Los Organismos Autónomos son órganos públicos porque nacen y se configuran directamente en la Constitución de la República o en las de los Estados de la Federación; tienen autonomía técnica, es decir deben atender eficazmente asuntos primordiales del Estado en beneficio de la sociedad, por su especialización e importancia social requieren de autonomía; tienen facultad para expedir normas que los gobiernen, así también, capacidad para definir sus necesidades de gasto, y administrar el dinero que le sea asignado, es decir gozan de una autonomía financiera, presupuestal y administrativa y aunque guardan una relación con los poderes de la Unión su justificación de creación fue la necesidad de limitar los excesos del Gobierno.
¿Qué Organismos tienen la calidad de autónomos?
Entre ellos el Banco de México; el INE; el INAI; la CNDH; la UNAM y otras Universidades de los Estados; la Fiscalía General de la República; la Comisión Federal de Competencia Económica; la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social; Instituto Federal de Telecomunicaciones; el INEGI.
Con respecto a estas instituciones autónomas, lo que ha dicho el presidente López Obrador es que son muchísimas y la sociedad no sabe que existen, porque nunca hicieron nada en favor del pueblo. Algunos Organismos como la Comisión Reguladora de Energía, ya no tienen razón de ser, ya que la reforma petrolera se hizo para privatizar petróleos mexicanos; y la reforma energética para darle a los particulares la posibilidad de que produjeran de energía.
El presidente sólo ha cuestionado la eficiencia de estos Organismos con relación al presupuesto que se les destina, ya que de acuerdo a la Constitución, él juró cumplir y hacer cumplir el marco jurídico constitucional y las leyes que de él emanen, así también con los tratados que el Gobierno Mexicano ha suscrito con otras naciones y con organismos internacionales, por otro lado, el artículo 134 obliga a la Federación, a los estados y a los Municipios a que los recursos que tengan se deben de administrar con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez, para satisfacer los objetivos a que están destinados.
Lo que el presidente de la República López Obrador quiere es que se fiscalicen los recursos de los organismos que gozan de autonomía para que respondan de la aplicación del dinero, porque este dinero sale de nuestros impuestos.
Cobra vigencia la base considerativa de la propia reforma constitucional en la materia ANTICORRUPCIÓN que señala “La corrupción en México es un tema que se relaciona transversalmente con otros rubros torales, tanto de competencia pública como de incumbencia privada, que de manera urgente es menester incorporar en la agenda nacional: la rendición de cuentas, la transparencia, el respeto al Estado de Derecho, y por supuesto, la consecución del Bien Común”.
En lo que entendemos que fiscalizar es uno de los pilares del sistema que combate la corrupción en el país, en ningún momento el presidente López Obrador ha dicho que quiere desaparecer a los Organismos Autónomos, como el INAI, la CNDH y particularmente el Instituto Nacional Electoral, lo que sí ha dicho es que está a favor de la fiscalización que la propia constitución prevé para los Órganos Constitucionalmente Autónomos.
El modelo Anticorrupción contiene en sí un Sistema Nacional de Fiscalización, buscando la coordinación entre los órganos encargados de ejercer esta labor, integra el modelo de planeación, que va íntimamente ligado a la rendición de cuentas, ya que fiscalizar permite conocer si el presupuesto fue ejercido de acuerdo con las disposiciones previstas, es decir que se ajustan a las metas y objetivos de los programas y servicios públicos o fines del recurso que les fue administrado del erario público, y si se están cumpliendo los principios de eficacia, economía y eficiencia que son base constitucional de la administración de los recursos públicos.
La fiscalización es vital en la planeación, ya que es un ejercicio de análisis en los planes, presupuestos y programas, para tener certeza de una adecuada revisión de los logros y resultados de la gestión financiera, lo que implica la vinculación de las actividades de planeación y presupuestación, y este ejercicio no puede ser excluido ningún ente de la administración y menos aquellos de génesis constitucional.
El problema de México es la corrupción, ya que es la causante principal de la desigualdad y de la tragedia nacional que padecemos, en gobiernos anteriores era casi un modelo político y un ejercicio sistemático y sistémico. Para que haya un cambio verdadero debe de haber un compromiso verdadero del Gobierno con su sociedad, así la existencia de los Órganos Constitucionalmente Autónomos no implica eximir de forma alguna de los mecanismos de control, mucho menos de los sistemas anticorrupción, pues el mecanismo de control constitucional debe de aplicarse a todos ellos.
Los privilegios se acabaron o como decía Confucio, en un buen gobierno es una vergüenza que haya pobres, en un mal gobierno es una vergüenza que haya ricos.