Main logo

Organizarse, no hay de otra

¿Cuáles serían las características de la organización social, capaz de hacerse escuchar y hacer que el gobierno dé el golpe de timón que los tiempos actuales exigen?

Por
Escrito en OPINIÓN el

Resulta imposible dejar de escribir sobre la coyuntura actual sin hablar del rol que a la sociedad le corresponde, más aún en vísperas de que se cumplan dos años de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, y en un contexto en el que la sociedad exige participar en la toma de decisiones, este es el mensaje de las movilizaciones que desató la tragedia de Ayotzinapa.

La triste y lamentable situación que vivimos tiene que encontrar su salida desde y con la sociedad civil organizada, hasta este momento excluida. De una vez por todas debe quedar claro que de ahora en adelante, cualquier cambio que se dé debe estar sustentado en la participación ciudadana. 

“Casi todos los grandes avances sociales de la humanidad han empezado con una queja o protesta”, argumenta Ulrich Richter en su libro De la protesta a la participación ciudadana, en donde destaca la movilización como un mecanismo de interlocución que permite a los ciudadanos alzar la voz en beneficio del conjunto de la sociedad.

Lo primero para encontrar la solución a la coyuntura actual  es estar decidido a alcanzarla, pues ésta no llegará sin una movilización social decidida y organizada, sin capuchas ni provocaciones, que por la vía institucional OBLIGUE, así con mayúsculas, a los distintos actores a hacer lo que les corresponde.

La movilización al mismo tiempo debe obligar y exigir que se haga valer la ley, y con ella el Estado de Derecho; como muchos lo han dicho, no se vale pedir justicia cometiendo abusos y arbitrariedades, secuestrando camiones, quemando edificios, saqueando comercios, cerrando aeropuertos, bloqueando carreteras o pateando policías. 

¿Cuáles serían las características de la organización social, capaz de hacerse escuchar y hacer que el gobierno dé el golpe de timón  que los tiempos actuales exigen?

1.- Claridad en los objetivos, porque como bien lo dice Arthur Schopenhauer: “No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué  puerto se dirige”, me temo que eso es lo que le está pasando a la sociedad, no sabe qué quiere. Prueba de ello es que, según el sentimiento colectivo, ahora resulta que el Presidente es el responsable de los hechos de  Ayotzinapa, como si no viviéramos en una República Federal en la que existen los Gobiernos Municipal,  Estatal y  Federal.

El objetivo debe ser la exigencia ciudadana de aplicación de la Ley y el respeto al Estado de Derecho para atacar frontalmente la corrupción, opacidad e impunidad.

2.- Una movilización que surja de abajo hacia arriba. La exigencia de justicia debe ir de la comunidad al municipio, de éste al estado y del estado a la federación, expresando el auténtico sentir de la ciudadanía y al mismo tiempo involucrando a todos los actores sociales.

3.- Un programa con metas y acciones claras. Ciudadanía y autoridades deben plantearse acciones a corto y mediano plazo, que sean medibles y exigibles, al tiempo que deben quedar claras las responsabilidades que les corresponden a  unos y a otros.

Prevención del delito, Mando Único Policial, atención a los jóvenes con padrón de por medio, candidatos confiables y probados, fortalecimiento del federalismo y descentralización, así como una estructurada y coordinada agenda de política social en el marco de la Cruzada Nacional contra el Hambre, son entre otras, las metas concretas que la ciudadanía debe reivindicar, además de hacer suya la exigencia de su cumplimiento.

No nos equivoquemos, la actual movilización de la sociedad es un punto de inflexión, se le debe dar el cauce adecuado para evitar que los reclamos de justicia se hagan cometiendo actos de barbarie e injusticia.

No olvidemos que somos muchos más los buenos que los malos, que en la exigencia por la reconstrucción del Estado del Derecho se deben tomar en cuenta las demandas de la sociedad que sale a las calles para exigir justicia, tranquilidad y paz, sin permitir actos de provocación ni intentos de destruir los logros que como país hemos alcanzado.

Es momento de que la sociedad organizada participe en las soluciones que México requiere.

Y si usted, lectora, lector querido, no tienen inconveniente, muchas gracias por sus amables comentarios y aportaciones, nos leemos el próximo jueves.

 

P.D. Qué bueno que la CONAGO se pronunció a favor del Pacto, respaldando al 100% el llamado del Presidente Enrique Peña. Como se ha dicho, le toca hacer lo propio a cada gobierno estatal para concretar la paz.

 

Facebook: Pedro de Leon Mojarro

Twitter: @Pdeleonm

Sitio Web: www.pedrodeleon.mx