Asusta constatar la renuencia de las autoridades capitalinas a enfrentar el desastre causado por el sismo del pasado 19 de septiembre con una visión favorable a los damnificados.
Así ocurre, pese a que el movimiento telúrico demostró que el proyecto de ciudad impuesto por el actual gobierno local es inviable porque privilegia los intereses del capital comercial e inmobiliario sobre el interés general de sus habitantes.
Numerosas edificaciones levantadas en fechas recientes se desplomaron porque fueron construidas con la exclusiva finalidad de obtener ganancias inmediatas, no para ofrecer una vivienda digna y segura a sus habitantes.
Las características del uso de suelo, las consideraciones técnicas de construcción que deben imperar en zonas tan altamente sísmicas como en las que se asienta
Aun así, pese a que la naturaleza demostró la inviabilidad del proyecto de ciudad impuesto por el Ejecutivo local, este pretende continuar por el mismo sendero, como lo revela su Iniciativa de Ley del Programa para la Reconstrucción, Recuperación y Transformación de
En vez de convocar a los vecinos a repensar de forma incluyente y fraternal el proyecto de ciudad, la administración capitalina pretende endosarle a los damnificados los costos de la restauración. Porque el eje de su programa de restauración se basa en el otorgamiento de créditos a las víctimas del terremoto.
Reacias a respaldar a los afectados, las autoridades fingen carecer de dinero. E incluso llegan al extremo de negarse a ejercer en su totalidad los 9 mil 441 millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales, con el pretexto de que “el (próximo) sismo estimado por
(…) si se utiliza el ciento por ciento de los recursos del Fonden y tiembla mañana, no vamos a tener dinero
Afirmó para La Jornada Édgar Amador Zamora, Secretario de Finanzas capitalino.
Es decir, que se les niega ayuda a los actuales afectados para poder atender a los futuros damnificados.
Esta increíble declaración revela, en toda su crudeza, la insensibilidad del gobierno de la ciudad. Pues Amador Zamora también recomendó que “a mediano plazo, una respuesta a los terremotos sea el aseguramiento de todas las viviendas” (ibíd).
Tal afirmación indica que la respuesta del gobierno no es la transformación de un modelo a todas luces ineficaz y excluyente, sino la contratación de seguros para que engrosen sus carteras las aseguradoras.
O lo que es lo mismo, que la administración capitalina no está dispuesta a destinar recursos suficientes para remediar el sufrimiento de sus gobernados.
Pero las voces de alarma respecto de los riegos de la actual estrategia de desarrollo urbano no brotaron con el sismo.
En el manifiesto “Por la ciudad que queremos”, dirigido a los habitantes de
“Es posible construir, entre todos, un proyecto de ciudad en el que se haga realidad el respeto, la protección y la realización de todos nuestros derechos. La forma en la que hoy se conducen los órganos de gobierno, así como el proyecto de ciudad y las políticas que nos han impuesto, en particular las de desarrollo urbano y ambiental, son contrarias al proyecto de ciudad que queremos la mayoría de quienes la habitamos”.
Por eso, para darle voz a la ciudadanía, sobre todo a las personas afectadas por el sismo, la bancada de Morena en
En el evento celebrado este miércoles 11, informamos a los vecinos sobre las iniciativas de ley tanto del Jefe de Gobierno como de los legisladores de Morena en torno de la restauración de nuestra capital.
Destacamos que la tarea de la restauración es de todos, que no le corresponde, en exclusiva, ni a los partidos ni a la administración capitalina. Que le concierne, de manera primordial, a los vecinos y de forma muy relevante a los afectados por el movimiento telúrico.
Asimismo, en nuestra Iniciativa de Ley de Reconstrucción demostramos que sí hay dinero para pagarla. Por eso propusimos la creación de un Fondo de Recursos para el Programa de Reconstrucción de por lo menos 35 mil millones de pesos, el cual se asienta en cifras oficiales.
En resumen, los diputados de Morena nos pronunciamos por que no sean los créditos el motor de la restauración y por que los afectados no paguen ni un peso por la reconstrucción.
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