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La participación mexicana en las OMP

Las Fuerzas Armadas Mexicanas trabajan en auxilio a la población civil, ejemplo de ello son las Operaciones de Mantenimiento de Paz. Entérate con Rodolfo Aceves

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Escrito en OPINIÓN el

En un evento en el Campo Militar #1, el presidente Enrique Peña Nieto entregó los grados correspondiente a personal militar y naval que fueron ascendidos en esta promoción 2017. Destacando la participación mexicana en Operaciones de Mantenimiento de Paz (OMP).

Se trata de militares que ascendieron al siguiente grado en el escalafón y que se han distinguido por sus servicios al país, en cada uno de los rubros en los que han sido comisionados.

Los integrantes de las OMP son conocidos como cascos azules, a quienes se les asignan tareas de índole humanitaria en beneficio de la población civil, en el que nuestras Fuerzas Armadas tiene amplia experiencia, con la aplicación del Plan DN-III y del Plan Marina, diseñados por la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina – Armada de México, respectivamente.

Plan DN-III y del Plan Marina

Recordemos que estos planes fueron implementados en diversas poblaciones de Guerrero, Puebla, Oaxaca y la Ciudad de México, durante los sismos del 7 y 19 de septiembre pasados.

No sería la primera vez que nuestro país participa en este tipo de OMP o ayudas internacionales. En enero de 2010 nuestro país envió un contingente humanitario a Haití con personal civil y militar en 30 vuelos de la Fuerza Aérea Mexicana y 20 travesías en cinco buques de la Armada de México. Así, se desplegó el Plan DN-III y el Plan Marina, en apoyo a la población afectada por el terremoto, en apoyo al operativo internacional dirigido por los Estados Unidos.

Antes, en agosto de 2005, nuestro país envió 196 miembros del ejército, 14 camiones cisterna con agua, una unidad de atención médica, 45 vehículos militares y más de 250 toneladas de comida, agua embotellada y provisiones médicas, en apoyo a los afectados con motivo del paso del huracán Katrina en Texas, Alabama y Louisiana en el vecino país del norte.

Esta operación fue dirigida por el experimentado General del Ejército Mexicano, Francisco Ortiz Valadez, ascendido a Divisionario -uno de los mejores soldados de la República-, cuyo personal fue calurosamente recibido por las poblaciones mexicanas y carreteras a su paso por territorio nacional.

Con gallardía y aplomo, Ortíz Valadez comprendió la responsabilidad histórica que le había conferido el Presidente de la República, al encabezar el primer contingente del ejército mexicano en cruzar la frontera norteamericana, luego de que 159 años atrás, desde la Guerra México - Norteamericana de 1846-1848, no se veía un convoy militar mexicano en territorio estadunidense.

El sentimiento de pertenecer al instituto armado tiene su recompensa en la lealtad. La proclama al ejército libertador, que hizo Francisco I. Madero, el 5 de octubre de 1910 en San Luis Potosí, contiene un llamamiento muy emotivo:

Soldados de la República: recordad que la misión del ejército es defender las instituciones y no la de ser el sostén inconsciente de la tiranía; por tal motivo, escoged: o bien seguiréis sosteniendo (…) una era de luto, de dolor y de ignominia, o bien (…) labraremos la felicidad de la patria, y por el camino de la Constitución, de la libertad y de la justicia, la llevaremos a ocupar el alto puesto que merece entre las naciones civilizadas. [...]

Tanto el terremoto en Haití como el huracán Katrina o las contigencias naturales, son ejemplos de cómo pueden participar nuestras Fuerzas Armadas en auxilio a la población civil.

@racevesj | @OpinionLSR | @lasillarota