El año pasado el presupuesto para el Poder Legislativo ascendió a 14,101,599,051 millones, destinando 4,421,972,587 millones al Senado de la República, 7,559,432,185 millones para la Cámara de Diputados y 2,120,194,279 millones para la Auditoría Superior de la Federación.
Además, se contempló un presupuesto adicional para la cámara del Congreso a través del Anexo 13, correspondiente a erogaciones para la igualdad entre hombre y mujeres. En este rubro se asignaron 18 millones de pesos adicionales; 14 millones para la Cámara de Diputados y cuatro millones para el Senado de la República.
Para este año, el Proyecto de Presupuesto presentado por el Ejecutivo Federal, contempla 15,088,510,579 millones de pesos en total para el Poder Legislativo. Se propone asignar a la Cámara de Diputados un total de 8,051,000,487 millones, para el Senado de la República un total de 4,761,754,392 millones y para la ASF, 2,275,766,700 millones.
Es decir, el PPEF 2017 propone un aumento de 986,911,528 pesos para el gasto programable del Poder Legislativo. Sin embargo, debemos preguntarnos si el aumento que se da año con año al presupuesto del Congreso tiene resultados reales en cuanto a su eficiencia y para esto conviene analizar la actividad del Congreso durante su primer año de ejercicio en comparación a legislaturas anteriores.
Por ejemplo en la Cámara de Diputados según el análisis realizado por Integralia, durante el primer año de la LXII Legislatura se presentaron 1,148 iniciativas, de las cuales, 1,016 cumplieron su proceso legislativo, es decir, se aprobaron, rechazaron o se retiraron; eso nos da como resultado un 88% en cuanto a la eficiencia del trabajo de comisiones y del Pleno. Por otro lado, en el primer año de la actual legislatura, se presentaron 1,674 iniciativas y sólo han culminado su proceso 390, es decir, tiene una eficiencia del 23% con más de 1,200 iniciativas pendientes.
La problemática radica en que el incremento del presupuesto no se ve sustentado en actividades que busquen hacer del Congreso, una institución más eficiente, austera y transparente.
Es necesario que los recursos públicos sean gastados con mayor eficiencia buscando que nuestras instituciones públicas cada vez respondan más a los intereses de la ciudadanía, por lo tanto, en el Poder Legislativo los recursos deben ser ejecutados buscando cumplir con los principios de Parlamento Abierto en México, buscando mejorar, entre otras cosas, la percepción que tiene la ciudadanía sobre su trabajo.
El autor es: Rodrigo Ramírez @rodrigo_rq
Egresado de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su interés académico y profesional se centra en temas del Poder Legislativo, sistema electoral, competencia y desarrollo rural. Es Coordinador de investigadores en el área de Análisis Político y Legislativo de Borde Político A.C. rodrigo@bordepolitico.com
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