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Nombramientos de magistrados electorales locales

México necesita jueces con el ingrediente activo que surgió a raíz de la elección de 2018: esperanza y oportunidad para hacer un mejor México. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

En el mes de septiembre de este año, la Comisión de Justicia de la Cámara de Senadores, dio a conocer el Acuerdo de la Junta Directiva de la Comisión de Justicia por el que se estableció tanto el formato como la metodología respectiva para la evaluación de los candidatos a ocupar las vacantes al cargo de magistrado de los órganos jurisdiccionales en materia electoral.

De entrada están en juego 21 vacantes para dichos cargos en las siguientes entidades federativas, a saber: Baja California Sur (1); Campeche (1); Colima (1); Chiapas (2); Ciudad de México (1); Estado de México (2); Guanajuato (1); Guerrero (2); Michoacán (2); Morelos (1); Nayarit (1); Nuevo León (1); Querétaro (1); San Luis Potosí (1); Sonora (1); Tabasco (1), y Yucatán (1).

Salvo Nayarit que su vacante a magistrada o magistrado ocurre el 15 de diciembre de este 2019, todos los demás, según corresponda, terminaron el pasado 2 de octubre.

Consecuentemente, el Acuerdo de referencia determinó 3 grupos de 6 senadores cada uno, para conocer a las y a los candidatos y que éstos pudieron exponer su conocimiento, su formación académica, su experiencia en el ámbito laboral principalmente en la materia electoral, así como la independencia e imparcialidad con que se han conducido en los asuntos que, en su caso, hayan conocido.

Las comparecencias se han llevado a cabo de manera individual, cuyo formato consistió, principalmente en que los candidatos expusieron, en un plazo máximo de 5 minutos, los aspectos que consideraron importantes para ocupar el cargo, así como su posible contribución al ingresar, en su caso, a un órgano jurisdiccional. Al término de su intervención las y los senadores formularon preguntas en un tiempo aproximado de 3 minutos, teniendo los aspirantes hasta 5 minutos para responderlas.

El formato determinó una segunda ronda de preguntas inclusive para las y los senadores que no formaron parte de la Comisión de Justicia y que, estando presentes quisieron formular alguna pregunta, en cuyo caso intervinieron por hasta dos minutos; los aspirantes, en tanto siguieron contando 5 minutos para emitir sus respuestas.

Ahora bien, de acuerdo con información del propio Senado de la República, el universo de comparecencias para ocupar las 21 vacantes de magistrados electorales asciende a 234 candidatos.

Estos ejercicios suelen ser muy complejos, generalmente porque los aspirantes reúnen no sólo el perfil, sino algunos lo rebasan con creces. Entre los candidatos que hemos podido observar con verdadero potencial, entre otros destacan Claudia Becerril cuya experiencia electoral tanto en la parte de la rama electoral administrativa como jurisdiccional le hace acumular una gran experiencia.

Pero también encontramos nombres como el de Berenice García Huante con una muy acreditada presencia académica y profesional, destacando su larga carrera judicial.

Un ejemplo más es el de Adolfo Román Montero quien posee estudios de maestría en el ámbito jurídico, además, ha tenido una larga trayectoria en el servicio público, destacando su paso en cargos de dirección general en las ahora llamadas alcaldías de la Ciudad de México. En el ámbito electoral, le ha tocado estar en la trinchera de la batalla argumentativa y también en donde se siembra al buen jurista electoral: en la defensa jurídica del voto.

También hemos observado algunos aspirantes que deberán prepararse más para un próximo concurso de oposición.

Ahora la batalla estará en la asignación que haga el Senado de la República que, como ha acontecido en otros momentos, esperamos que las evaluaciones prevalezcan por encima de las llamadas “cuotas partidistas”. Si lo logra el Senado estará avanzando en integrar servidores públicos probados, con conocimiento y dándoles con ello, la oportunidad de que se conduzcan conforme a los principios rectores de nuestra democracia, entre los que resaltan la independencia, imparcialidad, certeza y la objetividad,

México necesita jueces con el ingrediente activo que surgió a raíz de la elección de 2018: esperanza y oportunidad para hacer de México un mejor mundo para vivir.