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Roberto Saviano, el plagiador

Este sinvergüenza no quiere aceptar que el texto sobre los Kaibiles es mío

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Escrito en OPINIÓN el

La credibilidad que tenía hasta hace poco el escritor italiano Roberto Saviano se ha ido a la alcantarilla de la inmundicia. Sin rubor alguno plagió un texto de mi autoría y que escribí hace una década sobre Los Kaibiles, el grupo élite del Ejército de Guatemala. El autor del libro CeroCeroCero, hallado en la cama de El Chapo Guzmán se adueñó del texto que elaboré para la agencia Notimex del que fui corresponsal en Guatemala y Perú, entre los 1991 y 2013.

 

El texto se titula: "Kaibiles, un entrenamiento en el infierno guatemalteco". En él reseño las peripecias de esas “máquinas de matar” del Ejército guatemalteco a los que describo como una mezcla de “rangers” estadunidenses, gurkas británicos y comandos peruanos, que son entrenados en “El Infierno”, una Escuela Militar del norte de Guatemala.

 

Al “Infierno”, un Centro de Adiestramiento y Operaciones Especiales kaibil ubicado en la región de Poptún, a 415 kilómetros al norte de la capital de Guatemala, sólo se ingresa por invitación del Ejército y allí estuve hace unos años. Ahora Saviano se apropió de lo que escribí y se indigna diciendo que las acusaciones de plagio son “lodo”.

 

En el texto explico cómo miembros de esa fuerza de élite son sometidos durante ocho semanas en ese centro a un entrenamiento de sobrevivencia en condiciones extremas y ellos siempre tienen presente el lema: “Kaibil, si avanzo, sígueme; si me detengo, aprémiame. Si retrocedo, ¡mátame!”.

 

El tableteo de las ametralladoras, una densa columna de polvo y humo y jóvenes kaibiles carapintadas con el fusil M-16 al pecho y la bayoneta calada, reciben al visitante en una zona sembrada de minas y plantas de “pica-pica”, que causan un escozor interminable, señala mi texto plagiado por Saviano.

 

Los estridentes cañonazos y el olor a pólvora ahuyentan a las aves, que vuelan despavoridas, mientras los hombres con traje de “fatiga” se desplazan pecho a tierra por entre el espeso follaje selvático, la tierra y el lodo.

 

El curso para ser kaibil comprende tres etapas: La primera tiene una duración de 21 días de instrucción teórica y entrenamiento práctico en la que se mide el grado de espíritu militar y el nivel moral del aspirante. La segunda fase se desarrolla en la selva por 28 días y al final del severo entrenamiento, el kaibil debe saber actuar con destreza en una guerra irregular y ser capaz de cruzar corrientes de agua, pantanos, riscos, hacer demoliciones detectar y desactivar minas.

 

En la ultima etapa, el aspirante a kaibil, acostumbrado a comer culebras, hormigas y raíces, y a captar el agua del rocío en hojas, debe efectuar ataques de aniquilamiento, maniobras de inteligencia, penetraciones en territorio enemigo y reabastecimiento.

 

Le llaman “El Infierno” al centro de entrenamiento Kaibil porque Los 38 grados y la intensa humedad han hecho a muchos desistir; en esa zona del norte guatemalteco han sido entrenados los Ranger de Estados Unidos, militares de Chile, México, China y Colombia.

 

El calor y el olor a pólvora y humo sofocan. El visitante común se derrite en plena selva del Petén guatemalteco donde pocos, sin embargo, ingresan y en el caso de los militares muchos no tienen la suerte de culminar el curso y llevar sobre la cabeza la boina púrpura y los emblemas.

 

Quienes deseen llevar la insignia de Kaibil tienen que pasar dos días sin dormir dentro de un río, con el agua hasta el cuello, bajar a rappel colgado de una cuerda, con el rifle al hombro y pasar un río con una garrocha y si las fuerzas no le alcanzan caerá sobre las rocas.

 

Los Kaibiles son capaces de doblegar la voluntad del enemigo y su mística esta presente en todos los Ejércitos de América Latina, explicó a Notimex el entonces teniente Julio Alberto Soto Bilbao, de la 42 Promoción “Kaibil Balam Internacional”.

 

Ese grupo de élite fue creado el 5 de diciembre de 1974 para enfrentar a la desactivada Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que durante cuatro décadas puso en jaque al gobierno de Guatemala.

 

Los militares adoptaron el nombre de “Kaibil Balam”, un rey del imperio Mam que nunca pudo ser capturado por los conquistadores españoles y, con ese espíritu se organizó inicialmente en función de un objetivo político-militar: recuperar el territorio de Belice para Guatemala.

 

Kaibil, que significa “hombre estratega; el que tiene la fuerza y la astucia de dos tigres” tuvo en aquel entonces la misión de preparar a jefes de unidades en la conducción de operaciones especiales para frenar a la subversión.

 

Como parte de su preparación los enseñan a cuidar perros cachorros a los que terminarán matando para comérselos y son entrenados para arrancarle la cabeza de un mordisco a una gallina y, en la época de la guerra se especula que comieron carne humana.

 

Los militares de este grupo de élite exhiben orgullosos la insignia en forma de arco, con fondo negro, ribetes dorados llenados en el centro con la palabra KAIBIL con letras color amarillas.

 

Al término del entrenamiento, los Comandos se dan un banquete con carne de lagarto asada, iguana, venado y tienen el permiso de tomar por la fuerza al Ministro de Defensa de Guatemala, de turno, y lanzarlo a un estanque donde hay cocodrilos.

 

Como parte de la culminación del curso cada uno de los militares toma la “Bomba”, una mezcolanza de bebidas (tequila, whisky, ron, cerveza y agua mineral) que es servido en un vaso de bambú en cuyo exterior y hacia el borde superior está atada una bayoneta. El militar tiene que tomar con cuidado la bebida porque con una “bomba” se embriaga y puede cortarse la frente con la bayoneta que sobresale por la parte superior del vaso.

 

Saviano Saviano, según datos de Wikipedia, saltó a la fama en 2006 con la publicación de su novela Gomorra, en el que describe los negocios de la Camorra, basándose en hechos reales. La gran repercusión del libro -con más de dos millones de copias vendidas- provocó una reapertura del debate sobre el crimen organizado en Italia y le valió a Saviano amenazas de muerte de camorristas.

 

El Ministerio del Interior italiano le proporciona una escolta permanente al escritor, que ha sido calificado por Umberto Eco 2 como héroe nacional. Decidió abandonar Italia después de que la prensa desvelara el 14 de octubre de 2008 que el clan de los Casalesi tenía previsto asesinar a su escolta y a él en un atentado antes de Navidad. Desde el 13 de octubre de 2006 vive bajo escolta 3 permanente.

 

Roberto Saviano en Italia colabora con los periódicos La Repubblica, L'Espresso y The Post Internazionale. En Estados Unidos con The Washington Post y el The New York Times, en España con El País, en Alemania con Die Zeit y Der Spiegel, en Suecia con Expressen y en Inglaterra con The Times. En 2013, publica su segundo libro, CeroCeroCero.

 

Este sinvergüenza no quiere aceptar que el texto sobre los Kaibiles es mío. El escritor mexicano Juan Villoro lo evidenció en publicaciones hechas en El País (España) y en el diario El Clarín. “Como en el caso de Rushdie, la obra de Saviano llega precedida de su condición de hombre acorralado. No es fácil verlo con objetividad. Para unos, es un valiente Vengador Anónimo; para otros, un oportunista que por un falso amor a la verdad destruyó a gente que lo quería”.

 

En CeroCeroCero se ocupa del mercado mundial de cocaína. Escrita con indudable fibra narrativa, esta “novela sin ficción” ofrece un impresionante cúmulo de datos sobre el crimen organizado. También es una obra desordenada y efectista. Ciertos pasajes, que de por sí parecían poco creíbles, han sido puestos en entredicho por investigaciones posteriores. Saviano no se infiltró en las redes del poder: se infiltró en reportajes ajenos”, revela Juan Villoro.

 

Algunas de sus “informaciones exclusivas” provienen de Wikipedia y muchas de sus “entrevistas” son recreaciones de textos ajenos. En Italia, donde él circula poco, se encuentra de casualidad con un miembro de los kaibiles, fuerza de élite de Guatemala. Como en las novelas de peripecias, el desconocido le cuenta todo lo que necesita saber. La información coincide asombrosamente con lo que el periodista mexicano José Luis Castillejos escribió para la agencia Notimex.

 

¿Cómo justifica Saviano los pasajes que parecen venir de otros colegas? Entrevistado por Moynihan, recurre a la previsible evasiva de que los textos se asemejan porque se basan en los mismos datos, recuerda Villoro.

 

“Usar información ajena es perfectamente válido, siempre y cuando se reconozca. Tuve acceso al material de 54 páginas que Saviano presentó a diversas editoriales en el otoño de 2012 para vender su libro. Ahí asegura que el contenido de su trabajo es ‘absolutamente verdadero’, producto de ‘indagaciones, entrevistas y grabaciones telefónicas’. Este alarde de ‘veracidad’ realza la importancia documental del libro al negociar los derechos de autor”, indica Villoro.

 

CNN (Estados Unidos), El País (España), El Clarín (Argentina), The Daily Beast (Estados Unidos), Nexos (México), La República (Perú), giornalisticamente.net, Ilfoglio.it, nextquotidiano.it (Italia), entre otros medios difundieron el plagio sobre Los Kaibiles, que hizo el italiano Roberto Saviano, autor del libro CeroCeroCero, hallado en la cama de 'El Chapo' Guzmán.

 

“Anabel Flores Salazar, reportera de El Sol de Orizaba, acaba de ser asesinada en Veracruz. 15 periodistas han caído en ese Estado en años recientes. ¿Es lícito que unos mueran y otros se apropien de la información? Saviano no se infiltró en las redes del poder: se infiltró en reportajes ajenos. 'Difícil es luchar contra el deseo: lo que quiere, lo paga con el alma', escribió Heráclito. Cifra extraña, CeroCeroCero quizá represente el valor de un alma”.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

 

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