la contienda por la presidencia de la república.
Renacimiento que no podrán evitar los profesionales de la guerra sucia, esos mismos que aspiran a perpetuar un modelo de desarrollo que ha concentrado 43 por ciento de la riqueza en el uno por ciento de la población.