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Narco-estrategia

El secuestro y posterior liberación de dos miembros de la Marina de México revelaría un cambio de estrategia del crimen organizado. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

El secuestro y posterior liberación de dos miembros de la Marina de México revelaría un cambio de estrategia del crimen organizado para atenuar el acoso de las fuerzas oficiales que luchan contra la narcoactividad.

Si bien el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) retuvo a dos elementos del instituto armado no los ejecutó sino más bien les sacó información respecto al modus operandi de las Fuerzas Armadas y en represalia por el arresto, en Zapopan, de Rosalinda González, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, alias el Mencho.

Siempre el CJNG estaba acostumbrado a ejecutar a sus rivales y enviar sendos mensajes para atemorizar a la población o disuadir a las Fuerzas Armadas en su combate contra sus huestes.

Hoy el mensaje es claro y tiene dos líneas: La primera: ustedes (los militares) son vulnerables y a la hora que quieran los levantamos y la segunda, si algo le pasa a Rosalinda González la factura a pagar será elevada.

La política de “abrazos y no balazos” del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene literalmente arrinconados a los institutos armados. 

No pueden hacer nada frente al desembalse de los grupos delincuenciales pues no tienen el respaldo presidencial.

Y en ese escenario a la Marina, al Ejército y a la Guardia Nacional solamente les queda replegarse y no sacar su poder de fuego para combatir a los enemigos del Estado. 

El último sábado, dos miembros de la Secretaría de Marina (Semar), que habían sido secuestrados en Jalisco, tras la detención de la mujer del Mencho, fueron liberados. 

Aparecieron amordazados y esposados en Puerto Vallarta.

"Fueron elementos de la policía municipal quienes acudían a un servicio los que al pasar por el lugar se percataron de que dos personas se encontraban hincadas, con el rostro tapado y con aros aprehensores en sus manos", señaló en un comunicado la Fiscalía de Jalisco. 

Los dos marinos (una mujer y un hombre) de la Octava Zona Naval habían sido levantados cuando estaban en el estacionamiento de un centro comercial de Zapopan y a pesar de los intensos operativos del Ejército y de la Marina no dieron con su paradero. A estos los llevaron a un lugar distante a unos 300 kilómetros de donde los habían levantado.

El secuestro de los marinos estaría relacionado con el arresto de González, y habría sido orquestado por Laisha Michelle Oseguera González, hija del Mancho, y su pareja sentimental Christian Fernando Gutiérrez. 

La esposa del Mencho había sido detenida días antes por lavado de activos en el mismo centro comercial donde fueron secuestrados los marinos. Y de ahí el mensaje del “Ojo por ojo y diente por diente”.

Tuvieron suerte los marinos de que no fueran ejecutados en un acto de enojo de la hija del Mencho. “Estamos bien, no nos hicieron nada”, dice en un audio uno de los marinos

Los estudiosos del tema del narcotráfico en México como problema transnacional, Omar Hurtado y Rosa María García Paz señalan en un informe que esta es una de las actividades más preocupantes de la delincuencia organizada y en la actualidad uno de los problemas más desafiantes en el ámbito internacional por su gran capacidad financiera y operativa, así como por su carác­ter transnacional. 

Esta actividad ilícita traspasa fronteras como una cadena delictiva multifacética transnacional en la que participan productores, procesadores, transportistas y distri­buidores, a la vez que sus actividades se han diversificado a otras esferas delictivas como el lavado de dinero, el secuestro,

El narcotráfico es una actividad ilegal que abarca el cultivo, la manufactura, la distribución y la venta de drogas ilegales.

La Ley Federal contra la Delincuencia Organizada en su artículo 2 establece que “cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras tienen como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionados por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada”, señala el informe.

En un texto difundido en la Revista Mexicana de Política Exterior, se indica que el soborno, la trata de personas y el tráfico de migrantes y de armas, entre otros, se enmarcan dentro de las actividades de los Cárteles de la droga.

El narcotráfico en México es un asunto transnacional y una amenaza a la se­guridad nacional, revela el reporte que indica que este problema no es posible ubicarlo sólo en un contex­to local si se quiere entender su complejidad; tampoco se puede considerar un asunto exclusivo de seguridad pública por el poder y la incidencia que tiene en los lugares donde opera, por lo que llega a constituir una amenaza al Estado de derecho y al sistema democrático del país.

En la actualidad, el narcotráfico constituye una importante prioridad en materia de seguridad y una extrema preocupación en países como México y Colombia, al igual que en Centroamé­rica, especialmente en los países del denominado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).

Para contener este problema varios países han hecho uso de las fuerzas armadas; sin embargo, todo parece indicar que esta estrategia no ha dado los resultados esperados. 

En este sentido, para enfrentar a la delincuencia organizada se requerirán necesariamente accio­nes concertadas de carácter subregional, regional y mundial si en verdad se quiere contrarrestar su capacidad, dado que en la actualidad no hay un solo país, al menos en la región latinoame­ricana, que pueda debilitar sus efectos nocivos unilateralmente, se admite en el informe.

Se puede afirmar que el narcotráfico continuará siendo un tema pendiente en México al menos a corto y mediano plazos, por la gran complejidad de los factores que determinan su for­taleza, como los siguientes: Un mercado estadunidense muy redituable económi­camente para la venta de drogas; El contrabando de armas provenientes de Estados Uni­dos y destinadas a los narcotraficantes (el narcotráfico tam­bién se surte del contrabando de armas que proviene de Centroamérica).

Otros factores que impiden su real combate son los grandes recursos económicos con que cuentan los grupos de narcotraficantes y la falta de capacidad para conte­ner el “lavado de dinero” a lo que se suma la debilidad institucional en materia de seguridad y de impartición de justicia.

Otros problemas son los insuficientes resultados para abatir la producción de drogas y su tráfico.

Debido a su vertiginoso crecimiento en las dos últimas décadas, el narcotráfico es una de las expresiones más significativas de la delincuencia organizada y uno de los principales problemas de seguridad en México, añade el informe. 

El crecimiento de estos grupos delicti­vos ha sido una preocupación permanente del gobierno mexi­cano por su gran incidencia en los campos político, económico, social y militar.

La capacidad financiera y operativa de los cárteles mexicanos les ha permitido penetrar en la esfera política y económica del país, erosionar instituciones gubernamentales, incidir en las estructuras sociales e, incluso, disputar el control del Esta­do en varias regiones donde el narcotráfico opera. 

A lo anterior se suma el enorme poder de corrupción que propicia en sectores imprescindibles para la sociedad mexicana como son los de se­guridad y de procuración e impartición de justicia.

Aunque resulta difícil probar afirmaciones de este tipo, resultaría inverosí­mil pensar que el narcotráfico en México opera sin la complicidad de políticos, funcionarios públicos y hombres de negocios.