Dice el señor Jesús Zambrano, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que el muy reciente partido político nacional Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) “no es nuestro principal enemigo y ni nos quita el sueño”.
En realidad tiene razón el señor Zambrano. Para el PRD, como para los militantes que aún subsisten en este partido –a pesar de los esfuerzos de sus dirigentes por anularla—, el principal enemigo del PRD es la dirigencia perredista. Y sí, a los militantes de este partido, que nació el 5 de mayo de 1989 para aglutinar a la izquierda mexicana, les debe quitar el sueño el tono, el modo y el contenido con los que los han conducido hacia esa catástrofe ideológica que hoy es.
Cierto. MORENA no es el principal enemigo de ‘los Jesusos’: Aunque al hacer esta afirmación el señor Zambrano reconoce que sí es ‘su enemigo’, aunque, a saber, en política –dirían los clásicos- no hay enemigos, sino “adversarios”… pero bueno, el señor Zambrano los ve como enemigos.
Lo dicho, el principal ‘enemigo’ del PRD es su dirigencia, pero también el gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido político, el Partido Revolucionario Institucional (PRI): ese mismo gobierno y partido al que se han aliado, con el que han querido alcanzar poder y gloria y con el que pactaron reformas ‘estructurales’ más en tono de derecha que de su original naturaleza de izquierda… o, mejor ¿en dónde está la izquierda en todas estas reformas estructurales?
Quizá estén en lo que el mismo señor Zambrano afirma en entrevista con Carina García: “[El gobierno mexicano] demostró que no cumple la palabra empeñada, aunque en campaña Peña Nieto decía que lo que firmaba, lo cumplía”. Así que el señor Zambrano también peca de ingenuo al exigir que el gobierno que tiene su propia agenda le deba cumplir en un Pacto para el que tanto derecha como ‘izquierda’ fueron utilizadas…
Así que el PRD, su dirigencia, digo, se conforma con el mayor número de representantes en tales o cuales instituciones, consejeros, comisionados, delegados: Con lo que lo único que consiguen es retacería de poder para su cúpula y para sus compromisos políticos hechos de ambiciosos de influencia y de salario quincenal: ya no una representatividad militante, y ni siquiera simpatizante; ya no una transformación de país y ni siquiera una doctrina social…
El PRD ha tenido que aliarse con el PAN para conseguir gobierno: Eso los hace semejantes. Eso los transforma en un solo, como ocurre en Oaxaca y el gobierno fracasado del señor Gabino Cué, al que apoyaron y del que han sido expulsados.
¿Poder? ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Hicieron algo en Oaxaca para sacar de la miseria, la pobreza, la ignorancia, la migración y el abandono a la entidad? ¿Para eso querían el poder junto con su semejante, el PAN?
¿O acaso está el PRD actual en el gobierno del Distrito Federal con el señor Miguel Ángel Mancera que cada vez que escucha que llegó ahí por el Partido de la Revolución Democrática hace la señal de la cruz y sale huyendo? ¿Deveras gobiernan ‘los Jesusos’ en el DF a través del señor Mancera de talante antisocial y demacrado?
¿Qué hicieron con la izquierda mexicana estos señores? ¿Qué pasa con esa izquierda que no encuentra cabida en un partido político, el PRD que muy pronto se encontró con que no era de izquierda? ¿Deveras MORENA no les quita el sueño? ¿No es su ‘principal enemigo’?...
MORENA tiene el síndrome del heredero. Es heredero de una sedicente izquierda en el PRD, igual que el PRD heredó personalidades y costumbres del PRI en su integración, con lo que anularon a la izquierda histórica de este país.
MORENA llega para aglutinar a gente que no está a gusto en el PRD y que busca esa movilidad social que ya se agotó ahí; y que busca liderazgos, acaso en Andrés Manuel López Obrador, quien es el eterno dirigente político que nunca llegó al poder y cuando lo tocó, en el caso del DF, no salió airoso y mucho menos sin mácula.
¿Qué es una alternativa electoral? Mientras no demuestre lo contrario lo será. Y sin embargo volvemos a la historia del principio: la de un partido político en medio de un sistema de partidos mexicano que ha fracasado porque éstos, todos, han dejado de representar los intereses de sus militantes; han dejado de ser interlocutores entre ciudadanos y gobierno… Tienen su propia agenda, su propia idea de país y sus propios intereses particulares, políticos o económicos: no la agenda social.
En todo caso, al momento, la izquierda mexicana, la necesaria e indispensable izquierda mexicana que está en las calles, que está en las universidades, en los centros de trabajo, en las fábricas, en el campo, entre los servidores públicos y privados, la que es magisterial porque ejerce el magisterio y la que nace cada día frente a las dificultades y contradicciones de la vida que nos tocó vivir, esa izquierda está huérfana en México… o por lo menos abandonada y sin ruta, sin liderazgos y sin estructura…
Pero está ahí. Vive. En México hay una izquierda por ahora silenciosa; subrepticia; observante y reflexiva: está ahí: No es esa izquierda institucional de pactos y acuerdos secretos ni de chanchullos y puestos burocráticos… Cosa del tiempo… y un ganchito.
Twitter: @joelhsantiago