Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México acordaron que en caso de que la inflación no ceda, tendrán que aplicar medidas más agresivas para que este indicador disminuya y se alcance la meta de 3% anual.
La decisión de elevar la tasa de interés en 0.50 puntos se mantendrá en los siguientes meses e incluso, podría llegar a 0.75 puntos tal y como lo propuso la subgobernadora Irene Espinosa. Nos cuentan que no se acordó un mayor incremento para no sorprender a los mercados financieros, quienes habrían reaccionado con nerviosismo.
En este momento, se actúa en línea con la Reserva Federal de Estados Unidos, sin embargo, se anticipa que la inflación muestre un repunte en los meses de abril y mayo para empezar a desacelerarse… pero todo eso dependerá de los factores externos e internos.
Lo que más preocupa al interior del Instituto Central es que puedan presentarse sorpresas negativas que impacten en el rumbo de este indicador.
Entre los factores externos que son una amenaza para la inflación están: el surgimiento de nuevas variantes del covid-19 que lleven a un nuevo confinamiento, la agudización del conflicto entre Rusia y Ucrania, mayores problemas con las cadenas de suministro, crecientes restricciones para el comercio internacional derivado de las sanciones a Rusia y que la inflación en Estados Unidos no ceda en los siguientes meses.
A pesar de que el fenómeno de la inflación alta está presente en la mayoría de las economías del mundo, también hay factores de política interna que tienen un efecto importante, tal es el caso de la violencia e inseguridad que impactan el precio de algunos productos de consumo generalizado, tal es el caso del aguacate.
Pero ya sea que provenga de afuera o de adentro, no hay ninguna duda que la inflación es un grave problema social porque se pierde poder adquisitivo y los salarios no aumentan al mismo nivel que los precios.
En este momento, nos dicen, lo importante es mantener las decisiones de política monetaria hasta que la inflación empiece a ceder, aunque el alza en las tasas de interés sí tendrá un efecto relevante sobre la colocación del crédito bancario.
Por ahora, la principal recomendación de los especialistas es limitar el uso del dinero plástico, sobre todo de los préstamos y tratar de ahorrar para aprovechar el nivel de las tasas. Es importante consumir sólo lo necesario a través de financiamiento y pagar las deudas que se contrataron a tasa variable.
Respecto al crecimiento económico, el Banco de México podría seguir ajustando a la baja su pronóstico en los siguientes meses, el que descendió de 2.4 a 2.1%, no obstante prevalece un clima de incertidumbre que podría generar un menor dinamismo. Hay quien dice que para el cierre del 2022, el avance del Producto Interno Bruto (PIB) no alcanzará el 2%, incluso podría quedar muy por debajo de esa cifra.
Así las cosas…