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Opioides: muerte por desesperación

En promedio 130 estadounidenses mueren cada día a causa de una sobredosis relacionada con este tipo de drogas. | Alicia Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

Una de las promesas de campaña que le trajo muy buenos resultados a Donald Trump fue la atención que como presidente daría a la epidemia de opioides, también conocida como "muerte por desesperación"[1] y que está relacionada con el consumo de ese tipo de drogas en Estados Unidos. Sin embargo, la única solución que Trump propone a este problema de salud pública es la construcción del muro en la frontera con México.

A diferencia del consumo de drogas en décadas anteriores en Estados Unidos, que en su mayoría afectaban a personas de bajos recursos y de un determinado grupo étnico en áreas urbanas, la epidemia de opiáceos afectó primero a población blanca en las áreas rurales y después se propagó a todos los grupos poblacionales, pero principalmente entre los adultos blancos de 25 a 50 años, de la clase trabajadora y entre la población más pobre, precisamente una parte del electorado de Donald Trump.

De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Abuso de Drogas, en Estados Unidos cada 25 minutos nace un bebé dependiente de opioides, adicción transmitida por su madre durante el embarazo, y en promedio 130 estadounidenses mueren cada día a causa de una sobredosis relacionada con este tipo de drogas.

El pánico que provoca el nacimiento de bebés adictos a los opioides y el número de muertes asociadas al consumo de estas drogas, justificó que Donald Trump proclamara el estado de emergencia en octubre de 2017; sin embargo, el hecho que Trump utilice el mayor problema de salud pública en Estados Unidos como una artimaña más para construir el muro en la frontera con México puede ser contraproducente.

La propia DEA señaló que la mayor parte de la heroína que ingresó a Estados Unidos en 2018 fue a través de los puertos de entrada legales con México y no entre ellos. Los reportes de la agencia estadounidense más importante en el combate al narcotráfico señalan que los traficantes mexicanos solicitan fentanilo a China, lo adulteran y lo introducen de contrabando a Estados Unidos en vehículos particulares que ingresan legalmente por los puertos de entrada oficiales. En su informe de 2018, la DEA indicó que aún cuando se incautan grandes volúmenes de fentanilo en la frontera sur, menos del 10% es puro; mientras que los volúmenes más pequeños de fentanilo que ingresan a Estados Unidos directamente desde China, o desde China a través de Canadá, pueden tener una pureza superior al 90%.

No se puede perder de vista que las diferencias en el tamaño de la incautación y en la pureza de fentanilo son importantes, ya que la DEA afirma que no es posible determinar si México es la mayor amenaza como proveedor de fentanilo, debido a la baja pureza de la droga incautada. Mientras que el fentanilo proveniente de China representa un mayor riesgo para los consumidores debido a su pureza, no a su volumen; además de que éste puede ser adulterado muchas veces con lo cual se aumenta el número de dosis disponibles en el mercado. Como consecuencia de esta situación, Donald Trump solicitó a su homólogo chino, Xi Jinping, controlar las exportaciones de fentanilo a Estados Unidos y castigar a los fabricantes con la pena de muerte.

La peor crisis de consumo de drogas

A pesar de toda la evidencia y del riesgo que conlleva hacer un diagnóstico equivocado en una situación como ésta, Trump continúa relacionando la crisis de opioides con la inmigración indocumentada y con la necesidad de construir el muro en la frontera con México. Sin duda una solución simplona para atender la peor crisis de consumo de drogas que han padecido los estadounidenses.

Hablando de recursos económicos, en los presupuestos para 2018 y 2019 Donald Trump ha solicitado un total de 18 mil millones de dólares para el muro y equipo para reforzar la frontera con México, mientras que para combatir la epidemia de opioides en Estados Unidos ha pedido un total de 13 mil millones de dólares, presupuesto que incluye dinero para agencias estadounidenses distintas a las de salud. Asimismo, Trump se ha limitado a tomar una serie de medidas de emergencia siguiendo las recomendaciones de la Comisión de Crisis de Opiáceos, tales como campañas de información o la actualización del tratamiento de emergencia de sobredosis de opioides. Hasta ahora, las acciones para atender la crisis de opioides en Estados Unidos son realizadas por los estados, lo que significa que las respuestas son dispares en todo el territorio estadounidense.  

Es evidente que Donald Trump está haciendo uso de cuanto recurso dispone para anotarse puntos políticos entre sus electores. Sin embargo, es lamentable que la grave crisis de opioides que atraviesa su país esté siendo utilizada como una justificación más para obtener recursos para el muro. Pareciera que es más importante vencer a los Demócratas antes que proponer a sus conciudadanos un plan nacional de emergencia para detener la peor crisis de consumo de drogas en la historia de Estados Unidos; en la cual, un muro en frontera con México, sea de concreto o de acero, difícilmente podrá servir de algo.

[1] Término utilizado por Anne Case y Angus Deaton.

Si un muro no es la solución ¿qué quiere Trump?

@alifur1 | @OpinionLSR | @lasillarota