Main logo

Oaxaca: la pugna por los reflectores entre el desastre

Roberto Rock L.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Juchitán, comunidad central y emblemática del istmo oaxaqueño, se halla en el epicentro no solo de los daños ocasionados por el terremoto del 7 de septiembre, que dejó sin hogar a uno de cada tres pobladores de la zona. El impacto del fenómeno natural desnuda una crisis humanitaria frente a crecientes obstáculos para la ayuda, que imponen desde caciques regionales hasta los afanes protagónicos de autoridades del gobierno federal. 

El coctel miseria - marginación - mezquindad política que envenena el panorama en Juchitán puede estar reflejando lo que sucede hoy en comunidades más aisladas que han quedado al margen de la ayuda, frustrando también el amplio movimiento de solidaridad que se expresa en todo el país para socorrer a los damnificados. 

El terremoto ha llevado a Oaxaca una pugna sorda entre intereses de grupos políticos regionales y la estrategia federal, que mal oculta su propio estilo de clientelismo, especialmente para proyectar la personalidad de varios funcionarios públicos ampliamente mencionados como precandidatos presidenciales, notablemente Aurelio Nuño, secretario de Educación. 

Escenario de luchas de izquierda


Juchitán, con escasamente 100 mil habitantes, es escenario de luchas de la izquierda desde hace 40 años. En 1973 surgió en la región la Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI), una agrupación que fue penetrada desde el gobierno estatal de Heladio Ramírez (1986-1992), proceso que se agudizó durante la administración de José Murat (1998-2004), padre del actual mandatario, Alejandro Murat.

Bajo tal cooptación política, la tarea de la COCEI ha sido variopinta en sus más de cuatro décadas de vida. De sus filas han surgido alcaldes, legisladores locales e incluso diputados federales y senadores. Toda esa proyección política no ha permitido que ese poblado deje de ser referencia obligada de rezago económico y social, con uno de los indicadores más graves de alcoholismo, por ejemplo.

La actual alcaldesa de Juchitán es Gloria Sánchez López, hermana de Héctor Sánchez López, uno de los líderes históricos de COCEI, quien ha sido igualmente presidente municipal de la comunidad (1989-1992), lo que lo catapultó para ser senador por el PRD (1994-2000), incluso coordinador de la bancada de ese partido. Tal proyección nacional le permite seguir fungiendo como poder tras el trono de sus sucesores en la alcaldía, como ocurre ahora con su hermana. 

El señor Sánchez López ha ordenado que un cúmulo muy importante de las despensas enviadas desde todo el país para asistir a los afectados por el terremoto sean concentradas en su domicilio en Juchitán, desde donde han empezado a fluir a cuentagotas hacia los vecinos necesitados. 

La corresponsal de La Silla Rota, Alondra Olvera, que ha permanecido durante los últimos días en Juchitán y sus cercanías, obtuvo un video en el que se observa a la alcaldesa Gloria Sánchez entregar personalmente despensas a damnificados a cambio de que mostraran un ”vale” otorgado por la estructura caciquil en que se han convertido COCEI y otros grupos activistas en la región.

También el CNTE

Otra expresión similar la representa la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el sector disidente en el organismo oficial de los maestros, el SNTE, que dirige formalmente Juan Díaz, quien a cuatro años del encarcelamiento de Elba Esther Gordillo y pese al apoyo irrestricto del gobierno federal, ha sido incapaz de construir un liderazgo propio en el sector. 

La Sección 22 está obstaculizando el ingreso de inspectores federales a escuelas dañadas y su acceso a las familias de los estudiantes y maestros afectados. Ello exhibe en qué medida, con todo y la reforma educativa, permanece intocado el control social y político de la CNTE en amplias regiones de ese y otros estados del país. 

El resultado de estos fenómenos ha traído un disimulado boicot contra los centros establecidos para entregar despensas y otras ayudas por parte del gobierno federal, incluso del ejército. Ya ha habido declaraciones del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, llamando a la población afectada a acudir a esos puntos.  

Otra pugna en marcha la protagonizan autoridades de distintos niveles y la titular de la Sedatu, Rosario Robles, quien ha echado mano de conferencias de presa para advertir que esa dependencia es la “única autorizada” para levantar un censo de las viviendas afectadas en Oaxaca Chiapas, lo que implica un desplazamiento de las autoridades locales, que por su naturaleza deberían estar más informadas sobre lo que ocurre en sus comunidades y contar con mayores herramientas para operar este programa.   

Es bajo estas dinámicas que avanzan los planes de ayuda. Es previsible que la tensión política impacte en la eficacia de la asistencia, hoy tan urgente. 


robertorock@hotmail.com

@OpinionLSR / @lasillarota