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¿Nuevo modelo de comunicación política?

No estaría de más reducir el número de spots que son emitidos durante campaña que lo único que generan es saturación y apatía. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

Nuestro sistema electoral, al menos en las últimas cuatro décadas, ha sufrido constantes cambios en la búsqueda de perfeccionar la organización de los procesos electorales, pero en particular, de generar mayor grado de equidad y certeza en las contiendas electorales.

Sin embargo, uno de los rubros que siguen generando dudas es el modelo de comunicación política, entendido éste como el marco regulatorio entre los partidos políticos, los medios de comunicación y, por supuesto, el Estado.

Es así como desde 1977 fue erigido un primer modelo de comunicación al reconocerse en la legislación electoral el acceso de los partidos políticos tanto a la radio como a la televisión, aunque de forma por demás limitada.

En 1986 se incluyó en el entonces Código Federal Electoral, la norma que otorgaba a los partidos políticos 15 minutos mensuales y un programa en donde podían externar su plataforma política; éste programa era emitido dos veces al mes. Para 1990 el entonces Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales aumentaba el tiempo aire destinado a los partidos, además que la distribución se basaba al resultado de la votación obtenida. También, estableció que durante los procesos electorales los espacios de tiempo aire se incrementaban de forma proporcional a la fuerza electoral de cada partido generando una gran desigualdad en la competencia electoral.

Con la reforma de 1993 los partidos contrataban los tiempos en radio y televisión para sus campañas políticas que fueron regulados por lineamientos de cobertura con seguimiento del otrora IFE.

En 1996 nuevamente se generan una serie de reformas al modelo de comunicación política estableciendo un sistema de distribución de tiempo aire que prevalece hasta nuestros días, el cual se basa en que a los partidos políticos con representación en el Congreso de la Unión se les otorgaba 30% del tiempo en radio y televisión de forma igualitaria y el 70% restante de manera proporcional a su fuerza electoral. Además, se establecieron para los partidos el derecho a transmisiones gratuitas con determinados criterios, y el entonces IFE adquiría promocionales en radio y televisión para ser distribuidos entre los partidos políticos.

En la reforma electoral de 2007-2008, tomando como referente diversas resoluciones de los órganos jurisdiccionales como la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, determinó en la legislación electoral una serie de reformas muy importantes para nuestro sistema electoral, pero refiriéndonos al modelo de comunicación política redefinió criterios que, al menos en teoría, buscaban generar equidad en la contienda electoral.

Entre los aspectos más destacados de esta reforma encontramos que el acceso a la radio y televisión por parte de los partidos sería a través de los medios públicos incluyendo los tiempos del Estado y los tiempos fiscales; el IFE sería la única instancia facultada para administrar los tiempos estatales (incluyendo procesos locales), así como para establecer las sanciones por alguna violación que se encontrase; una vez terminadas las campañas el IFE distribuía el 12% del total de tiempo del Estado entre los partidos en un 50% y el otro 50% correspondía al IFE, entre otros.

Finalmente, con la reforma de 2014 se hicieron varios cambios nuevamente al modelo de comunicación política entre las que encontramos las siguientes:

· Durante el periodo de precampañas electorales locales el ahora INE asigna a los partidos 30 minutos diarios en cada estación de radio y televisión.

· Se determinan reglas para las transmisiones, por ejemplo, para la televisión restringida se debe suprimir durante el periodo de las campañas políticas, los mensajes relacionados con propaganda gubernamental.

· Se establecieron reglas tanto para la organización como para la transmisión de debates entre los candidatos.

· Se estableció el acceso a los medios para candidatos independientes.

· Quedó integrado en la legislación que el INE emitirá las reglas para encuestas o sondeos de opinión.

· Se determinó la obligatoriedad de que la propaganda electoral impresa debe de ser reciclable y conformada con material biodegradable.

· Se estableció que el INE debía emitir directrices para la información y difusión de las actividades de campaña.

· Se estableció como causal de nulidad de la elección la compra o adquisición de cobertura informativa en radio y televisión al margen de los supuestos establecidos en la legislación electoral.

Ante este panorama, ¿está completo el actual modelo de comunicación política? ¿Es un modelo equitativo en aras de la competencia electoral?

De entrada, debe de uniformarse lo que estableció el legislador en la Constitución en el sentido de que en la propaganda electoral que difundan tanto partidos como candidatos, deben abstenerse de expresiones que calumnien a las personas, en tanto que en la legislación electoral se establece la prohibición de calumniar a personas, instituciones y partidos políticos.

Otro aspecto que resulta fundamental es la reglamentación del párrafo octavo del artículo 134 constitucional, para que se determinen las normas que deben ceñirse los poderes públicos, las dependencias y entidades de la administración pública, órganos autónomos e instancias de los tres órdenes de gobierno que garanticen justamente la equidad en la contienda electoral. Sin esto no tenemos un marco regulatorio completo de un modelo de comunicación política.

Apuntamos uno más que ha sido expresado por algunos analistas que es el redistribuir los porcentajes de distribución de tiempo aire para aumentar hasta en un 50% de tiempo en radio y televisión de forma igualitaria a los partidos con representación en el Congreso de la Unión, y el restante 50% de forma proporcional a la fuerza electoral que demuestren.

Y no estaría de más que el legislativo revisara el reducir el número de spots que son emitidos durante campaña que lo único que generan es saturación y apatía al electorado y lo que se busca es todo lo contrario.

Mucho habremos de esperar seguramente en el debate legislativo que es la instancia que, al final, tendrá la última palabra.

¡Hasta la próxima!