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Revocación ¿sí o no?

De que habrá consulta para la revocación de mandato no cabe la menor duda, de que ésta refleje el sentir nacional ese es otro tema. | Guillermo Sesma

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Escrito en OPINIÓN el

La baja participación de los mexicanos en la consulta efectuada el pasado domingo en la que se cuestionaba a la ciudadanía si estaba a favor o en contra de investigar crímenes cometidos por los titulares del Ejecutivo en los sexenios pasados, era ya de esperarse, pues aún en la mascarada de la democracia mexicana se sabe que la ley se aplica, no se consulta. 

Pero para no entrar en la discusión de si los mexicanos prefirieron barbacoa o eventos olímpicos en lugar de salir a hacer el caldo gordo al presidente, lo siguiente que se encuentra en la mira de las consultas populares es la revocación de mandato, de la que ya el mismo Andrés Manuel López Obrador habla en sus mañaneras. 

Prevista para marzo del 2022, en dicha consulta se preguntará a los mexicanos si el presidente debe seguir o no en el cargo, si debe dejar el lugar para que alguien más conduzca o si efectivamente, la mayoría confía en que el actual mandamás de palacio nacional nos lleva hacia buen puerto.

De manera efectiva y como bien lo menciona el presidente en su mañanera, seguramente la consulta para la revocación de mandato tendrá una mayor participación. La polarización es el tema de su gobierno y todo aquello que divida entre blanco y negro logrará que la gente participe.

Las huestes lopezobradoristas participaran con todo rigor para mostrar no solo el músculo, sino en el afán de proteger a su líder, pues saben, que si bien es cierto, es el presidente con mayor popularidad en la historia de México, también saben que los opositores no son pocos e intentarán usar las propias herramientas de la 4T para provocar el descalabro.

Aunque la oposición política, hoy representada por el PRI, PAN y PRD, discursivamente diga que todo es un “engaño” seguramente convocara a sus afiliados y simpatizantes a darle a la 4T una cucharada de su propia medicina y ver si logra hacer a través de la consulta lo que no puedo hacer en las urnas en la elección pasada: frenar al presidente y a MORENA.

Aunque el presidente se muestre satisfecho con una participación del 7% del padrón electoral en la pasada consulta del fin de semana, no puede permitir que esto mismo le pase cuando lo que está en juego es su permanencia en el poder y para ellos ya se están haciendo los ajustes pertinentes que le permitan transitar con tranquilidad sin traicionar la democracia.

Es por ello que el primer abanderado es el líder de la bancada morenista en el senado de la República, Ricardo Monreal, quien presentará una iniciativa para expedir la ley federal de revocación de mandato, la cual regulará este ejercicio. 

Como bien lo había prometido el presidente y algunos liderazgos morenistas, una vez pasada la elección diversas reformas y acciones de carácter político-electoral empezarían a aparecer; estamos a la espera de la transformación del INE, el Poder Judicial de la Federación y diversas reformas a la Ley Electoral, entre muchas otras. 

Todos sabemos que el árbitro electoral actual no le resulta cómodo al presidente y sus allegados, y es casi seguro que intente que los consejeros no aliados ya no sean parte de los procesos “democráticos” de su interés.

Aunque aún falta tiempo, a Andrés Manuel López Obrador y sus compinches les urge generar el escenario ideal para que el proceso de consulta de renovación de mandato salga como ellos desean y dé nuevos bríos a su legitimidad presidencial y por qué no decirlo, tal vez hasta energice al partido y al candidato de cara a la sucesión presidencial.

De que habrá consulta para la revocación de mandato no cabe la menor duda, de que ésta refleje el sentir nacional ese es otro tema.