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OPINIÓN

¿Por qué defender al INE?

Es vital que los ciudadanos salgamos a la defensa del INE, un árbitro independiente, autónomo, imparcial y profesional… aunque le pese al poder. | Tania Larios

Escrito en OPINIÓN el

En las últimas semanas se ha orquestado desde la Presidencia de la República, el partido Morena y sus propagandistas un ataque con golpes burdos contra el Instituto Nacional Electoral (INE), pilar fundamental de nuestra democracia, en respuesta a las determinaciones adoptadas por éste contra la sobrerrepresentación legislativa y la suspensión de registro a ciertas candidaturas de Morena por incumplir requisitos legales.

Lo primero que hay que decir es que el INE no determina la normatividad electoral vigente, esta es adoptada, como en toda democracia, por el poder legislativo. En el caso de México, las reglas y sanciones aplicables por el INE son las aprobadas en la Cámara de Diputados y el Senado de la República. 

En la actual y en las anteriores legislaturas, figuras de Morena como su actual presidente, Mario Delgado, ocuparon posiciones en el Congreso y  aprobaron las disposiciones legales que hoy los enfurecen. 

Es decir, el INE, en su condición de árbitro, trabaja y está obligado a cumplir con las reglas que diseñaron los mismos partidos, no está inventando nada, simplemente reforzando la observancia de normas que le fueron impuestas. Resulta entre paradójico y risible, si no fuera tan alarmante, que uno de los actores que participó activamente en la aprobación de las reglas para el proceso electoral, Morena, se queje de su cumplimiento. 

Segundo, como han señalado varios analistas, el ataque contra el INE no es nuevo, pero esta vez adopta una modalidad diferente y más preocupante. En el pasado descalificaban al INE los partidos o candidatos perdedores de una elección, inaceptable pero comprensible, el perdedor necesita culpar al árbitro. Hoy, desde antes de la celebración de los comicios y desde las posiciones más altas de poder, en México se ataca con rudeza al árbitro, se busca intimidarlo, desacreditarlo y en palabras de Mario Delgado “exterminarlo.” 

Convenientemente se busca hacer olvidar a la opinión pública que fue el INE, en su calidad de árbitro, quien organizó las elecciones presidenciales de 2018 en las que se reconoció legalmente el triunfo aplastante del presidente López Obrador, Morena y sus aliados.

Tercero, la composición actual del INE refleja y representa la pluralidad política mexicana, resultante de las elecciones federales de 2018. El año pasado el poder legislativo, donde insisto que Morena tiene mayoría, aprobó la designación de cuatro nuevos consejeros electorales, actualmente en funciones, no es posible que a pesar de ello Morena se queje de la falta de imparcialidad del árbitro, pues tuvo el voto decisivo en la determinación de sus consejeros integrantes más recientes. 

Cuarto, el INE es la institución más eficiente y confiable de México. Una y otra vez se dice que las elecciones son caras, sí, lo son, pero más caro es poner en riesgo la democracia de México. El gasto público más alto en el marco de las elecciones mexicanas no son los procesos organizativos del INE, sino el presupuesto de los partidos con un monto de 5 mil millones de pesos al año, para ponerlo en perspectiva la cancelación del aeropuerto de Texcoco tiene un costo total estimado por la ASF de 331 mil 996 millones 517.6 mil pesos, con esto se podría pagar la existencia de los partidos políticos por más de 66 años, la diferencia es que la cancelación del aeropuerto de Texcoco fue un capricho de Morena y los partidos políticos de oposición son los adversarios al gobierno. 

El INE ha dado sobrada muestra de su imparcialidad como árbitro, sancionando fuertemente a todos los partidos por distintas faltas legales, la diferencia es que a Morena y su gobierno le incomodan las reglas, normas y leyes que sostienen la democracia de México y evitan que sus intenciones autoritarias se consoliden, por lo mismo hoy su principal enemigo es el INE, razón por la cual hay que defenderlo.

Quinto, lo que están solicitando Morena y sus aliados es una cuestión peligrosísima, más allá de las implicaciones para el INE y el sistema electoral mexicano, Morena está llamando a que no se cumpla la ley. El artículo 229 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) establece claramente que “si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo antes establecido y hubiese obtenido la mayoría de votos en la consulta interna o en la asamblea respectiva, no podrá ser registrado legalmente como candidato”. No es un tema sobre Salgado Macedonio, Raúl Morón o cualquier otro u otra, sino de que la única garantía para el sostenimiento de una República democrática, representativa y federal es el cumplimiento de la Ley. No hay aquí ninguna laguna legal, hueco o elemento sujeto a interpretación, la ley exige retirar el registro a esas candidaturas, punto.

En aras de congraciarse con el poder político, algunas voces empresariales se han sumado, con el altavoz de ciertos medios de comunicación, a la descalificación y hasta a la solicitud de desaparición del INE. Se pasa por alto que entre todos los derechos constitucionalmente garantizados para los mexicanos, el único que se cumple al 100% en nuestro país es el derecho a votar y ser votado. 

Como sociedad no hemos podido garantizar el derecho a una educación de calidad para todos nuestros niños, tampoco, como evidencia la pandemia, el derecho a la salud para toda la población, y en el marco de las altísimas tasas de homicidio, secuestros y extorsiones que padecen los mexicanos, difícilmente puede hablarse de que el Estado cumpla la obligación de garantizar nuestra seguridad, en cambio, todos los mexicanos sin distinción alguna saben que pueden tramitar gratuitamente su credencial de elector y les será entregada para ejercer su derecho al voto en una casilla puntualmente instalada cerca de su domicilio, también saben que su voto será debidamente contabilizado. Ninguna otra burocracia ha logrado eso en México, y éste es el gran mérito del INE. 

Hago un llamado a las y los mexicanos para que luchemos y protejamos siempre tanto a la democracia como a las instituciones de nuestra República, más hoy que hay un embate orquestado de Morena para debilitar y, si pueden, destruir al INE. 

Por eso es tan vital que los ciudadanos salgamos a la defensa del INE, un árbitro independiente, autónomo, imparcial y profesional… aunque le pese al poder.