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Notimex: ¿una huelga sexenal?

Si los huelguistas de Notimex no presentan una propuesta que rompa con su movimiento, el conflicto se alargará por el resto del sexenio. | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

¿Es exagerado decir que el gobierno mexicano es un estado fallido porque no respeta los derechos laborales de sus propios trabajadores? Presume proteger los derechos humanos sin excepción, pero en realidad no es así; se ha vuelto incapaz de hacer cumplir sus propias leyes y disposiciones normativas. 

Algo así como la permisión de un poder pequeño que se engrandece bajo la sombra presidencial para quebrar al estado con sus propias instituciones.

En otras palabras, una señora que en su momento era una periodista y al convertirse en servidora pública y directora de una agencia de noticias gubernamental impuso su poder para destruir los derechos de los comunicadores a su servicio.

Una periodista, que dejó de serlo, para convertirse en enemiga de los de su gremio, ahora está en contra de los de su propia casa.

Una directora que apenas se posesionó de su oficina, convirtió la agencia de noticias pública como si fuera de su propiedad. Le quitó la visión de Estado para convertirla en una miniatura de capricho, para evitar difundir las tareas gubernamentales ante medios periodísticos contrarios al quehacer general.

Usó sus zapatos para pisotear y lastimar los derechos de los reporteros; ni a las de su género respetó, a pesar de representar 80% en esa agencia, para decir que ella manda a su manera y que la huelga, a pesar de ser declarada legalmente existente no le importa, es más ni las leyes ni las autoridades laborales.

El poder de una directora que se impone, o pretende hacerlo, sobre las facultades de una secretaria de trabajo o un secretario de gobernación para contratar esquiroles a costa del erario público, burlándose del estado de derecho.

Así se confirmó en la reunión que tuvieron los trabajadores de Notimex este lunes 27 de junio en las oficinas de la Secretaría de Gobernación, del lugar del que su titular se distrae aspirando a ser candidato presidencial, para mencionar que no son capaces de establecer un diálogo conciliatorio con la dirección de Notimex, en aras de alcanzar un acuerdo de solución a la huelga. 

¿Entonces si la Secretaría de Gobernación no es capaz de llamar a la directora de la agencia de noticias gubernamental (que es inexistente para resolver), quién puede hacerlo entonces? Les dicen a los trabajadores en huelga, que ella se manda por su cuenta (¡!).

En el bastión gubernamental que ocupa la Secretaría de Gobernación en Bucareli de la Ciudad de México, les dijeron a los huelguistas de Notimex que el conflicto se alargará por el resto del sexenio si no existe una propuesta que rompa con su movimiento.

En otras palabras: aquí el estado que representa este gobierno no respeta el trabajo de los periodistas, a pesar de ser sus propios trabajadores. Lo que se pretende es que ellos olviden su movimiento y mejor acepten sus liquidaciones, es decir, cambiar dinero por derechos.

¿Entonces quién manda? ¿Quién es el obligado a que se cumpla el estado de derecho? En la Secretaría de Gobernación dicen que no se puede cumplir, eso que llaman derechos laborales, porque la directora de esa agencia de noticias, como patrimonio de una sola persona no admite que se reinstalen en sus puestos a las y los periodistas despedidos.

La señora no quiere y nosotros no podemos obligarla, dicen los empleados de gobernación. Es como decir que el Estado no existe, es como algo fallido, donde la discrecionalidad y más bien, la arbitrariedad de una persona es lo que se impone, al menos en lo que hace a la violación a los derechos laborales de sus trabajadores.

Les dijeron a los huelguistas desde las oficinas del quehacer gubernamental “que asuman el costo y presenten una propuesta de liquidación”.

¿A qué se refieren los funcionarios uno de nombre William Castillo, titular de la Unidad de Gobierno y Manuel Marroquín Pineda, responsable de la Unidad de Normatividad de Medios de Comunicación, al decir que los huelguistas deben asumir el costo? ¿El costo de la ineficiencia gubernamental?

¿Acaso no les da vergüenza a quienes se deben ocupar en hacer respetar los derechos laborales que una huelga de empleados de gobierno se prolongue por 28 meses?

La huelga de Notimex se ha convertido en el conflicto más largo de lo que va del sexenio en las propias entrañas del gobierno federal.  

¿Por qué a los asesores del presidente de la república no le explican que la prolongación de este conflicto a quién más daña es al propio gobierno? ¿Cómo explicar que un gobierno que se empeña en defender la soberanía nacional no lo haga con sus propios trabajadores? 

Los comunicadores, sus trabajadores, los que sostienen la huelga en la agencia gubernamental Notimex, también forman parte de la soberanía nacional.

¿Por qué no le dicen sus consejeros al presidente de la república que la prolongación de este conflicto solo lo afectará a él y no a la señora periodista, que dejó de serlo y que apenas si sabe twittear con su frase del día, y se llama Sanjuana Martínez?

¿Por qué no le dicen al señor presidente que la toma de recursos públicos para romper una huelga legalmente existente se llama peculado porque se dispone ilícitamente de ellos?

¿Qué servidor público será capaz de rescatar, de poner en función la agencia Notimex para servir a la Nación ante medios de comunicación hostiles y falsarios y al mismo tiempo hacer respetar los derechos de sus trabajadores, de sus periodistas?

¿Quién será ese funcionario?

Por lo pronto, los y las trabajadoras de Notimex en huelga rechazan rotundamente la propuesta gubernamental de extinguir su movimiento por tres monedas de cobre.  

Ellos y ellas dignifican al movimiento obrero.