El Instituto Nacional Electoral (INE), en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), presentó la convocatoria del Programa Nacional de Impulso a la Participación Política de las Mujeres a través de Organizaciones de la Sociedad Civil 2022.
Este programa es un ejercicio importante para el desarrollo de las mujeres en espacios de liderazgo político libres de cualquier tipo de violencia; de la mano de las Organizaciones de la Sociedad Civil; es decir, de agrupaciones constituidas por personas que a través de lazos asociativos y de cooperación realizan actividades de defensa y respeto a los derechos políticos y electorales de las mujeres en México.
Dicha participación consiste en brindar apoyo o asistencia a mujeres que buscan acceder a cargos de elección popular o a quienes ya desempeñan funciones de dirección sin fines de lucro ni de proselitismo partidista, político, electoral o religioso; pues no persiguen beneficios personales sino sociales y comunitarios, trabajando para garantizar el derecho de las mujeres a ejercer su participación política y electoral como clave para generar condiciones de mayor corresponsabilidad de los gobiernos, la ciudadanía, la democracia y la igualdad sustantiva.
Aunado a que una de las principales fortalezas de la intervención activa de las Organizaciones de la Sociedad Civil en materia de participación política de las mujeres recae en su integración por personas conscientes de la desigualdad, violencia, estereotipos y brechas de género, tales como:
· Techos de cristal.
· Suelo pegajoso.
· Techos de cemento.
· Techos de diamante.
· Violencia política en razón de género.
Quienes integran estas organizaciones son personas decididas a sumar voluntades, compartir objetivos y realizar acciones para el acceso efectivo y material de las mujeres a los derechos políticos y electorales; siendo su mayor y más valiosa herramienta de cambio social para abrir puertas a la igualdad de oportunidades, en el que todas puedan aprovechar al máximo sus capacidades.
En este sentido, el objetivo es destacar el papel de las mujeres en la construcción de un mejor país a través de la participación equilibrada, justa, legal y, por supuesto, libre de violencia, asegurando que al igual que los hombres, las mujeres en toda su diversidad y pertenecientes a grupos históricamente discriminados tengan una participación y representación igualitaria en la vida democrática de nuestro país.
Se destaca también que las organizaciones de la sociedad civil lograron en 2020 que México se convirtiera en el primer Estado latinoamericano en asumir una política exterior feminista a través del fomento a políticas públicas, evaluaciones, desarrollo de proyectos favorecedores en materia de igualdad, no discriminación, perspectiva de género y la atención diferenciada a pueblos y comunidades indígenas, personas afromexicanas, juventudes, entre otros.
Por tanto, la sinergia entre el INE, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y las Organizaciones de la Sociedad Civil permitirá identificar áreas de oportunidad y mejora de resultados para consolidar las tareas estratégicas en la materia.
Para esta ocasión, las organizaciones participantes desarrollarán los temas siguientes:
· Proyectos de promoción de los derechos humanos, políticos y electorales de las mujeres y actividades de difusión innovadoras.
· Desarrollo de agendas y planes de acción que incidan en políticas públicas de igualdad.
· Prevención, asesoría, atención y acompañamiento jurídico a casos de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.
· Proyectos de continuidad.
Definitivamente, la edición 2022 del Programa Nacional de Impulso a la Participación Política de Mujeres, a través de sus capacidades, las organizaciones de la sociedad civil que coadyuven con el Instituto a desarrollar proyectos dirigidos a distintos perfiles de población, deberán priorizar el combate y erradicación de la Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género, la participación de mujeres indígenas, igualdad sustantiva y políticas públicas innovadoras, trabajando de la mano con las mujeres y sus comunidades.
Con estos enfoques podremos lograr una sociedad más justa, equilibrada a igualitaria que coadyuve a generar sociedades incluyentes y de mejor convivencia.