México vivió el domingo una jornada electoral de gran trascendencia para el fortalecimiento democrático. Ésta revela hacia dónde queremos caminar los mexicanos en los próximos tres años en que habrá una nueva recomposición política.
Las urnas fueron el termómetro para medir la temperatura de un país polarizado desde la Presidencia de México.
Y esta medición del "agua a los camotes" sirvió para determinar si se optaba por la continuidad o el cambio.
Los mexicanos eligieron a los 500 miembros de la Cámara de Diputados, 15 gobernadores y autoridades de los municipios.
La Cámara sirve de contrapeso al enorme poder del Ejecutivo y quedó probado que los mexicanos no están al ciento por ciento satisfechos con sus legisladores. Y en ese viraje aunque ganó Morena, se le movió el piso.
No obstante que Morena gana una decena de gubernaturas por ratos pareció que los votos se le escapaban.
Ya el presidente Andrés Manuel López Obrador se declaró "feliz" por los resultados al conseguir la fuerza que necesitaba en el Congreso para sortear los obstáculos a su proyecto de transformación nacional.
El Congreso quedó hoy más fragmentado con la mayor presencia del PRI y el PAN en la toma de decisiones.
¿Pero, podrá realmente AMLO terminar su mandato sin mayores escollos, blindado por un Congreso a modo?
El tiempo determinará si la operación política fue ideal y no sólo una salida emergente para la arremetida que prepara López Obrador a través de sus reformas.
A Morena le toca ahora hacer el trabajo sucio que le encomiende López Obrador aunque para ello tenga que pactar.
Según datos del Instituto Nacional Electoral, Morena no conseguía renovar su mayoría absoluta de más de 250 diputados.
Para concretar esa utopía política requiere de asociarse y tender alianzas estratégicas para asegurar que las leyes pasen sin problema en la Cámara.
El País indicó que el partido de López Obrador se queda entre los 190 y los 203 diputados. El estimado medio: 197. Le sigue el conservador PAN, con alrededor de 111, que encabeza un bloque de oposición que tampoco logra la mayoría absoluta.
Los partidos se han aliado en dos coaliciones distintas para competir en mejores condiciones por curules en la Cámara. El oficialismo se agrupa en torno a Morena sumando también el Partido Verde (PVEM) y el izquierdista Partido del Trabajo (PT). La oposición está compuesta por las formaciones de larga data PRI (viejo oficialismo; partido del expresidente Enrique Peña Nieto), PAN (conservador) y PRD (socialdemócrata), reseñó.
Un objetivo crucial para el bloque oficialista era llegar a los 334 curules que aseguran la posibilidad de pasar reformas de calado constitucional.
No la tendrá fácil AMLO en la cámara. La intención de mínimos para la alianza opositora era justamente impedir dicha mayoría calificada, algo que, a juzgar por el conteo rápido, habrían conseguido, al frenar a “Juntos Hacemos Historia” en los alrededores de los 280 puestos, indicó en un análisis.
Es aún muy temprano para determinar cómo le irá a Morena en este tránsito hacia el 2024.
Esperemos que el tren de AMLO no se descarrile en las elecciones de ese año.