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No dejemos de salir a votar

Nuestro voto puede hacer una diferencia. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

Por fin terminaron las campañas que, en términos generales las podemos calificar como bastante tristes por diversas razones. Sin duda lo más preocupante es el nivel de violencia que se ha registrado durante este proceso electoral, y que ha cobrado la vida de 89 personas de las cuales 35 eran candidatas a un cargo de elección, además de atentados, secuestros, amenazas que en conjunto suman aproximadamente 782 hechos que implican algún tipo de agresión de acuerdo a los informes de la consultora Etellekt. Pero también es de lamentar la proliferación de ataques, descalificaciones, fake news así como la ausencia de debate y propuestas respecto a los principales problemas nacionales como salud, pobreza, economía, inseguridad, medio ambiente -que contrasta con la frivolidad de muchas candidatas y candidatos que se han enfocado en cantar, bailar, grabar tik toks-. La oferta política de los partidos ha sido muy pobre al igual que el perfil de no pocos de sus abanderados.

Sin embargo, esto no debe desalentarnos para acudir el próximo domingo a ejercer nuestro derecho al sufragio, que es también una responsabilidad ciudadana de la mayor importancia. Debemos tener claro que no basta con expresar nuestro apoyo o inconformarnos a través de las redes sociales o en pláticas de café, pues únicamente con nuestra participación en las urnas podremos incidir realmente en lo que sucede en nuestra comunidad al elegir a las autoridades locales (presidencias municipales, gubernaturas), así como en el futuro del país con la renovación de la Cámara de Diputados.

Quizá a la mayoría de la gente le parezca normal salir a votar libremente o que haya alternancia a nivel federal o local, pero es algo que debemos valorar pues no siempre fue así. Hace no tanto tiempo el gobierno organizaba las elecciones, contaba los votos -a diferencia de lo que ocurre en la actualidad que son las y los ciudadanos quienes lo hacen-, daba los resultados y casi sin excepción ganaba el mismo partido. Sin duda hay mucho que mejorar en nuestro sistema democrático, pero no podemos regresar a ese pasado que tanto nos costó superar.

Por ello, debemos reflexionar con todo detenimiento el sentido de nuestro voto y no dejarnos llevar tan sólo por la emoción del momento, y mucho menos comprometerlo a cambio de un supuesto apoyo que a la larga puede salirnos demasiado caro. En este sentido, es necesario que vayamos a votar para que no sean los grupos clientelares los que definan los resultados de la elección. También es importante tomar en cuenta que, ahora que existe la reelección en un gran número de cargos públicos, tendremos la oportunidad de evaluar el trabajo que ha realizado nuestro presidente o presidenta municipal para decidir si queremos que continúe por otro periodo o sancionar su mal desempeño, y analizar si nos sentimos bien representados en el Congreso.

De acuerdo a prácticamente todas las encuestas, la competencia es muy cerrada en varias gubernaturas, municipios, alcaldías, y al parecer también se ha acortado la distancia entre Morena y sus aliados con la coalición opositora para obtener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, por lo que nuestro voto puede hacer la diferencia.

Lo que se juega en esta elección es de enorme trascendencia y nos corresponde decidir si optamos por fortalecer los contrapesos institucionales, impulsar el diálogo y la construcción de acuerdos que respondan a la pluralidad del país, o estamos conformes con el rumbo que ha tomado y que siga siendo una sola voz la que defina nuestro futuro. Depende de cada una y cada uno de nosotros, asumamos nuestra responsabilidad y salgamos a votar en conciencia y libertad el próximo domingo.