El senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y puntero en las listas de preferencias para ser candidato a gobernador por Guerrero en las elecciones de junio próximo, Armando Ríos Piter, declinó el lunes 12 de enero.
Simple y sencillamente dejó su propia aspiración en otras manos en momentos críticos para el estado y en tiempos en los que la inconformidad social y el crimen van en aumento. Y sí, falta un buen gobierno de izquierda que ponga orden en una entidad históricamente de izquierda... pero...
Según ha dicho el senador, no quiso ser arrastrado por la corriente de las negociaciones de la cúpula perredista; de los intríngulis secretos y las corruptelas de partido y, por lo mismo, decide no ser candidato aunque no deja de ser perredista ni contenderá con otro partido: sigue siendo senador de la República del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por Guerrero y desde donde se encuentre, dice, ‘encabezará una movilización amplia y colectiva en contra de la corrupción e impunidad’.
Un golpe muy duro para el PRD. Terrible noticia para quienes suponían que ahí todo caminaba sobre rieles en la decisión de quien sería su candidato a la gubernatura en sustitución del actual y muy complaciente gobernador interino, Rogelio Ortega Martínez, quien, a su vez, ocupó el cargo al solicitar licencia a su cargo el 23 de octubre el ex gobernador muy cuestionado por los hechos trágicos de Iguala, Ángel Heladio Aguirre Rivero.
De por sí el PRD está en condición de extrema debilidad no sólo por el mal manejo político que se ha dado a este instituto desde su cúpula, también por la pérdida de credibilidad social y porque hace rato que dejó de ser un partido de izquierda para ser un ‘camaleón que se duerme y que se lo lleve la corriente’.
También está extremadamente debilitado por la selección de sus candidatos ‘a modo’ sean de izquierda o no –Aguirre Rivero fue priísta toda su vida-, Gabino Cué, en Oaxaca también y ahí el PRD hizo alianza con el PAN: agua y aceite, digamos- o incluso el caso de presidentes municipales muy mal averiguados, entre los que sobresale el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca... o legisladores...
Sí, es lamentable esta renuncia a ser candidato perredista por Guerrero porque Ríos Piter era una opción viable para recomponer la situación dramática de Guerrero. Estaba en la punta de las encuestas como personaje accesible a las grandes masas y a las grandes decisiones. Era, digamos, el candidato ideal que habría de contender con el candidato del PRI y el del PAN por una entidad muy enferma en su estructura política y de seguridad.
Pero si como dice Ríos Piter, la cúpula perredista le ofrecía la candidatura a cambio de que negociara posiciones con el grupo perredista de Ángel Heladio Aguirre Rivero y que sólo si pasaba ese filtro podría aspirar, entonces la situación es peor aun porque los perredistas-cúpula-Nueva Izquierda, no han entendido su propia dimensión en el problema y la dimensión envenenada de quienes como perredistas deciden el futuro de las candidaturas allá.
Hacer este tipo de arreglos con quienes habrán de ser candidatos en Guerrero –o en cualquier estado o municipio de la República-, ensucia aún más la participación electoral perredista. Ahora resulta que todos los candidatos que proponga el PRD estarán cuestionados porque pudieron aceptar negociaciones peligrosas y dañinas con quienes dejan el poder político en cualquier lugar: y esto significa la negación de sí mismos como partido y como ciudadanos en democracia.
Así que ahora está a la vista la corrupción política que no es exclusiva del PRD ciertamente, pero esto da muestras de ser de uso corriente en una clase política de un país en el que la democracia sigue siendo una asignatura pendiente.
Ya se dibuja un incremento aun mayor en el problema social que vive el estado de Guerrero y que puede extenderse a otros estados de la República, como es el caso de Oaxaca en donde muy pocos están contentos con el actual gobernador Gabino Cué Monteagudo y en donde la Sección 22-CNTE ha ‘agarrado por su cuenta los cierres y los bloqueos y las agresiones incluso a la sociedad oaxaqueña’.
Lo que ocurrió el lunes cuando maestros, normalistas, padres de los muchachos de Ayotzinapa e infiltrados secuestraron camiones e intentaron entrar a la zona militar en Chilpancingo es una muestra de cómo se descompone el proceso social, político y electoral ahí. Y más que puede ocurrir si la gobernabilidad y la verdad siguen ausentes.
La autoridad electoral federal (INE) ya ha sugerido que ‘si se necesitan hacer ajustes de tiempo ahí, se tendrán que hacer’ aunque no niega que se harán elecciones. Pero no se trata de hacer elecciones a como dé lugar, sino en el modo y la participación libre, segura y asegurada.
En fin, que lo del senador Ríos Piter es un campanazo monumental no sólo al PRD, a su cúpula-Nueva Izquierda, sino a todo el componente electoral del país porque es el principio de lo que aún nos falta por ver en los meses que siguen y que, en verdad no quisiéramos...
... Pero también es el resultado de corrupción política, de partidos políticos que no lo son y de una sociedad que ya levanta el dedo para decir “no” a lo que pasa aquí...