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Odebrecht: un socavón más profundo

El gobierno de Enrique Peña Nieto y el partido al que pertenece, tienen un problema serio...

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Escrito en OPINIÓN el

Ya comenzó el control de daños. Para empezar hay intervención a la información en las televisoras asociadas al gobierno mexicano, las que omiten o de plano defienden al ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Hay incluso comentaristas que otorgan pruebas de defensa. ¿Es defendible?

Javier Coello Trejo,  abogado de quien fue señalado por el periódico brasileño O Globo de haber recibido “propinas” de Odebrecht, dice que demandarán a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y a los testigos que señalaron a Lozoya como beneficiario de estos regalitos.

Esto es mientras en México, el sábado 12 de agosto, en la Ciudad de los Deportes, priistas exaltados casi a la locura gritaban a los cuatro vientos que el Partido Revolucionario Institucional  no acepta ni aceptará la corrupción como su forma de identidad y mientras se ungía de modernidad en su XXII Asamblea Nacional…

… Al mismo tiempo, ese mismo sábado 12 de agosto, en Brasil se preparaba la edición de O Globo, periódico que aparecería el domingo 13 asestando un golpe fatal a esas exclamaciones y a esas aspiraciones de transparencia y decoro con los que se unge con rumbo a las elecciones de 2018.

Ese domingo estalló la bomba en México: O’Globo informaba a sus millones de lectores en su edición impresa y digital que el consorcio constructor brasileño Odebrecht sobornó por poco más de 10 millones de dólares a Emilio Lozoya Austin quien trabajara desde 2012 en la campaña por la presidencia de México con Enrique Peña Nieto y desde el 4 de diciembre de ese año fue nombrado director general de Pemex.

La nota se refería al mismo Emilio Ricardo Lozoya Austin quien es Licenciado en Economía por el ITAM y Licenciado en Derecho por la UNAM, con una maestría en Administración Pública y Desarrollo Internacional por la Universidad de Harvard.

El mismo Lozoya Austin que nació en Chihuahua en 1974 y quien de 2009 a 2012 creó y dirigió fondos de inversión, “especializados en inversiones de capital privado a nivel global en diversas industrias, incluyendo reestructuraciones y transacciones internacional” y quien habría trabajado en el Foro Económico Mundial como Director en Jefe para América Latina, así como oficial de Inversiones para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en el Banco de México.

Pues eso, que en 2012 se incorpora al equipo de campaña del entonces candidato priista a la presidencia, Enrique Peña Nieto, para encargarse de los asuntos internacionales.

Aunque ya se conocía el problema, el escándalo mundial estalló cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos publicó el 21 de diciembre de 2016 que la constructora brasileña Odebrecht habría sobornado durante los 20 años anteriores a funcionarios públicos de 12 países, entre ellos México… Y que en el caso de México sus dádivas han sido muchas y antiguas.

Según O Globo los presuntos depósitos a Emilio Lozoya fueron “a cambio de ganar una licitación de 115 millones de dólares para hacer obras en la refinería en Tula, Hidalgo” y dice tener documentos que aportan información a su dicho.

Y según esto, los pagos comenzaron en 2012 cuando Peña Nieto (PRI) estaba en campaña electoral  y siguieron durante la gestión de Lozoya Austin hasta 2014. Luego este director general de Pemex dejó la empresa a principios de 2016, aunque ya se había pagado a Odebrecht su trabajo en Tula.

Luego de que se conoció el caso de corrupción mundial, el gobierno mexicano comenzó a acumular información, aunque guardó celosamente la reserva del caso. En el lapso nunca dio a conocer lo que ya sabe, aunque también a lo largo de los meses el nombre de Lozoya se sugería como presunto beneficiario de estas dádivas dolosas. Hoy lo defiende por todos los medios.

Mientras, en otros países sus gobiernos comenzaron a investigar y llevar a juicio a los funcionarios públicos mencionados en casos de corrupción vinculados con Odebrecht:

Brasil, con la presunción hacia el presidente Michel Temer; en Perú, en donde condenaron a 18 meses de prisión preventiva al ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia; en Colombia en donde tuvo que declarar el presidente Juan Manuel Santos; Ecuador… y más.

En tanto, en México no pasaba nada. Todo sugería que se protegía a alguien ¿O será a “alguienes”?

Mexicanos contra la corrupción dio a conocer que “Odebrecht transfirió 3.1 millones de dólares a una empresa en Islas Vírgenes, ligada a Emilio Lozoya Austin cuando fungía como coordinador de vinculación internacional en la campaña priísta en 2012” y aporta datos.  

Emilio Lozoya se defiende y dice que “es lamentable que esto se lleve a acusaciones sin pruebas ni fundamento (…) Jamás he participado en actos de corrupción”. Su abogado Coello Trejo dice que Emilio Lozoya se puso a disposición de la PGR, que él ha tenido reuniones con algunos funcionarios de la Procuraduría solicitando que su cliente sea citado para defenderse… Y, lo dicho, ya comenzaron la defensa y presumen demandas nacionales e internacionales por daño moral.  

Golpe demoledor a un gobierno y a un partido que se ungieron como el partido moderno, pero desde donde están cayendo manzanas que aún siguen “en proceso de investigación” y “hay presunciones” interminables. Los Duarte se declaran inocentes. Borge se declara inocente…   

El gobierno de Enrique Peña Nieto y el partido al que pertenece, tienen un problema serio. Y mientras son peras o son perones ¿cuál será la imagen que la historia recoja de México en los tiempos de Enrique Peña Nieto? Clío ya comenzó su trabajo. 

@joelhsantiago