Main logo

PRD, sí se puede

Por primera vez en sus 25 años de vida, el PRD eligió a sus dirigentes en un proceso limpio, transparente y creíble.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Hoy se sabe que el PRD, el principal partido de la izquierda mexicana, seguirá en manos de “Los Chuchos”.

Sin embargo, lo que no se sabe es lo que dirán aquellos que apostaron al fracaso no sólo del PRD, sino de su proceso de sucesión interna, y que se negaron a ver lo evidente; que “Los Chuchos” siguen siendo el grupo hegemónico del partido amarillo.

¿Qué van a decir ahora los señores Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Cuauhtémoc Cárdenas y otros que suponían que la dirigencia interna del PRD no debe de decidirse por el voto de las mayorías, sino por “dedazo”, designación autoritaria o simplemente por una ocurrencia?

Lo cierto es que la elección en donde el PRD renovó a varios cientos de consejeros nacionales, estatales y municipales, llevó a los terrenos de la “normalidad democrática” al principal partido de la izquierda.

Y es que, por primera vez en sus 25 años de vida, el PRD elige a sus dirigentes en un proceso limpio, transparente, creíble y que, además, tiene el aval del máximo órgano electoral mexicano, del INE.

Si acudimos a la memoria elemental, recordaremos que en los primeros años el PRD resolvió la disputa por su dirigencia por la vía de la imposición y el autoritarismo. Así llegaron a ser presidentes Cárdenas y López Obrador, entre otros.

Luego, cuando se abrió en serio la disputa interna mediante elecciones en urna, el cochinero no se hizo esperar, al grado de que hablar de la elección de dirigentes internos del PRD era sinónimo de elecciones sucias, de pleitos y de toda clase de irregularidades.

Esa historia quedó atrás y hoy, salvo incidentes menores, el PRD mostró que “sí se puede” llevar a cabo una elección interna que cumpla los estándares democráticos. Sí se puede que, a pesar del gigantismo de la elección interna del PRD en todo el país, los militantes –salvo pequeños grupos beligerantes- son respetuosos de los principios democráticos.

Sí se puede que las mayoría de un partido político elijan a sus cuadros directivos, sin necesidad de convertir ese proceso en una guerra  civil.

Sí se puede someter a los grupos de la izquierda mexicana, aglutinados en el PRD, a las reglas básicas de la democracia.

Es decir, que en México sí puede haber partidos políticos democráticos que integren a sus dirigencias de manera legítima, democrática y confiable. Al Tiempo.

 

@RicardoAlemanMx