En París, el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que ya se está notando el impacto de las reformas en México, en los bolsillos de la gente común y corriente.
Durante su participación en la reunión del consejo ministerial 2015 de la OCDE afirmó:
"Se nota porque está beneficiándose el bolsillo de los mexicanos. Tenemos una inflación incluso más baja que la que tiene como objetivo central el Banco de México, la inflación la última (…) que tenemos es del 2.93, y esto sin duda beneficia al consumidor.
"¿Por qué tenemos una baja inflación? Además de porque tenemos a un Banco Central que está haciendo un gran trabajo, porque las reformas están ya dando resultados y que tienen un efecto sobre la economía familiar; por ejemplo, la reducción en los precios de la telefonía, o que ya no existan cobros de larga distancia nacional; en la baja en las tarifas eléctricas tanto para las empresas como para las familias.
"Todo esto se refleja en menor inflación, mayor capacidad de compra, y por lo tanto un mercado doméstico más robusto".
Leyendo sus declaraciones, me acordé de que ellos pueden mover los precios de la electricidad como quieren y luego hacerse publicidad.
"El gobierno de México puede establecer algunas o todas nuestras tarifas de electricidad a niveles inferiores a los costos de operación a fin de mantener la asequibilidad de la electricidad, en particular, para la mayoría de nuestros clientes residenciales y agrícolas", dice la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en un prospecto de colocación de deuda entregado a la Bolsa Mexicana de Valores.
Le voy más a eso y a la caída en los precios de la energía a escala global, que a cualquier discurso que nos hable de que los mexicanos nos estamos beneficiando, porque al referirse a los bolsillos de la gente, no sé qué tanto esté seguro el secretario de que eso es real. Yo simplemente me baso en un ejercicio: Pregúntele a alguna persona que compra en el super lo mismo cada quincena si le alcanza para más desde que se habla de las reformas.
Yo le puedo decir que muchos me responden que no y hasta se ofenden, incluso, muchos de los productos que yo compro ahora me salen más caros por el alza del dólar. Mi capacidad de compra, contradiciendo al secretario, no es mayor. Yo sé que corro el riesgo de que algunos de los lectores de este espacio me tachen de pesimista y me pregunten dónde compro, cuando las reformas ya se notan en todas partes, pero esa es mi realidad.
Por lo mientras, leo en documentos entregados a la Bolsa Mexicana de Valores que la CFE pretende maximizar su capacidad de generación de electricidad actual a través de la optimización y segmentación de sus plantas de generación, la incorporación de nuevas tecnologías y el reemplazo de plantas de energía térmica que actualmente tienen un bajo desempeño.
Claro que están preocupados. La CFE, que genera 90% de la electricidad que consume este país, o 98.4% de la población mexicana, enfrentará a empresas privadas que ahora pueden invertir en generación, transmisión, distribución y comercialización.
Mientras tanto, el impacto de las reformas ya se siente en el bolsillo de los mexicanos.
RABBIT HOLE
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