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¿Qué sigue en el combate a la corrupción?

El reto para el año que viene será dar más y mejores resultados en el combate a la corrupción. | Octavio Díaz

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Escrito en OPINIÓN el

La idea: Una de las principales banderas del presidente López Obrador ha sido el combate a la corrupción. A un año de haber iniciado su gobierno hay muestras claras de que se está combatiendo. Si bien otros asuntos empiezan a dominar las noticias, el combate a la corrupción debe seguir siendo una prioridad.

Este primer año de gobierno fue abundante en investigaciones sobre casos de corrupción. Aunque diversas instituciones han estado trabajando en el combate a la corrupción, ha destacado la labor de la Unidad de Inteligencia Financiera. Por lo menos los casos más sonados en los medios de comunicación han derivado de investigaciones que lleva a cabo esta Unidad.

Esta experiencia ha demostrado que seguir la huella del dinero es una de las mejores estrategias para detectar corrupción y castigar a los corruptos. Con un buen mecanismo de captación de declaraciones patrimoniales y la disponibilidad de herramientas informáticas que permitan analizar bases de datos bancarias y de registros públicos de la propiedad o del comercio, se podrá también identificar casos de enriquecimiento ilícito.

No se debe descartar también el realizar labores de inteligencia que permitan identificar redes de vínculos entre empresarios proveedores del gobierno y funcionarios públicos, con el fin de detectar conflictos de interés que no siempre son fáciles de identificar. Por ello, no se debe confiar solo en las declaraciones de conflicto de interés que hagan los servidores públicos, sino tratar de verificarlos.

La intervención de la Secretaría de la Función Pública (SFP) también ha sido relevante. No solo se combaten casos de administraciones pasadas, sino que también se investiga a funcionarios de la presente administración tales como las denuncias a “superdelegados” y otros funcionarios del actual régimen, con lo cual dicha Secretaría ha demostrado su independencia y compromiso con la integridad.

También ha habido iniciativas importantes desde la SFP tales como el lanzamiento de la plataforma “Ciudadanos Alertadores Internos y Externos de la Corrupción”, la propuesta de cinco ejes estratégicos de la Secretaría y el lanzamiento reciente de la App para celulares “Denuncia Paisano” con la cual los paisanos que vienen a visitar a sus familiares esta temporada navideña, podrán denunciar actos de corrupción.

Un esquema muy importante para prevenir la corrupción, es la certificación de empresarios contra la corrupción que ha lanzado también la SFP y que se materializa a través del Padrón de Integridad Empresarial.

En él, las empresas que deseen participar en procesos de contratación con el gobierno, deberán publicar sus códigos de conducta, sistemas de control y vigilancia, sistemas de denuncia contra la corrupción, procesos de capacitación, políticas de recursos humanos y mecanismos de transparencia. El gobierno federal otorgará el distintivo de integridad empresarial a las empresas que cumplan con ciertos estándares de honestidad y transparencia.

Los Órganos Internos de Control (OIC) que dependen de la Secretaría de la Función Pública son elementos clave en el combate a la corrupción. Estos se encuentran todavía en proceso de completar sus cuadros directivos pues aún están pendientes nombramientos de algunos titulares de los OIC y de titulares del siguiente nivel jerárquico (Auditoría, Quejas y Responsabilidades).

Para ello la secretaria, Dra. Irma Eréndira Sandoval, ha anunciado que privilegiará que dichos puestos sean ocupados por mujeres y hará una convocatoria para concursar esas vacantes.

Un aspecto alentador es que la secretaria Sandoval, no permitió que se le impusiera el nombramiento de los titulares de los OIC y les está dando mayor independencia a estos órganos al hacer que presupuestalmente dependan directamente de la SFP, además de la independencia técnica y jerárquica que ya tenían.

Debido a las medidas de austeridad en los OIC será necesario que la SFP revise sus formas de operación a fin de hacer más eficaz y eficiente su trabajo.

Por ejemplo, en administraciones anteriores se sobrecargó de tareas a los OIC, las cuales no tenían impacto relevante en las instituciones. En ese sentido sería conveniente romper inercias, abandonar programas que no agregan valor y mejorar los sistemas de información de la SFP.

En cuanto a los programas de trabajo de los OIC, valdría la pena impulsar la realización de auditorías del tipo de cumplimiento financiero y normativo e incluso auditorías forenses para auxiliar en la detección de actos de corrupción.

Por su parte, el Sistema Nacional Anticorrupción se ha visto poco y no se percibe que dé resultados. Dicho Sistema ha quedado trunco porque siguen sin nombrarse los magistrados anticorrupción en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y si bien ha habido reuniones del Comité Coordinador, no han salido acciones de impacto de dichas reuniones.

Un avance fue ponerse de acuerdo en los formatos para la declaración de situación patrimonial. En contraste, la Política Nacional Anticorrupción sigue sin aprobarse.

Este año ha sido de grandes cambios para reorientar a las instituciones a una política de austeridad e integridad en la gestión pública. El reto para el año que viene será dar más y mejores resultados en el combate a la corrupción.