Main logo

Nuevos liderazgos, nuevas mentalidades

Hoy estamos frente a un cambio político inédito que promueve un cambio radical en los distintos sectores políticos y económicos. | Laura Baca Olamendi

Por
Escrito en OPINIÓN el

En los tiempos que corren no solo ha existido una pandemia económica y sanitaria sino también una pandemia ideológica –como la denomina el filósofo Slavoj Zizek- que está provocado cambios en las mentalidades y en los enfoques culturales que involucran a las nuevas generaciones que emergen al calor de la crisis económica que atraviesa el mundo y en especial a nuestro país.

El covid-19 que surgió en Asia tomó por sorpresa al mundo occidental para modificar las versiones de la realidad en que se encontraba el planeta. La aparición de diversos fenómenos sociales, económicos, políticos y culturales ha generado nuevas hipótesis sobre el futuro más probable.

Se está configurando un panorama inédito sujeto a imperiosas restricciones y acosado por nuevos miedos. El planeta se encuentra marcado por el peligro de un virus invisible que genera una distancia social autoimpuesta y un rechazo al otro, al potencial infectado, que se traduce en medidas de paranoia, exclusión y racismo.

Emerge también una nueva epidemia de la desinformación tan nociva y tóxica como el coronavirus mismo, que se caracteriza por la evidente manipulación de los datos sobre contagiados y fallecidos por parte de gobiernos y agencias, produciendo una “infodemia” que es más peligrosa que la misma pandemia.

Después del asesinato de George Floyd los ciudadanos de Estados Unidos y el mundo han salido a las calles para protestar luchando por un cambio en la forma de ver la vida. Es importante tener presente dos autores contemporáneos quienes a través de sus análisis propusieron la necesidad de cambiar las mentalidades.

El primero es Samuel Huntington con su propuesta del “choque de civilizaciones” entre Oriente y Occidente, situación que hoy se ve reflejada en los nuevos comportamientos de hacer política, dejando atrás las tradicionales formas de la lucha ideológica. El segundo es Francis Fukuyama quien analizó “el final de la historia y el último hombre”, criticando la forma tradicional de convivencia social.

Hoy estamos frente a una pandemia ideológica caracterizada por la desinformación, la discriminación y el racismo que pone en el centro a las nuevas generaciones. Los jóvenes son los sujetos de las formas inéditas de hacer política. Estos nuevos liderazgos deberán tener tres características básicas: 1) la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace; 2) las ideas claras de sobre el cambio de mentalidad; 3) la visión de futuro que permita promover nuevas concepciones democráticas.

México no es la excepción. Hoy estamos frente a un cambio político inédito que promueve un cambio radical en los distintos sectores políticos y económicos. Las instituciones deben defender su autonomía para fortalecer lo que Ralf Dahrendorf consideró: “la democracia de las oportunidades”.

Hoy son tiempos de cambio, atrás quedaron las viejas formas de hacer política y se abre un horizonte para las nuevas concepciones de la democracia. Será la generación de los más jóvenes quienes deberán luchar todos los días para salir de la adversidad que produce la “nueva normalidad”. Para no sucumbir en las nuevas condiciones que se han producido, es necesario aprender a no tener miedo del miedo.

Hoy se requiere de un nuevo vocabulario del Liderazgo. Debemos tener presente la prevalencia del gobierno de las leyes por sobre el gobierno de los hombres, en el contexto de un país simétrico pero sin grandes desigualdades. Requerimos de una democracia basada en la equidad y la justicia que resuelva el conflicto, que se posicione a favor de los grupos vulnerables.

En suma, una democracia de las mujeres con trabajo justo y digno, abierta y horizontal, incluyente y participativa. Los jóvenes deben tener presente el nuevo VOCABULARIO DEL LIDERAZGO entre cuyas voces más significativas se encuentran: la autocrítica, la amabilidad, la capacidad, el carisma, la destreza, el diálogo, la entrega y la equidad, la firmeza, la generosidad, la honestidad, la humildad, la justicia, la defensa de la libertad y la tolerancia.

Estos valores de la democracia serán el esquema normativo de la nueva generación de líderes en tiempos de cambio ideológico y de mentalidades.