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Podríamos llamarlos intocables

En serio es una Selección Nacional? ¿Quién decide quiénes serán miembros?

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Escrito en OPINIÓN el

Para este fin de mes el súper peso va que vuela para los diecisiete y para los veinte por dólar al final del año. La fortaleza presumida por mucho tiempo se ha visto debilitada y si bien es cierto que todas las monedas han sufrido bajas no podemos considerar que nuestra crisis sea  producto sólo de ello. Las autoridades hacendarias y las del Banco de México  tienen una gran responsabilidad.

 

Temblemos, pues el gobernador de éste último dijo que “vienen tiempos turbulentos” sin aclarar si para todos, para las naciones pobres o para los sectores desprotegidos de cada país. No creo que la turbulencia afecte tanto a los ricos del país pues lo único que sucederá, como se decía hace tiempo, será que en lugar de viajar a Europa sólo viajarán a Estados Unidos. ¿Qué sucederá en el país? Si con un peso “estable” se provocó que dos millones de personas se sumaran a los niveles de pobreza ¿cuántos más podremos sumar con esta crisis, nombre real de lo que nos sucede?  Y parece que hay oídos sordos.

 

Los empresarios,  que se preocupan por sus ingresos y no exactamente por el bienestar del país, han señalado que si el proceso sigue por el mismo camino tendrán que aumentar los precios, lo que traerá otra vez el histórico ciclo de devaluación, incremento, inflación, crisis, pobreza, beneficio privado, agotamiento de las reservas monetarias y endeudamiento público para que la sociedad pague los beneficios de unos cuantos; sin embargo, a nadie se le ocurre hablar de aumentar los salarios (la manera de desarrollar el mercado interno) porque “eso provoca inflación”.

 

¿Será así nuestro futuro? Los personajes responsables de la política económica del país, son los intocables del régimen, suspirantes y promotores de la candidatura para el 2018, poderes fácticos se les ha llamado.

 

El futbol

 

Y para que no haya duda de que tienen el control deciden meter en la dinámica del deporte (del futbol en particular) a una gran parte de la sociedad, a través de los medios (omnipresentes, omnipotentes) que bajo el argumento de la libertad de expresión, linchan al entrenador (perdón director técnico) de la “selección nacional”. [Un paréntesis necesario: ¿En serio es una Selección Nacional? ¿Quién decide quiénes serán miembros?  ¿Hay algún comisionado del gobierno en el proceso? ¿No es un negocio particular? ¿No sería mejor decir que es la selección de los equipos profesionales de futbol que no representan, de ninguna manera, a los miles y miles de jugadores de ese deporte en el país?]

 

Ese director técnico, indefendible y tramposo, o cuando menos que permitía las trampas, tanto en el deporte como en las campañas políticas (el fin justifica los medios debe decir) no necesitaba de nada extra para quedar fuera y fue un exceso el intercambio, agresión o discusión (no queda claro pues hay dos versiones, cuando menos) que hizo a unos comentaristas de deportes que son igualmente indefendibles, pero que hoy se muestran como víctimas y garantes de la libertad de expresión.

 

¿Solidaridad?

 

Miguel Herrera se metió con los intocables, esa mafia que determina con su “opinión” los derroteros del negocio del futbol, según las conveniencias de sus dueños, los empresarios de los medios: Sorprende como en los más fuertes el tema está en primer lugar, en aras de la libertad de expresión. Sorprende la “solidaridad” y criterio único de todos los comentaristas ante un hecho así y más sorprendente es que no hagan eso, con esa fuerza, con esa convicción, ante la gran cantidad de hechos violatorios no sólo de la libertad de expresión sino de los derechos humanos, el respeto a la legalidad, la justicia y la vida.

 

¿Se imaginan qué hubiera pasado si todos estos comentaristas de radio y televisión se hubieran pronunciado con ese énfasis frente al atentado contra Carmen Aristegui? ¿Contra la prisión del Dr. Mireles? ¿Contra el estado de Veracruz por los 13 periodistas muertos? ¿Contra el atentado a los maestros de Oaxaca? ¿Libertad de expresión? Sí, absoluta;  ¿reglas éticas para los comentaristas, para los periodistas? Sí, también.  ¿Tan importante para el país es este deporte? ¿Tan importante para la vida diaria, para el desarrollo económico? No, pero es un gran distractor, lo suficiente como para ocultar la gran crisis que se avecina, y no hablo sólo de la economía. ¿Al tiempo?

 

De pilón…

 

Hace más de un año, más de 52 semanas, que estas reflexiones aparecen en el portal de La Silla Rota (www.lasillarota.mx) y casi desde las primeras entregas abordé el tema del derrame tóxico sobre los ríos Bacanuchi y Sonora, provocado por la empresa Buenavista del Cobre, perteneciente al Grupo México. A fines del año pasado tanto el Grupo como las autoridades estatales hicieron algunos compromisos, entre los que se encuentra un fideicomiso por dos mil millones de pesos que no se ha ejercido adecuadamente, según lo que denuncian las autoridades de Acochi. ¿No había causa que perseguir? ¿Sí en el caso de  Cemeí Verdía? ¿Será que la justicia mexicana no es ciega y sólo alcanza a ver lo que le conviene al poder?

 

Facebook: carlos.anayarosique

Twitter: @anayacar

 

(Obviedades es un ejercicio de reflexión que comparto con mucho gusto no para que estén de acuerdo sino para hacer conciencia de las contradicciones de un régimen… que puede ser cualquier  régimen, no importa el partido, por supuesto)