Main logo

Pacotilla con doble p

José Merino y Oliva López no sólo habrían sido destituidos, sino estrían bajo instigación criminal por experimentar con decenas de miles de personas. | Roberto Remes

Por
Escrito en OPINIÓN el

En la tragicomedia nacional, ahora tenemos un nuevo capítulo. El gobierno de la Ciudad de México entregó paquetes médicos a enfermos de covid en los que se incluyó la Ivermectina; se analizaron los efectos de esta política, se documentó un artículo, y se logró su publicación en el portal Socopen de la SocArXiv, una revista en línea dedicada a las ciencias sociales y dirigida por el sociólogo Philip N. Cohen. Hace unos días, el artículo fue retirado, en un hecho sin precedentes, porque su contenido fue considerado de dudosa calidad y veracidad.

Estas son las aseveraciones de la publicación: El artículo difunde información falsa y promueve un tratamiento médico no aprobado; es parte de la justificación de un programa de gobierno que sin ética realizó una investigación médica con humanos sin su apropiado consentimiento; el artículo es médico y no sociológico, como pretendía serlo para ser publicado en SocArXiv; los autores no revelaron su conflicto de interés.

Las reacciones de nuestros funcionarios han sido desesperadas y a la vez han manipulado la discusión. En el reclamo de uno de los coautores, José Merino acusó a la publicación de ser colonialista, y vaya que no hay nada más colonialista que experimentar con las vidas de 200 mil personas, como le cuestionó el sociólogo Juan Pablo Pardo-Guerra. 

Los autores del artículo en comento han sido exhibidos como lo que son, servidores públicos de pacotilla. Uso la palabra “pacotilla” como traducción de “shoddy”, el adjetivo con el que Philip N. Cohen se refirió al artículo suscrito por Pepe Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, y que tiene como coautores a otros funcionarios, entre ellos a la titular de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, Oliva López.

Los funcionarios mencionados participaron de un “cuasi experimento”, así lo definieron, en el que se distribuyó masivamente la Ivermectina, que costó 29 millones de pesos al Gobierno de la Ciudad de México, sin considerar el costo de las plazas de los funcionarios de pacotilla.

Tras el “cuasi experimento”, la conclusión fue que el uso de la Ivermectina reduce los impactos del covid-19 en el sistema de salud; es decir, al reducir hospitalizaciones, evita la saturación o los riesgos de saturación del sistema de salud. En su defensa, los autores del artículo han insistido que no se trató de un experimento, pero insisto, el artículo usa la expresión “quasi experimental research design”. Me pregunto qué es lo que hace el “cuasi”: que jamás hubo consentimiento de los cuasi conejillos de indias.

Pepe Merino escribió una respuesta de tres páginas dirigida a Philip Cohen, pero conociéndolo, tengo claro que no escribió la carta a Cohen, sino a sus propios seguidores. El cuestionamiento de la publicación utiliza diversas fuentes, no sólo hilos de twitter, como reclama Pepe Merino. Cuando Merino se centra en el argumento de twitter, en realidad lo que hace es desviar la discusión, porque no está tomando los argumentos de fondo que hay detrás: conclusiones apresuradas, errores metodológicos tanto por el lado de la estadística, como de la medicina. Incluso Merino argumenta que la Ivermectina se ha utilizado en distintas ciudades del mundo, incluyendo algunas brasileñas; sin embargo, en los cuestionamientos se ha dicho que ciudades brasileñas confiaron en el artículo de pacotilla para tomar su decisión de distribuir Ivermectina. De allí que Merino haya sido caricaturizado como su tocayo Mengele: los impactos de su charlatanería cruzaron fronteras.

En la campaña de 2018, Pepe Merino y Andrés Lajous cuestionaron el argumento de que las fotomultas salvan vidas porque no se demostraba la relación causal; bueno, pues justamente lo que cuestionan de la pacotilla que enviaron Merino, Oliva y otros a SocArXiv, es que no se demuestra la relación causal entre la Ivermectina y la reducción de hospitalizaciones, pues el kit médico incluía tres medicamentos y no sólo Ivermectina.

Está claro que no estamos en una ruta de rendición de cuentas. En cualquier otro país, José Merino y Oliva López no sólo habrían sido destituidos, estarían bajo investigación criminal, y no por haber escrito el artículo, sino por haber experimentado con decenas de miles de personas. Pero estamos en una administración pública de pacotilla, así que lo que corresponde es seguir repitiendo como loritos que hay que instrumentar políticas públicas basadas en la evidencia, y murmurar “Claudia, a la Presidencia”.