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¿Qué es la democracia para los mexicanos?

Según la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020 52% de la población considera estar satisfecha con la democracia que se tiene hoy en México. | Leonardo Bastida

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Escrito en OPINIÓN el

El próximo domingo se llevará a cabo una de las jornadas electorales más vastas en la historia del país, debido a la intersección de múltiples procesos electorales municipales, estatales y federales, y más esperada, en el sentido de ser el único ejercicio previo a los comicios electorales presidenciales de 2024, que permitirá medir el poder de convocatoria del Movimiento de Regeneración Nacional, que hace tres años obtuvo gran parte de los puestos populares en disputa. 

Este 6 de junio se van a elegir 300 diputaciones federales por el principio de mayoría relativa y 200 diputaciones federales por representación proporcional, además de 19 mil 915 cargos en las 32 entidades federativas, de los cuales, 15 son para gobernadores, y 31 de elección extraordinaria en Hidalgo. 

A diferencia de otros procesos electorales, en esta ocasión hay elementos únicos que les dan otro cariz. Por ejemplo, por primera vez se contemplaron candidaturas para las poblaciones LGBTTTIQ+, indígenas y con discapacidades, incluyéndoles en la agenda política, algo que no había ocurrido antes. También entró en vigor un protocolo para evitar que se otorgaran candidaturas a quienes hayan cometido algún acto de violencia en contra de las mujeres. 

Lamentablemente, estos comicios han estado envueltos en la violencia y han sido los más violentos en la historia moderna y contemporáneas del país, pues se han registrado 782 agresiones en contra de candidatos, de las cuales, 88 han sido asesinatos.  

En medio de la vorágine electoral se dieron a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020, elaborada en conjunto entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Nacional Electoral, en la cual se resalta la relevancia que tiene el voto para la población mexicana, pues 80 por ciento indicó estar de acuerdo con la frase de que “el voto sirve para que haya un mejor gobierno”. 

Otros datos reflejan que casi tres cuartas partes de la población mexicana ha escuchado o sabe lo que es la democracia y 65 por ciento considera que la mejor forma de gobierno es la democrática aunque más de 15 por ciento opinó que en algunas circunstancias, un gobierno no democrático puede ser mejor. 

En cuanto a niveles de satisfacción, la opinión está dividida pues 52 por ciento de la población considera estar satisfecha con la democracia que se tiene hoy en México, y 46 por ciento afirmó sentirse poco o nada satisfecho.

La participación comunitaria es muy relevante para la mayoría de las personas en nuestro país, casi 98 por ciento aseguró estar al pendiente de los asuntos de su comunidad o su localidad. 

Ante estos datos poblacionales, y ante el panorama de una oferta electoral plagada de coaliciones, incluso algunas históricamente insostenibles, valdría la pena reflexionar sobre cómo se ejerce la ciudadanía hoy en día, y sobre la efectividad de las instituciones políticas y las posibles respuestas que dan a la ciudadanía.

Las autoridades electorales presumen de una democracia sana y en vigor, pero las cifras de la Encuesta abren el camino a replantear los rumbos de la democracia, quedando pendiente el replanteamiento de la estructura partidaria actual y los recursos destinados a la misma, pues el hecho de que casi 50 por ciento de la población no esté de acuerdo con el sistema político actual indica que es necesario revirar el rumbo. 

Los gastos excesivos en campañas, la falta de transparencia de las instituciones políticas, la falta de atractivo para el involucramiento de los sectores más jóvenes de la población en la vida política, la urgencia de facilitar las candidaturas independientes, las reformas a las leyes electorales vigentes, la inclusión de los sectores más vulnerables de la población en las fórmulas políticas, el refuerzo del combate a la violencia política de género y a la violencia política en general son asuntos que después del 6 de junio deben de tomarse en cuenta para los siguientes ejercicios electorales.