Main logo

¿Perdón, olvido y reconciliación?

Andrés Manuel, tiene la palabra si opta por el perdón, el olvido y la reconciliación o reconcilia a México metiendo presos a los corruptos. | José Luis Castillejos

Por
Escrito en OPINIÓN el

¿Perdonar a los que han saqueado a México? ¿Olvidar el atropello, las miles de muertes por hambre o a manos del hampa de cuello y corbata y el crimen organizado? ¿Y reconciliarnos en medio de esta vorágine en la que los más necesitados son los que pagan los platos rotos y las costosas y millonarias propiedades de los ladrones metidos a políticos?

Esa pareciera ser la desatinada propuesta de Andrés Manuel López Obrador, el presidente electo de México quien ya se dio cuenta de la patinada que acaba de cometer y ha optado mejor por dejar todo en manos de la consulta popular.

¡No Don Andrés Manuel! Los mexicanos no podemos perdonar ni reconciliarnos con quienes han quebrantado el orden, la paz y han sumido al país en la peor de las pobrezas mientras ellos se van cargados de dinero.

En la práctica del saqueo, el engorde de cuentas bancarias y soterrados pactos con el narco no cabe el perdón y la reconciliación porque se está dejando un país en ruinas. Enrique Peña Nieto, el casi saliente presidente mexicano y su camarilla de gobernadores y secretarios corruptos deben pagar con cárcel. Usted no puede Don Andrés Manuel perdonarlos de un plumazo porque su transformación será de quinta categoría.

Hay una “sed de justicia” que su gobierno Don Andrés Manuel deberá saciar. Fue electo bajo la esperanza del cambio y no de la continuidad de lo mismo.

Usted lo dijo en Chihuahua: “olvido no, perdón sí” pero los familiares de las víctimas de la violencia no están dispuestos a perdonar y quieren cárcel para quienes han cometido atrocidades al amparo del poder. Ahí tiene el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

¿Perdonará la justicia, a pedido suyo, a los asesinos?

En el pasado y ahora más que nunca, la impunidad producto de la corrupción ha traído desprestigio y daño a la vida nacional. Hoy, la democracia exige que los escandalosos casos de mal uso de los recursos públicos no queden impunes. Permitirlo es propiciar que vuelvan a ocurrir.

Tolerarlo como un hecho consumado es admitir que forma parte de la normalidad democrática mexicana. Eso es inaceptable: los corruptos tienen nombre y apellido, no somos todos.

El saqueo se puede graficar desde el sur donde los chiapanecos han sufrido, durante los seis años, del gobierno de Manuel Velasco Coello. El robo que perpetró el güero y su pandilla no tiene paralelo en la historia de Chiapas. Lo mismo ocurre en otras latitudes.

No cometa el error Don Andrés Manuel de perdonar a este jovenzuelo. No sé qué le habrá dicho, dado u ofrecido él para que Usted lo vea como una persona que puede aportar a la transformación de México.

Incluso ya sueña Velasco Coello con ser su sucesor. Y usted le está dando cuerda al ponerlo al frente del proyecto del Tren Maya en el que no han sido consultadas las comunidades indígenas. Por sus forros, Don Andrés Manuel, se va hacer y punto y quien no esté de acuerdo con usted será linchado mediáticamente. ¿Y las miles de hectáreas que serán dañadas?

Usted está obligado a establecer responsabilidades, por muchas razones: porque el quebranto supera con mucho a los escándalos de moda, porque los chiapanecos no lo van a olvidar jamás.

No puede haber excepciones en la aplicación de la ley. Mande un equipo de investigadores para que determinen a dónde fue a parar el millonario presupuesto que la Federación otorgó a Chiapas cuando en realidad no se ejerció con transparencia y hay indicios de corrupción.

Los maestros, trabajadores del Colegio de Bachilleres de Chiapas, estudiantes, académicos y desplazados indígenas y afectados por el terremoto piden de Usted Don Andrés Manuel López Obrador coherencia entre el decir y el hacer.

Hay despedidas tristes pero otras que saben a alegría. Llega a su fin un sexenio funesto, fatal, desordenado, crítico, sin rumbo económico, con más pobres que antes. En Chiapas al igual que en todo México los sentimientos son encontrados. Nunca como ahora la gente está pobre, con hambre, deseosa de una justicia, sin que esta signifique un ajuste de cuentas de tipo político. La ley llana y sencilla. En las antípodas hay un atisbo de alegría porque se termina el sexenio trágico.

El senador con licencia y gobernador sustituto de sí mismo, Manuel Velasco Coello, no está blindado contra las protestas de la calle y de las redes sociales. En la víspera miles de personas salieron a exigir sus pagos de sueldos, otros que les paguen obras y otros más que suministren alimentos a los penales y medicinas a los hospitales.

No hay quien blinde a Manuel Velasco Coello. Ni podrá. Usted no podrá frente a la repulsa social. No lo proteja. Se le acabó el tiempo en medio del rechazo popular a un gobierno sobre el que se perdió el respeto y naufragó en la ingobernabilidad.

La presencia de sus amigos políticos en su informe no pudieron blindarlo frente a la rechazo social, expresada por el pueblo.

Velasco Coello, se despidió el último sábado de la peor forma de los chiapanecos con una dotación de gas lacrimógeno lanzado contra niños y mujeres indígenas, empleados de salud, maestros, desplazados y ciudadanos que están hartos de la peor administración que haya tenido en su vida el estado de Chiapas.

La gente se enfrentó a la policía en un abierto rechazó al último informe del gobernador quien con la represión demuestra su desprecio de los chiapanecos a quienes los considera de quinta categoría.

La protesta ya está en las calles y esta puede crecer. No atice usted Don Andrés Manuel López Obrador el fuego de la inconformidad porque Chiapas arderá y se volverá ingobernable. Rutilio Escandón Cadenas, el gobernador electo, fue prudente y sospechó lo que se vendría el último sábado y optó por no apañar ni proteger a Velasco Coello.

No queremos ni perdón, ni olvido en estos casos

Como tampoco queremos que Peña Nieto se vaya a Europa u otro país a gozar de la riqueza que acumuló en su sexenio. Deberá investigarse lo aseverado por el narcotraficante Joaquín Guzmán Loaera. Deberá Usted fortalecer los valores morales de los mexicanos y eso pasa por la sanción a los responsables de este México que quedó en el caos.

Usted, presidente electo, ha dicho: "Que hacia adelante no haya perdón para ningún corrupto, que ya no se perdone a nadie y que se pueda juzgar al presidente si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares, y que se destierre la corrupción de México para siempre”. ¿Y qué pasa con los responsables del pasado reciente? ¿Se perdonará a todos los que saquearon a México en este sexenio que agoniza?

Hay un grave silencio sobre los desplazados de Chiapas, sobre el tema de los trabajadores de salud, los pagos a empresarios y a los maestros y sobre todo el actuar de este personaje mal llamado gobernador de Chiapas y su madre, Leticia Coello de Velasco. Ese es el reclamo que hacen algunos ciudadanos como Neftalí Popomeya, un joven político que cree en Usted y en su transformación y que me escribe desde San Fernando, Chiapas.

Gabriela Melgar, una ciudadana chiapaneca, que lucha desde su trinchera a favor de las mujeres pide que escriba sobre Velasco Coello al que describe como siniestro, genocida y ratero y exige al gobierno federal 2018-2024 cárcel para este jovenzuelo metido a político.

José Antonio Sánchez me pide escribir sobre la opacidad de las dos cámaras legislativas (Senadores y Diputados) y el respaldo que le brinda AMLO a Velasco Coello. Y así son miles y miles los pedidos de denunciar la corrupción, de cerrarle la puerta a quienes han hecho de la política su modus vivendi.

Don Andrés Manuel está Usted a punto de iniciar lo que ha denominado la Cuarta Transformación de México. Sólo que el suyo no sea un gobierno de ocurrencias, que tenga horizonte y administre los recursos en beneficio de los que nada tienen: los niños pobres, los indígenas desplazados, los maestros sepultados en el olvido, los alumnos que piden una beca, los ancianos que quieren un apoyo, las madres solteras que ven a Usted a un hombre que puede ayudar a generar empleo.

Sólo no traicione la confianza porque su transformación será de quinta categoría y México no quiere ni dictadores, ni sátrapas.

Usted tiene la palabra si opta por el perdón, el olvido y la reconciliación o reconcilia a México metiendo preso a toda esta bola de corruptos.

Barra parejo la casa. Comandantes, comisariados ejidales, presidentes municipales, gobernadores, funcionarios responsables de programas sociales que hayan robado que vayan a la cárcel.

Qué no le tiemble la mano. México se lo agradecerá.

México en problemas

@JLCastillejos | @OpinionLSR | @lasillarota