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Retos de la elección para 2021

El rumbo del país a través del ejercicio libre y secreto de su voto. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

Termina 2020 y el 2021 se presenta con grandes retos. De entrada, se llevarán a cabo las elecciones más grandes que hayamos tenido en nuestra historia. No sólo se renovará la Cámara de Diputados federal; además, habrá elecciones locales destacando que en 15 entidades federativas la ciudadanía podrá elegir gobernador o gobernadora; habrá elecciones para la renovación de Congresos locales, autoridades de los ayuntamientos, alcaldías y concejales. En total más de 21 mil cargos estarán en disputa lo que representa más del 16% de los cargos electos en la elección de 2018.

Esto implicará una gran labor de coordinación entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y los 32 organismos públicos locales electorales del país para armonizar diversos procedimientos que lleven a buen puerto esta gran elección donde, según estimaciones del INE, podrían concurrir a las más de 164 mil 500 casillas que se proyectan instalar, 94 millones de electores que implicará, a su vez, una ardua capacitación a un millón 400 mil funcionarios de casilla.

Sin embargo, los retos de la elección son mayúsculos por lo que describo algunos, a saber:

· Reforzar las medidas y los protocolos en materia de salud en razón de la pandemia por el covid-19 que, hasta donde vemos, tendremos presente aún gran parte de 2021; esto con el fin de garantizarle a la ciudadanía confianza el día de la jornada electoral para que asista a depositar el voto por el candidato, candidata, partido o coalición de su preferencia.

· Garantizar la paridad de género que materialice la reforma de 2019 que determinó la “Paridad Total” no sólo en las candidaturas, sino también en su inclusión en los tres órdenes de gobierno, organismos autónomos y municipios que se rigen por sistemas normativos indígenas. Esto lograría una auténtica igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.

· Materializar la reforma de abril de 2020 para prevenir, atender, sancionar, reparar y erradicar la violencia política en razón de género que, si bien el INE ha dictado importantes acuerdos y lineamientos al respecto, faltará observar la conducta de los actores políticos involucrados en el proceso electoral.

· Llevar a buen puerto las directrices por el que se podrá ejercer el derecho de reelección, cuidando que no sea una excusa para incumplir el principio de paridad de género.

· Establecer un proceso electoral que permita condiciones de transparencia y equidad en la contienda electoral, labor que merecerá una estricta vigilancia a las acciones y la permanente fiscalización de los recursos públicos que partidos políticos y, en su oportunidad, candidatos y candidatas ejerzan en el desarrollo de las campañas electorales.

· Vigilar que no se haga mal uso de programas sociales, programas de gobierno; que no existan pronunciamientos en favor de alguna fuerza, candidato, candidata o coalición que perturbe el desarrollo del proceso electoral, entre otros.  La oportuna intervención y las determinaciones que tanto el INE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tomen al respecto serán fundamentales.

· Avanzar hacia el uso de sistemas electrónicos que vayan abriendo brecha para su instrumentación en futuros procesos electorales como la utilización de la urna electrónica que, en una proporción menor, por ejemplo, ya fue utilizada de manera vinculante, en las elecciones locales de octubre de Coahuila e Hidalgo.

· Obtener éxito en la implementación del voto por internet que, además, de la vía postal, se instrumentará en 11 entidades federativas para recibir el voto de las mexicanas y mexicanos residentes en el extranjero de acuerdo con la posibilidad que sus respectivas legislaciones electorales locales les otorga.  Ambos mecanismos, tanto la puesta en marcha de la urna electrónica como el voto por internet deben ser vistos como referentes que traerán múltiples beneficios a nuestra democracia, resaltando los siguientes:

o Optimización de los tiempos para el procesamiento de información, incluyendo por supuesto, la emisión de resultados electorales prácticamente en tiempo real.

o Abaratamiento, en un mediano plazo, de los costos de elecciones que, para los indicadores económicos que se registran en nuestra sociedad, serían muy importantes, entre varios aspectos más.

Estas breves referencias son algunos aspectos que, desde mi concepción, son retos que determinarán el buen desarrollo de las elecciones de 2021 para dejar exclusivamente en manos de la ciudadanía, como debe ser en cualquier democracia, el rumbo del país a través del ejercicio libre y secreto de su voto.