Una sociedad que se desenvuelve en una democracia representativa, siempre tiene referentes que posicionan la calidad de dicha democracia a través de los resultados que dan sus Instituciones. México no es la excepción. Así como hoy tenemos casos como el anunciado hace unos días por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) creado a partir de la petición del Gobierno Federal a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con relación al caso Ayotzinapa y en donde, de entrada, deja muy mal parada a la anterior administración de la PGR que es, justamente, una de las Instituciones pilares de nuestro Sistema Político Mexicano.
Por ello, la sociedad hoy más que nunca exige mejores Instituciones, sólidas y autónomas que le garanticen a los mexicanos sus derechos consagrados en la Constitución. Por ello, los temas de seguridad pública, derechos humanos, acceso a la información, entre otros tantos más, deben ser cuidados por el Estado Mexicano que se debe, finalmente, a la propia sociedad; así está escrito en nuestra Constitución y en leyes secundarias.
Una de las Instituciones que considero está abriendo brecha en uno de nuestros derechos que es el acceso a la información, es el cada vez más posicionado Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). A partir de la reforma constitucional de febrero de 2014 y con la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, la jurisdicción del INAI (antes IFAI) se amplió considerablemente y con ello el catálogo de sujetos obligados en la materia, quedando comprendido toda autoridad, entidad, órgano y organismos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como cualquier persona física, moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos o bien, realice actos de autoridad en el ámbito federal, estatal y municipal. Así, el INAI se ha convertido en el órgano garante encargado de velar por el derecho al acceso a la información pública en posesión de cualquiera de los sujetos obligados ya referidos.
Por ello, me parece relevante referir el recién Seminario sobre Transparencia Electoral, que soportado en la memoria de un gran hombre y en homenaje a su importante legado que Alonso Lujambio Irazábal dejara en el terreno de la ciencia política, la educación, elecciones, y justamente la transparencia y el acceso a la información pública, desarrollara el INAI. Dicho Seminario constituye una serie de acciones para interactuar con los sujetos obligados al nuevo marco legal que acerca más a la sociedad las herramientas de la información pública.
Para poner un ejemplo, a partir del 5 de mayo de 2016, los partidos políticos nacionales, que si bien no son dependencias públicas o estatales, sí son organizaciones voluntarias de ciudadanos que desempeñas funciones públicas de primer orden, como participar en elecciones para conformar los poderes públicos, y por ello, estarán sujetos a la jurisdicción del INAI y deberán cumplir obligaciones comunes y específicas en materia de transparencia.
El INAI consecuentemente, será el órgano garante encargado de velar por el derecho al acceso a la información en posesión de cualquiera de los sujetos obligados ya mencionados.
Por eso no fue gratuita la presencia de Presidentes y representantes de los partidos políticos con registro nacional ante este magno evento, así como de autoridades del Instituto Nacional Electoral, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, entre otros. Este acto y seguramente otros por venir, constituyen sólo un proceso institucional que da legitimidad al sistema democrático y, como lo señalara la propia Ximena Puente de la Mora, Comisionada Presidenta del INAI, “…la clave para restablecer la confianza de las y los ciudadanos…”.
Justamente esa confianza erosionada de los ciudadanos debe ser el referente de la directriz del Gobierno y sus Instituciones para que generen buenos resultados a la altura de las exigencias y demandas de la población.
De nada sirve que en el concierto de la estructura administrativa organizacional del Estado Mexicano algunas Instituciones generen confianza a la sociedad y otras reflejen serias dudas o hasta descrédito que trae como conclusión un desequilibrio en todo nuestro Sistema Político que debe sostenerse por pilares firmes y democráticos que generen ese equilibrio que la sociedad exige con justa razón.
Resulta reconfortante que hoy se tengan herramientas que nos faciliten el acceso a la información que ha dado como resultado que la sociedad sea más informada, más exigente y un referente de estabilidad política. No obstante, habrá que estar al pendiente de lo que vayan determinando los legisladores para atender las inquietudes del INAI entre las que destacan, el ampliar el catálogo de obligaciones de transparencia vinculadas al sector energético y de hidrocarburos, o bien, las propuestas por el Doctor Francisco Acuña Llamas de incluir un apartado específico en la Ley que refiera la materia electoral.
Que todas las Instituciones avancen en la misma dirección y se ganen la confianza de la sociedad es una obligación del Estado Mexicano.