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No sólo se trata del CIDE

Ha ido creciendo la solidaridad y apoyo de distintos centros de enseñanza. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

La grave situación por la que atraviesa el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) debido a las decisiones de la titular del CONACYT y de su cuestionado director, la actitud de ambos y sobre todo al cúmulo de arbitrariedades cometidas en los últimos meses, no es un asunto que afecte e incumba únicamente a quienes conforman su comunidad estudiantil y académica pues no es la primera, y seguramente tampoco será la última vez que algo así sucede, y lo que está en juego es la defensa de la legalidad, de la democracia, del respeto a libertades y derechos. Recordemos el oprobioso intento por quitarle la autonomía a la UNAM, la captura de la CNDH -que ya es prácticamente inexistente- o el embate permanente contra el INE.

Desde que Jorge Romero Tellaeche fue designado como director interino del CIDE ante la lamentable renuncia de Sergio López Ayllón -quien ya no tenía condiciones de continuar al frente de la institución ante la falta de apoyo de este gobierno-, inició una “purga” del personal administrativo y académico que no se alineara incondicionalmente a la denominada 4T, pero lo que despertó mayor indignación fue la destitución de Alejandro Madrazo como director de la sede en la región centro supuestamente por pérdida de confianza aunque todo apunta a que le molestó que exigiera respeto a las condiciones laborales de profesores e investigadores, así como de la secretaria académica Catherine Andrews quien se opuso a que se violentara la norma con la cancelación de las comisiones académicas dictaminadoras -que evalúan y deciden la permanencia de los profesores-. A lo anterior se suma la incapacidad de Romero Tellaeche para resolver diversos temas administrativos que han impactado en la investigación, la docencia y las becas estudiantiles e incluso en el pago de nomina del personal, así como las descalificaciones constantes a las y los cideítas.

A pesar de todos los problemas generados durante su interinato, la descomposición en el ambiente y a que en la auscultación con la comunidad fue el peor evaluado, la doctora Álvarez-Buylla -quien para mayor referencia fue la orquestadora de la persecución penal a científicos del CONACYT, de operar el ingreso de Gertz Manero con el nivel más alto al Sistema Nacional de Investigadores incumpliendo los requisitos y de ignorar las acusaciones por plagio- se obstinó en imponer a Romero Tellaeche como director sin tomar en cuenta la opinión de los órganos deliberativos, ante lo cual las y los alumnos del CIDE han reaccionado con gran dignidad en defensa de su institución, de los derechos laborales y de la libertad de cátedra y de expresión. Estas dos frases pueden resumir muy bien su lucha que debe ser de todas y todos: “gobierne quien gobierne, los derechos se defienden” y “más ciencia, menos obediencia”.

Frente al ominoso silencio de quienes hasta hace poco defendían la independencia de las instituciones públicas de educación superior con tal de no contradecir al presidente, o que no se pronuncian por miedo a las posibles represalias, es de reconocer que el historiador Jean Mayer se haya sumado en apoyo a las manifestaciones y toma de instalaciones por parte de los alumnos, o la respuesta del profesor Mauricio Merino desmontando públicamente cada uno de las acusaciones que se han vertido contra el CIDE haciendo un llamado a no tolerar las mentiras y calumnias desde el poder público. También ha ido creciendo la solidaridad y apoyo de distintos centros de enseñanza ya que, parafraseando a Martin Niemöller, hoy van tras el control del CIDE y el sometimiento de su comunidad, pero si no nos sumamos, mañana irán por los demás y no quedará nadie para defender.

#YoDefiendoAlCIDE