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PRD: ‘Como se lleva un lunar’...

Dice Jesús Ortega que, en todo caso, si la autoridad estaba enterada por advertencias de René Bejarano o de Jesús Zambrano, debió haber actuado en consecuencia y que en todo caso, también el PRD no es Ministerio Público.

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Escrito en OPINIÓN el

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está dañado; irremediablemente debilitado; señalado y acusado. De pronto agredido.

 

Las razones tienen que ver con los graves errores políticos de su dirigencia, su profunda e histórica división interna producto de la ambición de poder de los diferentes cabeza de tribu y la transformación monstruosa hacia la indefinición doctrinaria e ideológica de un partido que nació para aglutinar a la izquierda mexicana pero que, al final, lo único que consiguió fue anularla de su estructura interna. Hoy ya nace una nueva izquierda: La que poco a poco surge de entre la multitud indignada que ya recorre  las calles de México.

 

Qué lástima que a estas alturas de su situación se crea que hay control de daños en el PRD negándose a investigar en lo interno las razones por las que apoyó la candidatura de José Luis Abarca para ser alcalde de Iguala, a pesar de todas las luces rojas que estaban encendidas antes y después de la nominación: A menos que se quieran ocultar estas razones. ¿Por qué? ¿Para qué?

 

Textual, dice el ex presidente perredista y emblemático dirigente de Nueva izquierda, Jesús Ortega, que es innecesario abrir una investigación dentro del PRD sobre cómo fue posible que este instituto postulara a Abarca en 2012. Y dice él mismo que tampoco tendría que ser por la supuesta protección que ya como alcalde, Abarca habría recibido desde la dirigencia.

 

[Aun resuena en los pasillos de Guerrero el discurso del actual presidente nacional del PRD-Nueva Izquierda, Carlos Navarrete, pidiendo perdón luego de lo  ocurrido el 26 de septiembre en Iguala, pero al mismo tiempo defendiendo la posición perredista en Guerrero y en particular en Iguala; y en adelante sus apoyos-no apoyos-apoyos-no apoyos, en una actitud de tal grado dubitativa que finalmente la gente comenzó a repudiar su posición.]  

 

Dice Jesús Ortega que, en todo caso, si la autoridad (Procuraduría General de la República-PGR) estaba enterada por advertencias de René Bejarano o de Jesús Zambrano, debió haber actuado en consecuencia y que en todo caso, también el PRD no es Ministerio Público,  ‘que no puede juzgar o prejuzgar sobre la conducta de sus cuatro millones de afiliados’, y atender las quejas que recibe ese y otros partidos sobre sus funcionarios haría de ellos “espacio insoportable para la convivencia”...

 

Así que ni siquiera por el prurito de la autocrítica y la corrección de errores se habría de investigar dentro del PRD qué fue lo que pasó y cómo pasó el tema Abarca; aunque este no ha sido el único caso de selección fallida y, por lo mismo, dañina para todos.

 

En actos de malabarismo político, y casi acorralados, los perredistas no encuentran la salida a la crisis que los daña de forma dramática.

 

Surgen acusaciones internas. Posiciones de autoprotección; revire de acusaciones; frases de defensa que intentan contener la indignación nacional. El PRD no encuentra ni las palabras ni la forma para explicar lo que sí es explicable.

 

El daño que el PRD le ha hecho al país está a la vista.

 

Como está a la vista el daño que cada uno de los partidos que reciben recursos públicos le han hecho daño a todos: PAN, PRI, PRD, PT, Panal, Convergencia, Partido Verde...: todos... todos sus dirigentes y sus funcionarios colocados en puestos públicos para beneficio personal porque, salvo excepciones de regla, la mayoría está ahí para medrar, para acumular, para corromper y para contrariar la vida del país...

 

Pero es el PRD al que se le están cargando más las pulgas. Apenas habían transcurrido unos días de la tragedia de Iguala cuando la tarde del miércoles 8 de octubre, durante una manifestación por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, fue agredido por muchos el dirigente moral del PRD Cuauhtémoc Cárdenas, al grito de “¡Asesino!”.

 

El 4 de noviembre el ex dirigente perredista, Jesús Zambrano, fue expulsado por estudiantes universitarios de la Facultad de Derecho en la UNAM, al grito de “¡Asesino!” y apenas el 10 de noviembre el Senador perredista Alejandro Encinas fue agredido por un grupo de manifestantes en Xalapa, Veracruz al grito de “¡Asesino!”... ¿Asesinos?... No. Sí irresponsables políticos.

 

Es tiempo de que el PRD saque cuentas y anote la posición en la que se encuentra en este momento en todo el país; es tiempo de que una urgente revisión de su doctrina e ideología y prácticas políticas y electorales sean puestas en la mesa interna de las disecciones: si quiere subsistir como partido político, el que hoy está en el límite de la reprobación.

 

Pero no es sólo el PRD el que tiene que hacer su balance: sus cargos y abonos. También el PRI que se monta ya en el fracaso del PRD y en la crisis del PAN: también el PAN y sus conflictos internos interminables y su bajo perfil de gobierno, en donde lo haya. Y todos esos partidos minúsculos, que son rémoras de los otros y que subsisten vendiendo sus favores al mejor postor político...

 

Urge que lo hagan en momentos en los que la multitud mexicana toma conciencia ya de su poder de decisión, de su fuerza y de las posibilidades de la ira colectiva.

 

Urge una reconstrucción nacional. Un primer paso para esta reconstrucción es la del sistema de partidos en México, con partidos que lo sean deveras y con una representación auténtica. De otra manera el indignado presente mexicano los pondrá en su lugar... o les quitará el lugar.

 

@joelhsantiago