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¿Primeros los pobres?

Primeros los pobres. ¿Primeros para qué? ¿Para utilizarlos electoralmente o como carne de cañón de sus intereses políticos?. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

Cada que puede, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice: "primero los pobres". ¿Primeros para qué? ¿Para utilizarlos electoralmente o como carne de cañón de sus intereses políticos?

Una gran mentira que los pobres estén primeros en la agenda presidencial. Si así fuera, los de la 4T harían hasta lo imposible por garantizarles alimentos.

Y en ese contexto, los campesinos que producen alimentos y aportan estabilidad social a México están, paradójicamente, en la miseria.

Casi todo lo que hay en tu mesa viene del campo. Y los políticos ¿qué producen? ¡Nada!, y pese a esta realidad el Estado prefiere apoyar a los partidos políticos con millonarias sumas de dinero mientras el campo agoniza.

Según el Coneval, se ha reportado en los últimos años un aumento significativo de la pobreza. Se estima un aumento de 8.9 y 9.8 millones de pobres que hoy no pueden cubrir el costo de sus alimentos debido al impacto que tuvo la pandemia sobre sus finanzas.

Las transferencias de dinero que el Gobierno de AMLO hace dentro de su política social son “medidas temporales”, de acuerdo con Coneval.

Las poblaciones más depauperadas del país no tienen qué comer pero según el Gobierno todo está bien y lo que ocurre actualmente es temporal.

Pero mientras esto ocurre, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó destinar cinco mil 239 millones de pesos para el financiamiento público de los siete partidos nacionales.

El presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo que "el dinero es indispensable para las campañas, pero no es determinante para el triunfo en las urnas".

Pero y ¿por qué si los políticos quieren participar no lo hacen con recursos propios o de sus agremiados? ¿Por qué tenemos que ser los mexicanos quienes debamos pagar para la factura que un grupo de vivos quieran sacarse la lotería sin trabajar y menos comprarse el cachito?

Política le llaman a la manera más vil de conseguir dinero por la vía del robo.

Y hay que decirlo: sigue el saqueo imparable de las arcas y podrá argumentar el actual Gobierno que antes robaban más y, efectivamente, es cierto pero robar es robar sea mucho o poco y hoy lo siguen haciendo.

Las ollas están vacías en muchos hogares de México y, particularmente, en estados del sureste como Oaxaca, Chiapas y Guerrero; los campesinos lucen desesperados, al borde de la histeria.

Sobra decir que no hay empleos y los que existen son mal pagados. La situación económica se agrava y en el campo político hay un despilfarro, por parte de quienes gobiernan o aspiran gobernar.

No hay un equilibrio entre los que mucho tienen y los que sólo piden oportunidades e ingresos para poder llevar alimentos a sus casas.

No es lejana la posibilidad que, desde el campo, venga la protesta por las penurias que enfrentan los campesinos para adquirir productos básicos y medicinas.

Cada vez los niños del campo toman menos leche y sólo se alimentan con frijoles y tortillas porque no hay para carne. El kilogramo de carne bordea los 130 pesos, más de un sueldo mínimo diario.

Más de once millones de mexicanos que radican en los dos mil 457 municipios del país fueron clasificados como población en situación de pobreza extrema con carencia alimentaria, según la propia Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).

Es una vergüenza lo que pasa en México. Indigna que no haya un mejoramiento en alimentación, salud, educación, vivienda y servicios básicos.

Según el INEGI, en México mueren cada año aproximadamente 8,500 personas a causa de la desnutrición, de ellos, un promedio de 850 tenían menos de 5 años de edad.

Datos de la Secretaría de Salud revelan que anualmente se enferman en el país más de 170 mil personas por la falta de alimentos; todo ello, en un contexto en el que más de 28 millones de mexicanos viven en vulnerabilidad por carencia de acceso a la alimentación, y 11.7 millones en condiciones de pobreza extrema.

El panorama está difícil y no hay salida a corto plazo.

Y eso que para el populista de Andrés Manuel López Obrador primero están los pobres.

Así no se puede, presidente.