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Nada para nadie

Sería un error pensar que – como Hillary Clinton me cae mejor – ella ganó el debate.

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Escrito en OPINIÓN el

Después de ver el debate de ayer por la noche entre Hillary Clinton y Donald Trump, creo que el resultado es francamente inesperado. Quizá estoy opinando sesgadamente (lo digo tal cual, porque en lo personal quiero que gane Hillary), sin embargo, es sorpresivo el resultado por lo siguiente: el candidato republicano, Donald Trump llegó al debate herido de muerte: las grabaciones que se publicaron de él hablando mal de las mujeres durante la semana pasada le asestaron un duro golpe a su campaña. Inclusive muchas figuras prominentes del Partido Republicano le retiraron su apoyo (como por ejemplo, el ex candidato John McCain). En dichas grabaciones, Trump se expresa muy mal de las mujeres y muestra una faceta abusiva, grotesca y ofensiva para cualquiera (mujer u hombre). Muestra que su trato hacia el género femenino no va mucho más allá de la cosificación, y describe con lujo de detalle lo que significa la “violencia sexual” y el “acoso” hoy en día. Y todo ello le costó enormemente al candidato y al partido. Inclusive se filtró la especie que los miembros mas renombrados del Partido Republicano pedirían a Trump que renunciase a la candidatura, pues está “hundiendo el barco”, anulando toda posibilidad de recuperar la Casa Blanca en noviembre próximo. Y es sorpresivo porque después de eso, Trump sale fortalecido del ejercicio. Veamos.

 

¿Qué tenía que hacer Hillary Clinton durante el debate? Recordarnos en todo momento lo ofensivo que fue Trump con las mujeres. Evidenciar su faceta de abusador y de grotesco, y sugerir que nadie puede liderar una nación, si no tiene los principios morales y los valores para hacerlo. Y claramente Trump, después de esos comentarios, es evidente que carece de ellos. Sin embargo, la ex Secretaria de Estado lo dejó “ir vivo”. No le devolvió los “golpes” con contundencia y se limitó a sonreír irónicamente, como quien dice para sí mismo: este tipo está loco y miente. Pero no lo dijo en voz alta. No fue efectiva y no fue eficiente para contestar todos los ataques de Trump (justificados o no). Los moderadores del debate hicieron, todo el tiempo, mejores comentarios de lo que contestó Trump, mucho más que la propia Clinton.

 

La encuesta posterior de la cadena CNN indica que – entre las personas que observaron el debate, en su mayoría demócratas – 57% opina que ganó Hillary Clinton y 34% que ganó Donald Trump. Aunque la victoria pareciera ser clara, la contundencia del “triunfo” no es ni cercano a lo vivido en el debate anterior. ¿Por qué digo entonces que Hillary Clinton perdió? Porque no ganó nada. Y Donald Trump ganó porque no perdió. Me explico: Trump llegó al debate herido de muerte: listo para que Hillary le diera el último golpe fatal. Pero como no lo hizo, Trump demostró cierta “templanza” y atacó eficientemente a Clinton en temas en los que ella tradicionalmente no ha podido defenderse bien (los correos electrónicos de su tiempo en el Departamento de Estado, las ganancias monetarias que tuvo por concepto de las pláticas que impartió, etc.). Y aunque Trump se vio en aprietos y dijo cosas terribles, como por ejemplo que – de ganar la Presidencia – perseguirá judicialmente a Clinton por el tema de los emails, creo que Hillary tenía más material.

 

Sobre esto último, yo pienso que lo que distingue a las naciones autoritarias gobernadas por un dictador de pacotilla y a los países democráticos, es precisamente que las instituciones son más fuertes que los deseos de venganza de los ganadores sobre los perdedores en la contienda política. Pero por supuesto, esto es algo que sale sobrando cuando hablamos de Trump, porque este personaje no se comporta como cualquier actor político racional. Su seguridad, su tono y sus dichos ayudaron a recuperar un poco su credibilidad y la caída estrepitosa en su popularidad. Aunque no me guste y lo odie, debo reconocer que esto sucedió esta noche. Sería un error pensar que – como Hillary Clinton me cae mejor – ella ganó el debate. Aunque ganó, creo que Trump ganó más porque no perdió. Sigue ahora ver si las palabras y las barbaridades que dijo el candidato republicano no lo persiguen de aquí a noviembre.

 

Ahora bien, si nos dedicamos a pensar en cuáles son las implicaciones que todo esto tendrá para la base de los votantes, creo que la respuesta es: muy poca. La inmensa mayoría de las personas no consideran este debate como un “punto de inflexión” que les haya ayudado a definir por quién habrán de votar (me refiero a quienes todavía no toman una decisión concreta). Luego entonces, las baterías se enfocan en el tercer debate, en la supuesta aparición de más grabaciones contra Trump y una candidata que, por más que intenta, no logra conectar con el electorado y la ciudadanía. Es decir, sorpresivo todo porque después de tanta especulación, tanto movimiento y tanto escándalo, los pronósticos siguen siendo reservados y no hay nadie para nadie. La moneda está en el aire.

 

@fedeling

@OpinionLSR