En México, el modelo de relaciones laborales que estuvo vigente durante décadas en el periodo de hegemonía del partido único se caracterizó por el uso corporativo de la sindicación de los trabajadores. La aguda politización de la cuestión, con una injerencia clara desde los espacios de poder, resultó en años de una acendrada opacidad acompañada de una débil, si no es que ausente, rendición de cuentas de las dirigencias sindicales, que así apuntalaban su control sobre sus agremiados y, muy importante, sobre el uso los recursos sindicales, provenientes de las aportaciones de cada trabajador.
Lo anterior creó las condiciones aptas para la actualización de excesos y abusos de distintos líderes sindicales que, en un ejercicio de cinismo, aún hoy hacen ostentación de riquezas enormes, con residencias en México y en el extranjero, vehículos de alta gama y viajes familiares por todo el orbe. Como otra faceta negativa, se tiene a las practicas antidemocráticas que han servido para instaurar verdaderos cacicazgos, mediante los cuales los dirigentes se mantienen en los cargos de forma casi vitalicia, reeligiéndose, en algunos casos, durante décadas.
Al respecto, es importante resaltar que, a partir de los contenidos del artículo 123 constitucional, así como de lo dispuesto en el Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo -vinculante para el Estado mexicano-, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la eventual prohibición de la reelección de las dirigencias es violatoria de la libertad sindical, al constituir una intromisión en la vida y organización interna de las organizaciones que impide ejercer el derecho a elegir libremente a sus representantes.
Se debe señalar que desde el inicio del mandato del presidente López Obrador, uno de los temas de su agenda ha sido la mejora de las condiciones de los trabajadores, por lo que se dio un importante impulso a la reforma laboral correspondiente. En este sentido, en la emblemática fecha del primero de mayo de 2019, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las modificaciones en la materia a diversos ordenamientos, estableciéndose así las bases normativas orientadas a dar garantía de que los trabajadores sean partícipes de los procesos de negociación colectiva; la transformación del modelo de justicia laboral que transita del ámbito de las juntas de conciliación hacia el espacio jurisdiccional de los tribunales del trabajo; así como el aseguramiento de mejores condiciones democráticas en las organizaciones.
Sobre el último punto, alguno de los cambios más significativos implican que los trabajadores van a recibir por escrito, al menos semestralmente, un informe acerca del manejo de los recursos del sindicato; ante un proceso de expulsión de la agremiación, tendrán derecho de audiencia y a conocer los elementos de prueba que sustenten el acto; se considerará la proporcionalidad de género en la conformación de las plantillas para los procesos electorales sindicales; y la elección de las dirigencias sindicales se realizará a través del voto directo, libre y secreto de los trabajadores.
En relación con este aspecto, el pasado viernes 5 de noviembre del año en curso, se anunció que los más de 89 mil trabajadores de PEMEX decidirán quién será la secretaria o secretario general de su sindicato, utilizando para ello el Sistema Remoto de Votación Laboral (Sirvolab), desarrollado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. De acuerdo con información de la dependencia, esta plataforma tecnológica puede ser utilizada desde cualquier dispositivo que cuente con un navegador web y acceso a Internet, y únicamente estará habilitada para las personas que posean usuario y contraseña de acceso.
El proceso digital involucra el voto de las personas incorporadas el padrón respectivo; el sufragio por medio de un usuario y una contraseña, además de un código adicional que deberá ingresarse en el sistema al momento de la votación. Una vez que concluya el ejercicio comicial, se realizará el conteo electrónico y se emitirá el acta correspondiente, que será validada por los integrantes del comité electoral y por el Centro Federal Laboral.
En nuestro país, la búsqueda de condiciones laborales dignas está marcada por sucesos históricos lamentables, como las huelgas de Cananea y de Río Blanco, que implicaron un costo de vidas de obreros; también es posible advertir un uso político y corporativo de la sindicación durante un largo periodo de tiempo, mediante el cual incluso se comprometía la movilización y el voto de los trabajadores a favor de un determinado partido político. En las postrimerías del siglo pasado, aún tuvieron lugar sucesos violentos para mantener la subordinación de los integrantes de un sindicato, además de prácticas como la elección de dirigentes en asambleas a mano alzada; irregularidades en los padrones y exclusión de disidentes.
Los cambios en el modelo laboral en México crean la expectativa de estar en el umbral de nuevos escenarios para los trabajadores, en los que la democracia sea una experiencia cotidiana, con la garantía de su intervención activa en la toma de decisiones de los sindicatos. Esto es clave para recuperar los objetivos esenciales del sindicalismo, a saber, la mejora permanente en las condiciones laborales, la dignificación de los salarios y la defensa de derechos.