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“No dejes tu pueblo, ciudad o comunidad”

Es difícil lograr esto cuando lo que la mayoría de los niños migrantes quieren, es reunirse con sus familias establecidas en EU. | Alicia Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

“No dejes tu pueblo, ciudad o comunidad” fue el mensaje que el presidente Joe Biden dio a los migrantes después de afirmar que el proceso de solicitud de asilo se llevaría a cabo en los países de origen de los solicitantes. Pero mientras el nuevo gobierno estadounidense anuncia y organiza sus planes para expandir el programa de refugiados en Centroamérica y emitir documentos de libertad condicional a migrantes, especialmente a niños no acompañados que tienen familiares con estatus legal en Estados Unidos, ya existe una crisis en la frontera que comparte con México. 

En febrero, los cerca de 9,500 niños no acompañados que atiborraron los centros de detención en Texas traían a la memoria las imágenes de los tiempos de mayor alarma, cuando Donald Trump aplicó la política de la separación de familias; jóvenes durmiendo sobre tapetes y cubriéndose con mantas de aluminio para conservar el calor corporal. En marzo, la situación fue similar pues casi 4,200 niños abarrotaron los centros de detención de la CBP

Esto visualiza nuevamente la realidad de las celdas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que lejos están de ser un lugar para niños, muchos de los cuales permanecen más allá de las 72 horas de detención legalmente requeridas antes de ser transferidos a la oficina de reasentamiento de refugiados, en dónde pueden contar con camas, duchas, comedores y otras comodidades que los distinguen de los centros de detención fronterizos. 

En la transición para superar las atrocidades de la administración de Trump, el gobierno de Biden ha intentado sumar nuevas instalaciones para refugiar a los niños no acompañados, no obstante, el compromiso público de Biden para abordar la migración bajo principios de protección de derechos humanos ha llevado a que el número de menores migrantes supere los registros de los últimos dos años provocando con ello la saturación de las instalaciones de la oficina de refugiados que a mediados de marzo tenía bajo su custodia a cerca de 9 mil niños, muchos de ellos separados de sus padres y/o devueltos a México durante los tiempos de Trump. 

En estas circunstancias, es difícil decir “No dejes tu pueblo, ciudad o comunidad” cuando lo que la mayoría de esos niños migrantes quieren es reunirse con sus familias establecidas en Estados Unidos.