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Populismo en América Latina

La oleada de movimientos y líderes populistas que emergieron en AL no parece estar resolviendo la insatisfacción social y económica en la región. | Alicia Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

La oleada de movimientos y líderes populistas que emergieron en América Latina como una forma de deshacerse de las clases políticas tradicionales, no parece estar resolviendo la insatisfacción social y económica en la región. Aunque antes de la pandemia la economía latinoamericana prácticamente no creció, en el 2020 se contrajo en promedio un 8% y se prevé que en 2021 crezca sólo un 3%, debido a las actuales tasas de infección de covid-19 y a la dificultad para acceder y distribuir vacunas, excepto Chile y México que son los que registran el mayor número de vacunados en Latinoamérica

A pesar de las diferencias entre los líderes populistas hay muchas coincidencias entre ellos: poca tolerancia a los controles del poder ejecutivo, incluida la independencia de bancos centrales, organismos reguladores y empresas paraestatales, y son justo las semejanzas las que encienden las alarmas a futuros problemas económicos en América Latina. 

Para no ir lejos, en Venezuela la nacionalización de las empresas petroleras privadas por parte de Hugo Chávez, la ruptura de la independencia del banco central y el despilfarro, en parte, explican la situación económica del país y la crisis humanitaria que tiene en jaque a su vecino, Colombia. En Ecuador, en cierta medida Rafael Correa controló la economía mediante el uso del dólar como moneda local, pero llevó a un gasto social que casi quiebra al banco central.

Si bien en Brasil Jair Bolsonaro se ha guiado por la ortodoxia de mercado y en México Andrés Manuel López Obrador ha sido cuidadoso con los recursos públicos, los presidentes brasileño y mexicano han tomado medidas que podrían desestabilizar a la economía de sus países, desincentivar la inversión y desalentar la diversificación económica en un futuro no lejano. Bolsonaro, por ejemplo, recientemente despidió al presidente de Petrobras sustituyéndolo con un exmilitar, Joaquim Silva e Luna, mientras que López Obrador hace esfuerzos mayúsculos por anular a los inversionistas privados de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad y va en un contrasentido total a la lucha contra el cambio climático con la construcción de nuevas refinerías

Aunque no todos los problemas que padece América Latina han sido causados por los recientes mandatarios populistas, sí puede atribuírseles que más de 20 millones de personas se unieron a las filas de pobres de 2018 a 2020 en Latinoamérica (33% de latinoamericanos) y que, de acuerdo con la CEPAL, las economías de la región podrían recuperarse hasta 2023 dado el manejo de las acciones desplegadas por cada administración. 

Lo anterior lleva a cuestionar los enfoques aplicados hasta ahora por los populistas y evaluar los de aquellos que podrían llegar en los siguientes dos años especialmente en Perú, Brasil y México, países en los que ya hay indicios de una creciente desconfianza en la democracia y el Estado, y un gran número de latinoamericanos que está dispuesto a dar un golpe al populismo en América Latina (Perú 59%, México 28% y Brasil 22%).