El dilema sobre la crisis que se vive en el estado de Puebla –por la muerte de José Luis Alberto Tlehuatle Tamayo-, parece haber llegado a un callejón sin salida. ¿Cuál?
El que plantea la gran interrogante del conflicto. Es decir, que una de las dos partes, sea el gobierno de Rafael Moreno Valle, sea el grupo opositor al mandatario poblano, está mintiendo.
Pero además, y acaso más grave, las dos partes están utilizando la vida de un menor como herramienta política para combatir al adversario.
¿Por qué decimos que uno de los dos miente?
1.- Porque si bien es cierto que el gobierno de Puebla aceleró la aprobación de la Ley Bala, y con ello otorgó facultades a la policía estatal para dispersar con balas de goma a las multitudes, también es cierto que no hay un solo indicio del uso de esas balas.
2.- Suponer que el niño José Luis Alberto Tlehuatie Tamayo murió a causa de un disparo con una bala de goma, implica que por lo menos debe aparecer una bala de goma, ya no se diga una ráfaga de balas de goma. Más aún, todas las armas que emplearon los policías pudieron haber disparado balas de goma. ¿Dónde está una sola de esas balas?
3.- Por otro lado, tanto comuneros como políticos opositores al gobierno de Moreno Valle –especialmente la perredista Roxana Luna Porquillo-, insisten en negar que el niño José Luis pudo haber muerto a causa de un petardo.
4.- Lo curioso, sin embargo, es que en este caso sí hay muestras de sobra de que se utilizaron petardos, todos los videos dejan ver que los comuneros lanzaron a diestra y siniestra esos proyectiles detonantes, y existen videos en donde, incluso, algunas personas se dan a la tarea de recolectar los cascajos de los petardos.
5.- Más aún, en su primera declaración, la madre del niño, aceptó que su hijo recibió un cohetón en la cabeza, y un médico que ofreció los primeros auxilios al niño, corroboró esa versión.
¿Quién miente? ¿Por qué miente? ¿Quién y por qué tirar al gobernador Rafael Moreno Valle? ¿Ya se les olvidó que Moreno Valle llegó al poder gracias al apoyo “de todos contra el PRI”? ¿Será que ya se arrepintieron los perredista, panistas, petistas, etcétera?
Lo cierto, más allá de que una de las partes miente, es que existe un poderoso grupo político detrás de los comuneros inconformes y de los políticos opositores a Moreno Valle, que tiene claras intenciones electorales. ¿Por qué?
Porque luchan por la sucesión poblana y por la sucesión presidencial.
Al final, un dato nada despreciable. ¿Saben por qué inició el conflicto?
De miedo. Porque en San Bernardino Chalchihuapan el registro civil vendía actas de nacimiento a migrantes de todo el mundo; centroamericanos, sudamericanos, asiáticos, etcétera.
Un gran negocio de los pillos dedicados a la política. Al Tiempo.