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PAN multicolor

Los partidos políticos nos cuestan mucho a los mexicanos. No sólo en recursos.

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Escrito en OPINIÓN el

De un tiempo a esta parte, el tema de los partidos políticos está a debate nacional e internacional. Son instituciones básicas en democracia para ejercer como representantes de la voluntad de los ciudadanos con perspectivas diferentes y son –o debieran ser- los interlocutores entre los ciudadanos y el gobierno para construir formas de gobierno y resultados. Eso sería la lógica básica de su existencia.

 

En España, por ejemplo, se discute en radio pasillo que en las próximas elecciones presidenciales de 2015 podría –subrayado podría- haber una coalición entre el Partido Popular PP–derecha- y el Partido Socialista Obrero Español PSOE–izquierda-. Este último dice que no-no y no, aunque ya por ahí se ven coincidencias y ya lo dice el bolero de Palmerín: “Entre las almas y entre las rosas, hay semejanzas maravillosas”.

 

De todos modos sería una coalición entre lo que antes era el agua y el aceite: Los viejos e históricos adversarios no sólo por ideología y doctrina, también por diferente proyecto de nación. De cualquier manera ambos están en la lona de las preferencias electorales allá luego de la crisis económica, política y social que viven en el país de Joaquín Sabina. PRESENTE se hace presente.  

 

El PP ha vivido todo este tiempo diciendo que fue el PSOE el que le heredó la crisis económica;  el PSOE dice que desde el 21 de diciembre de 2011 el PP no ha sabido solucionar el gran problema del desempleo de más de 5 millones de españoles, la pérdida de poder adquisitivo y, peor aún la inconformidad social, junto al gran problema de las ambiciones separatistas de muchos en Cataluña… Mientras son peras o son manzanas, el señor Mariano Rajoy (PP) presidente español que es, entona una victoria que sólo él ve, pero que canta en tono de: “Miénteme más, que me hace tu maldad feliz…”.

 

Pero el tema central en esta reflexión tiene que ver con la coalición de partidos que tienen coloratura diferente y que, en su innegable ambición de poder, ceden sus principios a la utilidad política…: “Soy un hombre de principios, pero si no le gustan, tengo estos otros” diría Groucho Marx.

 

Es que en todos lados se cuecen habas. En nuestro país eso de las coaliciones para ganar el poder político, el mando, la silla, el presupuesto y la mirada superaquilina -esa del desprecio a los demás que no son como él-, han sido cada vez más frecuentes. Una de ellas, por ejemplo, ha dado al traste con las aspiraciones de un pueblo por ser feliz, en igualdad y con justicia: Oaxaca…

 

Fue la coalición "Unidos por la Paz y el Progreso" (PAN, PRD, PT, Convergencia) que llevó al gobierno estatal al señor Gabino Cué y quien ha sido un verdadero fracaso como gobernante; cuyos principios ideológicos son inexistentes y cuya doctrina es la de la dejar hacer, dejar pasar.

 

…El mismo gobernador que ha sido sometido a los designios voraces de gente de su gabinete y ha sido puesto en el aparador del desgobierno por la Sección 22 de la CNTE. Los partidos coaligados hicieron la malobra y ahora se hace como que miran a otro lado. Ni están con Cué ni están con los oaxaqueños…

 

Así las famosas coaliciones que no son otra cosa que la pérdida de identidad partidaria.

 

Y así y todo el Partido Acción Nacional (PAN-derecha) anunció este lunes que podría ir en alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD-izquierda) y el Partido del Trabajo (PT-izquierda) en por lo menos dos de los 9 estados que tendrán elección de gobierno el año que entra.

 

La señora Cecilia Romero, ex presidenta del PAN lo anunció el lunes, luego de haber sesionado el Consejo Nacional del PAN.

 

Así que, a fin de cuentas, estamos en un punto en el que si los partidos niegan su ideología-doctrina-proyecto de nación eso mismo se convierte en una ideología: la del poder por el poder mismo, hedonismo pragmático de los institutos políticos.

 

Los partidos políticos nos cuestan mucho a los mexicanos. No sólo en recursos, que son muchísimos y que provienen de nuestro trabajo. También nos cuestan en fracaso de la democracia que se nutre de ideas diversas para construir gobierno en alternancia o gobiernos sustentados en sus buenos resultados con base en sus principios…

 

Ahora que el PAN anuncia que hará alianzas con partidos de izquierda, los partidos de izquierda que lo hagan perderán, asimismo, la ideología, pero también la vergüenza de haber sido, y el dolor de ya no ser. Así que ¿por quién y por qué habrán de votar los mexicanos en esas condiciones? ¿Irán a votar? ¿Y el PRI estará sentado en los laureles de la abstención nacional?... Pues así las cosas, ni más, ni menos.

 

@joelhsantiago