¿Quien es el responsable de la muerte de 85 personas en Tlahuelilpan? ¿Quien o cómo se rompió el ducto? ¿Quién llamó al saqueo? ¿Quién estaba ahí, bajo cualquier circunstancia, y por qué?
¿Lo ocurrido tiene qué ver con la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de iniciar una guerra contra el huachicoleo?
¿Fue una fuga en el ducto? ¿Algún cártel del narcotráfico intervino y cómo participó? ¿Quiénes son los mandos militares en la región y civiles estatales y federales que vieron avanzar y crecer a la masa de gente desde las 17:00 horas y hasta el estallido casi dos horas después? ¿Cómo fue que llegaron decenas de vehículos y gente con garrafones para llenarlos de gasolina? ¿Qué causó el estallido?, porque por ahora se habla de ropa sintética y que la fricción y el gas propiciaron la explosión.
¿Se sabe quiénes son los lideres huachicoleros en esa zona de Hidalgo? ¿Tienen alguna relación las mantas que manos anónimas colocaron en Pachuca para amenazar a huachicoleros?
¿Por qué militares y policías permanecieron expectantes y a prudente distancia del lugar donde estaba la fuga? Hay un video divulgado por El Universal en donde se puede ver que advirtieron del inminente riesgo de explosión, a las víctimas, que eso son: víctimas.
¿Qué está haciendo la nueva Agencia Nacional de Investigación, a cargo del general Audomaro Martínez, heredera del CISEN, acaso dejó “de espiar a políticos” pero también dejó de hacer inteligencia?
¿Qué puede llevar a la población a exponerse a una muerte tan terrible, como el hecho de ver cuerpos carbonizados o la gente corriendo envuelta en llamas? ¿Por qué Amado Cruz, un albañil que trabajaba cerca del lugar terminó ardiendo? ¿Por qué las dos hijas de Luís, de 32 años, menores de edad estaban ahí y ahora tienen su cuerpo quemado en un 80 por ciento?
¿Por qué Christopher Neri tenía más de 24 horas buscando desesperado a su padre, don Lorenzo, un hombre dedicado al campo según su hijo?
Punto y aparte. En los lamentables sucesos de Tlahuelilpan, Hidalgo, evidencian quizá los límites de la militarización. Las imágenes donde se aprecia a la policía local que no hace presencia firme en el lugar, y los militares a la distancia muestran con crudeza que los militares no tienen ni las herramientas ni el entrenamiento para frenar grandes grupos como el de Tlahuelilpan. Días antes un policía murió a manos de presuntos huachicoleros y varios soldados fueron secuestrados por pobladores. Sí, en Hidalgo.
Punto final. La designación de Alejandro Gertz como fiscal general de la República tomó a muchos por sorpresa y dejó a muchos sorprendidos. Un par de semanas antes eso estaba cocinado.