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Parlamento Abierto ¡Ya!

El Parlamento Abierto bien trabajado podría tener un impacto similar al que tuvo un Congreso sin mayoría absoluta por parte del PRI en 1997.

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Escrito en OPINIÓN el

La adopción de los principios del Parlamento Abierto se convierte, hoy en día, en una urgencia ante la crisis de legitimidad que tienen nuestros representantes. De poco servirá la nueva Ley de Transparencia y el Sistema Nacional Anticorrupción que siguen pendientes de aprobación, si al interior del Congreso no cambian el modo de hacer política y la forma en que la transmiten a la ciudadanía.

 

El Parlamento Abierto no es un tema menor, pues bien trabajado podría tener un impacto similar al que tuvo un Congreso sin mayoría absoluta por parte del Partido Revolucionario Institucional en 1997. En ese año, entramos a una nueva etapa de concertación y negociación. Fue entonces cuando se volvió obligatoria la construcción de acuerdos entre las distintas fuerzas políticas para sacar adelante las reformas, inaugurando así una nueva forma de ver la convivencia entre los distintos intereses representados en el Poder Legislativo.

 

La LVII Legislatura (1997-2000) marcó un paso importante para la democratización nacional en tanto que mayores voces posibilitaron nuevas dinámicas parlamentarias. Los partidos políticos encontraron formas de actuar como contrapeso político al Poder Ejecutivo, en la actualidad, la ciudadanía lo reconoce. Una encuesta del periódico El Universal indica que 60% de los ciudadanos encuestados considera que es mejor para el país que el partido del presidente de la República no cuente con la mayoría en el Congreso.

 

Podemos decir entonces que entre los partidos políticos se ha construido un tipo de convivencia que permite a cada fuerza política esgrimir sus intereses dentro de la más alta tribuna. El problema es que los ciudadanos seguimos siendo los permanentes espectadores del esperado cambio democrático del Congreso. Contamos con limitados mecanismos de interacción con nuestros representantes que sólo voltean a ver a la ciudadanía para pedir el voto si se logran convertir en chapulines.

 

Un Congreso dividido fortalece la pluralidad política y el debate parlamentario, mientras que tener un Parlamento Abierto fortalece a los ciudadanos, ya que posibilita la consolidación de una ciudadanía crítica y participativa.

 

Cuando hablamos de Parlamento Abierto, no nos referimos únicamente a transparencia y acceso a la información, pues eso estaría relativamente solucionado con la normatividad en la materia; Parlamento Abierto involucra rendición de cuentas, promoción de la participación política e innovación tecnológica. Se trata de un fenómeno global que tiene el objetivo de hacerle frente a la llamada crisis de representatividad. Dicho fenómeno si permea en los congresos con procesos participativos donde, permite convertir a la ciudadanía en un actor con decisión dentro del proceso legislativo.

 

En nuestro país, se han dado esfuerzos encaminados hacia la adopción de un Parlamento Abierto, pero seguimos encontrado resistencias principalmente en la Cámara de Diputados que impiden a la ciudadanía conocer el trabajo que realizan.

 

La actualidad exige a los legisladores que se integren a la nueva dinámica abierta. Hoy la ciudadanía cuenta con mayor información, con más medios y es más crítica exigiendo espacios dentro de los procesos de toma de decisiones. A los legisladores les conviene abrir esos espacios para ganar legitimidad. De lo contrario seguirá representándose el drama protagonizado por la tensión entre una ciudadanía desconfiada y unos legisladores confiados en estructuras y dinámicas que no apelan por la construcción de la democracia participativa que las nuevas generaciones impulsamos.

 

@BordePolitico

 

El autor es:

 

Rodrigo Ramírez @rodrigo_rq

Egresado de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Su interés académico y profesional se centra en temas del Poder Legislativo, sistema electoral, competencia y desarrollo rural. Es Coordinador de investigadores en el área de Análisis Político y Legislativo de Borde Político A.C. rodrigo@bordepolitico.com