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Revocación del mandato y los ataques contra el INE

La consulta de revocación de mandato no solo costará algo parecido a los 528 mdp, sino que nuevamente servirá de plataforma de ataque al INE. | Ana Villagrán

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Escrito en OPINIÓN el

Revocar pareciera algo simple, un verbo que cualquiera de nosotros podemos aplicar en nuestras vidas, revocar a alguien de tu equipo de trabajo, revocar a alguien de tu vida, revocar un mal recuerdo, revocar una decisión equivocada, revocar un rumbo de trabajo. Pero cuando se trata del cargo más importante de la nación, el verbo revocar tiene que ser mejor utilizado. 

Revocar al presidente en medio mandato no solo es algo arriesgado, sino irresponsable. Andrés Manuel López Obrador fue elegido como presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos por seis años, y nos guste o no, con sus fatales errores, con su cotidiana aversión por la democracia, la oposición y la pluralidad, es el presidente de México, tan tan. Es el primer mandatario y tiene que responder por los años para los que fue electo. 

En octubre del 2019 cuando este tema estaba en alza por la aprobación del artículo 35 fracción IX acerca de la participación ciudadana a la revocación de mandato la izquierda decía que esto es válido porque la democracia participativa exige conocer y medir el desempeño de nuestras autoridades. Ojalá lo hicieran por seguir una metodología de avances y evolución constante del gobierno, pero no parece que vaya a ser así, sino que el objetivo es demostrar que “el pueblo bueno” quiere que López acabe su mandato y, por qué no, pueda decir que la gente lo quiere para más tiempo. 

Entonces dejemos de pensar que esta gente está actuando para dar buenos resultados, parar los homicidios y feminicidios, los quiebres de empresas, las muertes por covid, la deserción escolar o demás temas prioritarios. Esta gente ahora enfocará toda su atención en lograr que gane el “sí, que se quede” 

No solo costará algo parecido a los 528 millones de pesos, lo que costó la consulta del fin pasado, sino que nuevamente servirá de plataforma de ataque al INE. Tenemos que reconsiderar.

López Obrador afirma hacer esto como un acto de buena voluntad, de refrendar “la voluntad del pueblo”, pero todas y todos sabemos que es algo más. No solo es una manera más de este control absurdo que el presidente pretende tener, sino como decía Aguilar Camín en una entrevista el miércoles, parece ir por dos vías. Pretende hacerlo como una manera de revitalizar su gobierno, o como el primer paso para buscar la reelección, tan es así que no deja de sacar y sacar el tema a la palestra pública.   

Pareciera que no quisiera que otros tres años de gobierno terminen hundiéndolo, a él y a Morena. Que la realidad de las y los mexicanos no los alcancen. Una realidad como la que en la Ciudad de México ya permitió cambiar el contexto político electoral, y hoy esperamos que esto se expanda a nivel nacional. Porque lugar donde gobierna Morena, lugar que pierde en las elecciones.  

Por otro lado, el problema no es la realización de las consultas populares, sino la manipulación y todo lo que implican. La democracia no se creó con López Obrador, Morena, o con la 4T. La democracia empezó con los primeros diputados de oposición que llegaron a la Cámara de Diputados, que por cierto fueron de Acción Nacional. La democracia llegó a México desde hace décadas, es y persiste con o sin las mentiras presidenciales.

La democracia no es quedar bien con el presidente, la democracia no es darle la razón al poder ejecutivo, la democracia cuesta dinero y no puede operar solo de la buena voluntad. La democracia es perfectible y trasciende a las autoridades en turno. La democracia nace en México y se mantendrá mientras hayamos mexicanos que constitucional y activamente la defendamos y la construyamos todos los días y en cada rincón de este maravilloso país. Al tiempo.