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‘Pocho’ Guzmán, rebelde sin causa

Víctor Alfonso Guzmán encaja en la desenfadada actitud de James Jean que, vestido de mezclilla y con cigarrillo en boca, retó al orden establecido | Omar Pérez Díaz

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Escrito en HIDALGO el

Año 1955. James Dean rompía los moldes de la sociedad norteamericana. El actor de Hollywood saltó a la fama por interpretar a un muchacho incomprendido y aislado que desafiaba a la autoridad. La película se llamó: Rebelde sin causa.

Esa conflictiva relación entre la juventud y las normas refleja una constante en todos los ámbitos de la vida, incluido el futbol.

Víctor Alfonso Guzmán encaja en la desenfadada actitud de James Dean que, vestido de mezclilla y con cigarrillo en boca, retó al orden establecido.

El jugador desató un escándalo mayúsculo: dio un resultado adverso en la prueba antidoping que le practicaron el 10 de agosto de 2019, después del partido entre Querétaro y Pachuca.

Por esas cosas que únicamente suceden en el futbol mexicano, la noticia se dio a conocer ¡cinco meses después! El ‘Pocho’ está inhabilitado hasta que se confirme el dictamen de los laboratorios, tumbando su contratación con las Chivas del Guadalajara.

Pachuca perdió un negocio superior a los 200 millones de pesos, pero Guzmán puede perder la carrera pues la sustancia reportada en el análisis es un alcaloide, componente de algunas drogas recreativas.

Víctor, uno de los mejores jugadores de la Liga MX en los últimos cuatro años, quedó bajo el escrutinio público por esta situación, poniendo en relieve detalles de su arrebatada personalidad.

Recordaron, por ejemplo, que Chivas lo mandó a Pachuca por tatuarse, algo prohibido por el fallecido Jorge Vergara a los chavos de la cantera rojiblanca.

Los Tuzos decidieron comprarlo después del gol que le dio el sexto campeonato de su historia, en el 2016, frente a Monterrey. La inversión se justificó con más actuaciones destacadas, incluso superando una operación de ligamento cruzado para brillar en el Mundial de Clubes del 2018 y llegar a Selección Nacional.

Su rebeldía, pese a estos logros, no desapareció. Con el dinero vinieron los excéntricos autos deportivos; los diamantes en las orejas; más tatuajes; su afición por el juego y las apuestas de caballos; desveladas en el palenque de la feria o hasta escapadas exprés a Guadalajara para juntarse con sus amigos.

Vivir a esa velocidad tiene gran riesgo para un futbolista. Lo padecieron con sus adicciones estrellas como los británicos George Best y Paul Gascoigne; también el mexicano Manuel Manzo. Ellos no solamente arruinaron sus carreras, también su existencia.

Días antes del terremoto mediático, Víctor declaró en una entrevista:

"Poca gente sabe lo que realmente pasé, lo que viví; los que somos de cuna humilde, de barrio, sabemos lo que hay que luchar día a día, no ser dejados; al jugar en la calle, poca gente lo sabe y no me olvido de eso, de donde soy (Tonalá, Jalisco) es algo normal ver drogas, ver golpes, ver gente con bates en las manos, con cuchillos. Si no hubiera tenido la oportunidad de trascender jugando al futbol pienso que hubiera caído en las drogas, hubiera estado en otras cosas de mafia; le doy gracias a Dios y a la vida por donde me puso”.

Hoy, el ‘Pocho’ enfrenta el partido más importante de su vida: demostrar que es inocente por doping y salvar su carrera.

REMATE

James Dean se convirtió en mito por su actuación en Rebelde sin Causa, lamentablemente murió meses más tarde, estrellando su Porsche a máxima velocidad; tenía 24 años, la misma edad de Víctor Guzmán, quien, casualmente, también se le ve circular en Guadalajara a bordo de un Porsche. El futbolista todavía está a tiempo de quitar el pie del acelerador.