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PAN: Zongo le dio a Borondongo…

De hecho, ya sabíamos qué canción iba a cantar cada ranchero. Sabíamos mucho de cada uno de los aspirantes a presidir al Partido Acción Nacional (PAN) a partir del próximo 18 de mayo, de tal modo que la etiqueta del debate del martes 29 de abril a las 19 horas es la del dinosaurio Monterrosiano: todos siguen ahí; ‘en el mismo lugar, y con la misma gente…’. Descafeinado debate. Muy en secreto

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Escrito en OPINIÓN el

Durante semanas hubo largos preparativos. Grandes advertencias de una y otra parte de no tocarse más allá de los límites de la cortesía y el decoro, aunque, ciertamente, sí mostrar la cara oculta de sus pasados históricos: la exigencia panista: no dañar al Partido; no dañar a la gente que lo compone; no pasarse de listo ni de la raya; y sí, repetir los repetidos argumentos de cada uno…

Como ocurrió. De hecho ambos encararon al otro con base en la historia: pero nada con base en qué partido quiere cada uno, aunque uno lo sabe, desde sus acciones y sus dichos:

Ernesto Cordero Arroyo –que va en segundo lugar, de dos lugares- quiere un partido independiente del gobierno de Peña Nieto, del PRI y de todo sometimiento y entreguismo ‘en nombre de una modernidad mal entendida’. De ahí su reiterada argumentación: recuperar al PAN… ¿para Felipe Calderón?

Gustavo Enrique Madero Muñoz quiere un PAN responsable, como ese PAN que ha firmado un Pacto por México con el gobierno del PRI, responsable como esos apoyos que ha brindado para llevar a cabo las reformas estructurales del gobierno priísta y responsable consigo mismo y con la historia, como un partido de oposición que no lo es tanto… De todos modos dice Madero que en este momento la militancia va in crescendo y que el partido está muy fortalecido.

Ambos defendieron la historia y los principios panistas; pero se ven panistas de diferente manera. Cordero, por su lado, halagando su paso por algunos de  los doce años de gobierno panista, en uno de los cuales él formó parte importante como Secretario Desarrollo Social (SEDESOL) y de Hacienda y Crédito Público. Y exaltó-exaltó y exaltó obras-obras-obras: nada dijo de las 70 mil muertes al paso del gobierno del presidente cruel: Felipe Calderón, a quien defiende bajo toda consideración; nada dijo de los 52 millones de pobres en México y de los 15 millones que están en la miseria hoy mismo como consecuencia de aquellos doce años verdaderamente inolvidables.

El otro como militante, como legislador reiterado y como dirigente panista a lo largo de los años, sigue orgulloso de ser panista, aunque sabe que le ha hecho daño su cercanía con el gran poder político de México hoy y, por lo mismo, quiso subrayar y marcar su distancia: “El priísmo siempre corrupto” al que hay que atacar “desde las leyes secundarias”, porque es un ‘partido y un gobierno que no cambian…’: se refería al PRI, al mismo partido con el que ha encabezado alianzas…

Naturalmente ambos se cuidaron de no llegar a excesos; acaso el revire a la frecuente acusación de Cordero de que Madero ha entregado al PAN al gobierno de Peña Nieto, el mismo Gustavo le recordó que siendo secretario de Hacienda duplicó el presupuesto para el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México, con lo cual éste pudo aparecer por todos lados en una campaña interminable y pavimentando, de esta manera, su llegada al gobierno federal.

Cordero se defendió diciendo que las asignaciones estaban en ley, que nunca hizo nada fuera de la norma  y que él, por su parte, como panista, jamás permitiría que personajes de su partido participaran en los famosos “moches”…

… Y subrayó-subrayó-subrayó la gravedad del ser: “Queremos un partido honesto” que “vuelva a ser referencia de honestidad” que los panistas sean identificados por ser “honorables”… En un claro señalamiento de corrupción a la gestión Madero…

Y bien: que el famoso debate no fue debate: no fue un encuentro de inteligencias puestas a disposición de un partido que perdió las elecciones de forma dramática; un partido que desde 1939 ha sido oposición y que hubo momentos en los que la brillantez de algunos de sus dirigentes puso en el tablero de la democracia a una opción querida por muchos mexicanos: la opción del conservadurismo… 

Y tan importante es en democracia la existencia de una izquierda fuerte, inteligente, democrática y consecuente con los ideales de una sociedad justa con equilibrio y dignidad, así la derecha tiene espacios en democracia y el PAN los había ganado y llegó a la presidencia del país… Pero hoy sólo queda el suspiro y las ansias de recuperar el poder: difícil hoy mismo porque su debilidad radica en su historia de doce años en el gobierno mexicano: de ahí que ambos contendientes quieran verlo de diferente manera:

Uno: Cordero, con todas las virtudes del mundo, y con un gobierno que, a sus ojos, es ejemplo de bien hacer y de bien procurar. Otro: Madero, ve un pasado de triunfos, pero de hombres que construyeron el fracaso, desde el cual él habría de recuperar al partido para colocarlo de nueva cuenta en el ánimo nacional: como fue: a través de su alianza con el priismo…

A través de la firma del ya dicho Pacto por México, y a través de su condescendencia para apoyar las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto, una de las cuales es origen y circunstancia en el panismo: la reforma energética.

Y, junto con esta reforma, otras de índole fiscal, o la de telecomunicaciones por las que, ya se dice por ahí, que el PAN está en el gobierno a través de Enrique Peña Nieto.

Sea lo que sea, el PAN se debate ahora entre volver a ser una oposición histórica y consecuente con su destino; o ser un partido de oposición que quiere gobernar, para lo cual, en este momento, con Cordero o con Madero, están muy lejos de conseguir porque entre los dos hay un PRI que los separa… y un Peña Nieto y un Felipe Calderón que los ata de pies y manos…

Por lo pronto, la derecha mexicana tuvo su debate, casi en secreto y para decirse todo lo que ya se han dicho. Vaya que, hubiera sido mejor verlos tomarse un café y dirimir qué van a hacer para que su partido político sea eso, precisamente, un partido político en democracia, ni más, ni menos.

@joelhsantiago