Main logo

Nadie gana ni pierde todo

La sociedad ya no está dispuesta a dar cheques en blanco y las victorias no son para siempre. | Agustín Castilla

Por
Escrito en OPINIÓN el

Conforme pasan los días, se enfrían los ánimos y sobre todo tenemos acceso a información confiable, nos podemos dar una idea más clara de lo que sucedió el pasado domingo. Es natural que las dirigencias de los partidos presenten datos que les permitan declararse ganadores, pero en una elección tan grande y compleja que admite diversas interpretaciones, no debemos caer en la trampa de sacar conclusiones simplistas.

La mayor atención se centró en la disputa por el control de la Cámara de Diputados dadas sus implicaciones en la segunda mitad del periodo del presidente López Obrador y los resultados son contrastantes. En términos numéricos, Morena pierde 56 diputaciones y el PT 8, en tanto que el PAN crece en 35 curules, el PVEM en 32, el PRI en 22, en tanto que PRD y MC prácticamente se mantienen igual. De acuerdo al PREP, Morena-PT-PVEM sumarían 279 diputaciones (55.8%), PAN-PRI-PRD 198 (39.6%) y MC 23 (4.6%), por lo que la coalición gobernante necesitaría 54 votos para la mayoría calificada. En el caso del Partido Encuentro Social, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México no alcanzaron el 3% para conservar su registro como partidos. 

Si bien la coalición opositora logró su principal objetivo al evitar que el oficialismo pudiera imponer reformas constitucionales que les permitieran por ejemplo desparecer a los organismos autónomos como el INE o INAI –aunque en el Senado no tienen los 2/3 pero les faltan pocos votos–, y Morena ya no tendrá por sí mismo la mayoría absoluta para presidir la Junta de Coordinación Política por los tres años de la próxima legislatura, lo cierto es que sigue siendo la primera fuerza y no le será difícil conseguir los votos necesarios para aprobar reformas legales así como el presupuesto de egresos. No obstante, ello dependerá en buena medida del PVEM que se caracteriza por su pragmatismo y probablemente exigirá importantes concesiones.

En el plano local el saldo para Morena es sin duda muy favorable al obtener el triunfo en 11 gubernaturas, con lo que extiende en forma considerable su presencia territorial y se convierte en el partido que encabeza el mayor número de entidades federativas con 16 –a las que se podría sumar Morelos que en 2018 fue en alianza con el PES y quizá San Luis Potosí que ganó el PVEM con PT–; adicionalmente logró la mayoría en 18 congresos locales entre los que destaca Tamaulipas, lo que pondrá en serios aprietos al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Sin embargo, sufre una derrota significativa en la Ciudad de México que fue su principal bastión, ya que únicamente encabezará  7 de las 16 alcaldías, así como en el denominado corredor azul del Estado de México (Naucalpan, Atizapán, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli) que recupera el PAN.

Acción Nacional también refrenda dos gubernaturas (Querétaro y Chihuahua) pero fue derrotado en Baja California Sur y Nayarit, Movimiento Ciudadano obtiene la victoria en Nuevo León, y sin duda el gran perdedor es el PRI ya que de 12 gubernaturas se queda únicamente con 4 y pierde la mayoría en los congresos de Oaxaca e Hidalgo. Otro dato relevante es que por primera vez habrá 7 mujeres gobernadoras en nuestro país, al ganar en 6 estados que se suman a Claudia Sheinbaum ya que Claudia Pavlovich concluye su mandato en Sonora.

Otro ganador indiscutible es el Instituto Nacional Electoral quien a pesar de un contexto que se antojaba muy adverso debido a la violencia, la pandemia, la polarización y los constantes ataques y descalificaciones que enfrentó, sale fortalecido –y con ello nuestro sistema democrático– gracias a su gran desempeño que ha sido ampliamente reconocido, y desde luego a la entrega de miles de ciudadanas y ciudadanos que fungieron como funcionarios de casilla. No es un hecho menor que en un escenario tan complicado, se lograran instalar el 99.84% de las casillas y se registrara una participación superior al 52% que es histórica para una elección intermedia. 

El INE cumplió, la ciudadanía expresó su voluntad en las urnas, esperemos que las y los nuevos funcionarios públicos y representantes estén a la altura de las circunstancias, y que entiendan que la sociedad ya no está dispuesta a dar cheques en blanco y las victorias no son para siempre.