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No se quedarán como el chinito...

Lo grave es que este fin de semana en los medios asiáticos comenzó a circular información que deja muy mal parado a un país en vías de desarrollo con aspiraciones a ser primer mundo, llamado México.

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Escrito en OPINIÓN el

China Railway Construction Corporation, con todo el poder y respaldo del gobierno chino, va con todo contra el gobierno mexicano, y en Los Pinos ya están esperando los golpes.

 

Antes de quitarles definitivamente la construcción del tren rápido México-Querétaro, los mexicanos sabían que ofenderían a esa nación y que prácticamente tiraban su palabra al basurero de las promesas huecas. Lo sabían. Y también sabían que dejarían otra vez mal parado al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.

 

China prácticamente confirmó el viernes pasado con el mensaje de Luis Videgaray que se le cerraban las puertas del país de América Latina que en algún momento le guiñó el ojo, coqueteó con ella y le hizo promesas de un futuro en común. Lo que se veía como un noviazgo que dominaría América Latina, terminó mal. Muy mal.

 

El secretario de Hacienda dijo el viernes pasado: "Como parte de las decisiones en materia de gasto público en inversión, quiero informarles que se ha tomado la decisión de cancelar de manera definitiva el proyecto del Tren de Pasajeros Transpeninsular en los estados de Quintana Roo y Yucatán, y suspender de manera indefinida el proyecto del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro. Estos proyectos que se suspenden o cancelan, no solamente por el impacto que tendrán en las finanzas públicas durante 2015, sino sobre todo por la presión de gasto público que implicaría en los años por venir, a partir de 2016. Quiero precisar que no se afectará el proyecto del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que continuará conforme a los calendarios y procedimientos previamente anunciados".

 

Aunque de este lado del mundo no se quiera ver así, China es la potencia que más amenaza la hegemonía estadunidense. Caminar por Shanghai, Hong Kong o Beijing aplasta definitivamente los escenarios y expresiones culturales de urbes tan sobrevendidas como Nueva York, Los Ángeles o Washington DC. Los mexicanos sólo miramos hacia el norte (ah, también soñamos con Madrid y París). Grave error.

 

Aunque algunos argumentarán que fue bueno cerrarle la puerta a los chinos. Japón, Alemania y Francia, otros países con inversiones en México, tampoco ven bien la llegada de capital chino a este país que tanto trabajo les ha costado conquistar.

 

Lo grave es que este fin de semana en los medios asiáticos comenzó a circular información que deja muy mal parado a un país en vías de desarrollo con aspiraciones a ser primer mundo, llamado México. Todo porque los chinos se dieron cuenta de que el consorcio liderado por China Railway Construction Corporation que había ganado en noviembre la licitación para construir un tren de alta velocidad que recorrería los 210 kilómetros entre Querétaro y la Ciudad de México, no sería de ellos. Desde su punto de vista, el contrato, valuado en más de 4,500 millones de dólares, se los negaron dos veces.

 

La primera vez, el año pasado, se argumentaron problemas de política interna, mejor dicho, se dio cuando se destapó el escándalo de la Casa Blanca y se señaló a Armando Hinojosa Cantú como el empresario consentido del sexenio. La segunda vez, se argumentó una crisis en el horizonte.

 

La primera vez platicamos con Ruiz Esparza y nos dijo que si había dudas sobre la legalidad de la licitación, lo mejor era repetirla. Los ganadores no tenían todavía recursos legales para inconformarse, pues la balanza se inclinaba a la protección de los intereses del gobierno mexicano. Pues no se había firmado contrato. No había derechos ni obligaciones. No había indemnización que pagar.

 

En esa ocasión, le pregunté si lo estaban dejando solo para proteger al presidente y a Videgaray del pleito que se veía venir. Me dijo que no. "No lo siento así. A ver, yo creo que lo más importante es que el gobierno en su conjunto retome su credibilidad. Se dieron dos factores, o varios, varios, porque no estamos hablando de un factor solito, estamos hablando de un factor allá en Guerrero, estamos hablando de otro factor acá en el Poli, estamos hablando en un momento dado de un punto que para mí, yo no me meto ahí, enrareció esta parte de acá, que es la coincidencia, diría yo, coincidencia, de que había la misma persona en dos lugares (Armando Hinojosa Cantú detrás de la Casa Blanca y como parte del grupo encabezado por China Railway que ganó la licitación).

 

"Y va a estar en otros, vamos, es un empresario que trabaja de esto y vive de esto. Además, repito, es una empresa confiable, es una empresa buena, de muchos años, pero que de ninguna manera se le puede dar el carácter de consentida, sino el carácter de que ha ganado lo que se le ha adjudicado. Esa información es auditable, es pública, es simple y sencillamente revisable por quien sea".

 

Me aseguró que los chinos lo entendieron muy bien, que estaban agradecidos por la claridad con la que les habló.

 

Pero este fin de semana el gobierno de China pidió que se respeten a sus empresas y que adopten acciones que protejan los intereses de sus compañías, asimismo, exigió que México evalúe y responda a la enorme inversión que realizaron en la licitación del tren México-Querétaro.

 

China ya elaboró la petición formal de reclamo y aplicará todo su músculo para cobrar su dinero. Calculan que gastaron alrededor de 200 millones de pesos en la primera licitación fallida. Los quieren de regreso. Los quieren ya y están dispuestos a llevar el pleito a instancias internacionales. Sospechan que la más reciente reunión de Peña Nieto y Obama algo tuvo que ver con este desaire y eso los altera más.

 

¿Qué pasará con sus otras inversiones? Gerardo Ruiz Esparza cree que está protegido por la transparencia con la que ha trabajado, aunque eso probablemente no sea suficiente ante la lluvia de reclamos que están recibiendo oficial, y extraoficialmente en la SCT. La pregunta en este momento es: ¿Quién se las pagará?

 

@takaink