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“Perdón, es que mis perros están nerviosos”

Carstens afirmó que el impacto de las alzas del precio del dólar ha sido muy moderado.

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Escrito en OPINIÓN el

Un dólar se vendía en 19.57 pesos ayer por la tarde en las ventanillas de Banamex.

 

Parece que a los únicos que les preocupa escuchar todos los días que el dólar sube y el peso se hunde es a los mexicanos de a pie, porque los funcionarios y lectores de noticias que ocupan los principales espacios en radio y televisión nos dicen una y otra vez que todo está bien, que esto no nos hará daño y que México está mejor que nunca. Mientras amanecemos con las noticias de una nueva y violenta alza del dólar, nos dicen los comentaristas que no pasa nada. Hechos, contra palabras.

 

Por ejemplo, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, dijo que el impacto de la devaluación del peso frente al dólar en la inflación ha sido muy reducido. Es decir, que no se ha notado mucho en forma de alza de precios en las calles. Los bienes durables son los que han notado un pequeño incremento, le dijo el miércoles por la noche a Pascal Beltrán del Río en su noticiario de Excélsior TV.

 

Carstens afirmó que hasta el momento el impacto de las alzas del precio del dólar ha sido muy moderado.

 

El Banxico estará muy pendiente para tomar las medidas de política monetaria cuando se juzgue conveniente, aseguró.

 

Las autoridades mexicanas han tratado de suavizar el movimiento del tipo de cambio con las subastas, y eso principalmente responde a las continuas caídas del precio del petróleo, agregó Carstens.

 

Las autoridades mexicanas, reiteró el gobernador del Banxico, ya están actuando. Palabras que se repiten tratando de minimizar los agresivos movimientos de los que somos testigos todos los días, mientras un coro de expertos nos dicen que no subirá más de 17, luego que no pasará de 18 y luego que 19 es su techo. Cuando la realidad de las ventanillas de las casas de cambio y bancos nos dice que sigue hundiéndose el peso.

 

Carstens además le respondió a Pascal que el impacto de la remoción de Emilio Lozoya Austin de Pemex es mínimo, que el director hizo su trabajo mientras estuvo en su cargo. Sobre José Antonio González Anaya, quien dejó el IMSS para tratar de enderezar el rumbo de la otrora mina de oro del gobierno de este país, comentó que es responsable. Que sabe mucho de las características macroeconómicas de Petróleos Mexicanos, que entiende muy bien eso. Aunque advirtió que es de verdad un momento difícil para estar en ese puesto.

 

Durante la charla con Pascal empezaron a sonar unos ladridos al otro lado de la línea.

 

“Perdón, es que mis perros están nerviosos”, comentó Agustín Carstens.

 

Ojalá que perciba que no solamente sus perros están nerviosos… los que hemos vivido las crisis en este país tenemos motivos suficientes para esperar lo peor, aunque nos aseguren una y otra vez lo contrario.