La reputación es una de las vertientes más importantes en el tema de la imagen pública. Con el desarrollo tan acelerado que están experimentando los medios digitales y las #RedesSociales, los riesgos se han incrementado para todos quienes participamos en ellos.
La investigación debe actualizarse a paso acelerado.
Urge un cambio de paradigma. En los gobiernos, universidades, organizaciones de la sociedad civil, agencias de opinión, despachos de consultoría y empresas de cualquier tamaño se requiere un cambio en la forma y procedimientos para diseñar y operar las estrategias de comunicación.
Los golpes a la reputación son mayores y más frecuentes.
Sin embargo, los modelos metodológicos y técnicos de prevención y gestión que dieron buenos resultados en el pasado para hacer frente a situaciones de conflicto y crisis, son poco útiles en el nuevo escenario.
En los últimos años, los avances han sido mínimos.
Por eso resulta significativo que se haya organizado en México la primera Conferencia Nacional de Continuidad de Negocio y Manejo de Crisis (@ConcriMx/concrimexico.mx) para dar respuesta a dicha necesidad.
El cuidado de la imagen es prioritario en las estrategias.
La reputación es, sin duda, uno de los valores más apreciados por los personajes públicos y las instituciones. Cuando se logra una buena percepción, se mantiene la confianza de la gente, se gana la preferencia electoral mayoritaria o el prestigio y la aprobación de la ciudadanía.
También se facilita el retorno de inversión.
Cuando la reputación entra en situación de riesgo o crisis en los medios de comunicación, los costos y consecuencias pueden ser devastadores. En una situación así, ocultar o negar el conflicto no lo resuelve.
Y más si el origen es el escándalo.
Por ello, es necesario estar preparados para prevenir y hacer frente a este tipo de situaciones con mayor eficacia en un escenario en que los medios digitales y las redes sociales han transformado profundamente el nuevo espacio público.
¿Cómo se ponen en riesgo la reputación?
- Por la falta de cuidado en las acciones cotidianas, por negligencia o el exceso de confianza en lo que se dice, aún tratándose de reuniones privadas.
- Por el desconocimiento de cómo operan los nuevos medios, cuáles son sus códigos y cómo se debe interactuar con los millones de personas que participan en ellos.
- Por delegar en terceros toda la responsabilidad de la imagen personal o institucional (por ejemplo, en un Community Manager), sin tener definidas, con absoluta claridad cuáles son sus responsabilidades y alcances.
- Por no conocer a fondo a nuestros adversarios.
- Por no saber con precisión cuáles son nuestros objetivos, quiénes son nuestros aliados, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y desconocer el contexto en el que debemos actuar tanto en el terreno personal, profesional o político.
- Por desatender el compromiso y constancia que exigen los nuevos medios de comunicación.
Pero eso no es todo.
Los organizadores del encuentro sobre Continuidad de Negocio y Manejo de Crisis, señalan que "el entorno geográfico, político y social en el cual se encuentra ubicado México, lo convierte en un país con alta probabilidad de ocurrencia de fenómenos perturbadores que amenacen la integridad y bienes; tanto de personas, empresas y de la sociedad en general, causando daños o impactos en la infraestructura productiva, medio ambiente, economía, etc."
La capacitación y actualización son indispensables.
El nuevo escenario nos obliga no sólo a estudiar a fondo los conceptos de resiliencia y plan de continuidad, sino a actualizar los modelos de estrategia en entornos más complejos, competitivos e inseguros. Está demostrado que es un error pensar que “a mí no me va pasar”.
Los datos disponibles son preocupantes.
De acuerdo con un estudio realizado por la London Chamber of Commerce, se detectó que de las empresas privadas que no cuentan con un Plan de Continuidad del Negocio y Manejo de Crisis:
- Una de cada 5 sufrirá una contingencia mayor durante su vida.
- 43% nunca van a reanudar operaciones.
- 80% cerrarán sus operaciones dentro de los siguientes 13 meses.
- 53% de los que reclaman un seguro, nunca se recuperan de las pérdidas causadas por el desastre.
- 90% de los negocios que pierden datos en un desastre son forzados a cerrar las operaciones dentro de los 2 años de ocurrido el desastre.
- 50% de los negocios que han experimentando una pérdida en los servicios de cómputo, serán forzados a cerrar sus operaciones dentro de los 5 años siguientes.
Hasta la fecha, no contamos con estudios a fondo de lo que sucede en el espacio político o de la imagen pública, pero es muy probable que los indicadores sean tanto o más delicados que los que aquí se acaban de mostrar.
Llegó la hora de fortalecer una nueva cultura de la prevención.
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